SINOPSIS
Hasta el momento en que dio a conocer las revelaciones que conmocionaron al mundo, Edward Snowden se había comprometido a brindar sus servicios al gobierno de los Estados Unidos.
Luego de haber sido criado en una familia sumamente involucrada en brindar servicios al estado, se alistó en el ejército, con el propósito de formar parte de las Fuerzas Especiales de elite y combatir en la Guerra de Irak. Un accidente con final trágico, ocurrido durante un entrenamiento, lo dejó fuera de carrera, lo cual hizo que Snowden optara por desarrollar una carrera en la CIA y más tarde en la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, según sus siglas en inglés).
Stone se preguntaba qué podría añadir a los archivos oficiales que aún no se hubiera revelado. Ya se contaba con numerosos artículos periodísticos, un documental ganador de un Premio de la Academia® que relata los días de Snowden en Hong Kong, y un libro escrito por Luke Harding del diario The Guardian, del cual la producción adquirió los derechos. "Queríamos explorar de dónde provenía Snowden, qué tareas desempeñaba en los organismos para los cuales había trabajado y averiguar qué determinó que fuera él quien hiciera públicas tales revelaciones. ¿Cómo lo hizo? ¿Sabía antes de hacerlo cuál era el costo de darlas a conocer?", dice Stone.
Anatoly Kucherena, el abogado ruso de Edward Snowden, contacta a Moritz Borman, un productor con quien Stone trabaja desde hace muchísimos años. Kucherena había escrito una versión novelada de la historia y deseaba encontrarse con Stone para proponerle convertir su novela en película. Oliver Stone vuela a Rusia, donde, luego de tener una reunión con Kucherena, se entrevista personalmente con el mismísimo Snowden. "Al principio, no estábamos seguros si optábamos por una versión novelada de su vida o no", explica Stone. "Aún seguíamos buscando la estructura. Al conversar con él y conocer más sobre su vida, fuimos descubriendo un modelo y una manera de hacer las cosas."
CRÍTICA
Snowden es un atrapante y apasionante thriller de espionaje basado en los documentos clasificados que Edward Snowden dio a luz sobre el programa de vigilancia mundial de la Agencia de Seguridad Nacional a través del diario The Guardian en el año 2013.
Para aquellos que no conozcan bien este suceso (o ni estén enterados de ello), quedarán fascinados ante todo lo que se revela en esta película con respecto a todo lo que tiene que ver con la seguridad y la intromisión en la privacidad de cada ser humano. La actualidad del tema y la cercanía de los hechos la hace más interesante aún.
Lo que sí hay que reconocer que lo bueno de este film es la inquietante historia que se cuenta y la brillante actuación de Joseph Gordon-Levítt, ya que el guión es bastante discreto y clásico, y a pesar de estar escrito por Oliver Stone, que también la dirigió, no hay nada en ambos casos que la destaque de cualquier otro thriller político de medio pelo.
Una muy buena oportunidad para conocer otro hecho importante de la historia a la manera de Hollywood.Cintia Alviti
En este artículo podés leer porque mis críticas no contienen calificación, sinopsis o detalles técnicos .
En películas aclamadas tan diversas como Platoon, JFK, Asesinos por Naturaleza y Wall Street, Oliver Stone dedicó su carrera a trazar momentos fundamentales en la cultura estadounidense. Desde la Guerra de Vietnam hasta la tragedia del 11 de Septiembre, Oliver Stone abordó temas polémicos con mucha audacia en películas que son intensamente personales y universales. La historia de Edward Snowden fue hecha a la medida de la mirada inmutable de Stone y de su habilidad especial para dejar completamente expuesta la hipocresía.
Los realizadores de la película decidieron adquirir tanto el libro de Kucherena como The Snowden Files (Los archivos de Snowden), que relata la mirada interior del periodista Luke Harding de The Guardian sobre la experiencia vivida dentro del periódico que publicó las revelaciones hechas por Snowden. Stone comenzó a trabajar en el guión de la película junto a Kieran Fitzgerald, el joven y talentoso guionista de la película dirigida y protagonizada por Tommy Lee Jones, The Homesman (Deuda de Honor), quien había colaborado anteriormente con Stone en una adaptación de la novela de Stuart Cohen, The Army of the Republic (El Ejército de la República).
Para Fitzgerald, la oportunidad de trabajar junto a Stone fue una experiencia memorable e invalorable: "Oliver es una de las personas más apasionadas que conozco", comentó. "Es una pena que no haya más Oliver Stones deseosos de alborotar el gallinero. En una era de apatía, me siento un privilegiado por haber trabajado con él."
Como ocurrió, Fitzgerald se encontraba trabajando en Berlín realizando un piloto para HBO sobre el mundo del hacktivismo. Ya había estado manteniendo reuniones con la documentalista Laura Poitras, el periodista Jacob Appelbaum y otros que habían colaborado con Snowden. "Era el momento más oportuno", expresa el guionista. "Sentí que ésta podría ser la historia más importante que podía llegar a escribir en mi vida, por lo cual acepté de inmediato. Una semana más tarde me encontraba en Moscú sentado junto a Edward Snowden."
Quizás no es de sorprender que Snowden en un inicio tuviera recelo de los productores cinematográficos. "Él no estaba buscando hacer un trato para la realización de una película", cuenta Stone. "Fue un proceso largo e interminable. Volví a viajar dos veces más en el plazo de tres meses, y me volví a reunir con Snowden antes de que decidiéramos seguir adelante con una versión que se atuviera a los hechos. Fue tenso ya que Glenn Greenwald, a quien admiramos mucho, también había escrito un libro, pero era más un tratado legal. Estábamos interesados en una historia dramática de suspenso."
Stone y Fitzgerald consultaron a expertos técnicos y asesores, así como también a famosos denunciantes de la NSA como William Binney y Thomas Drake. "Era muy importante tanto para Oliver como para mí no simplificar excesivamente las palabras de Snowden", explica Fitzgerald. "Queríamos que el público creyera realmente las conversaciones mantenidas entre Ed y sus colegas o superiores."
Para Fitzgerald, el corazón de la historia de Snowden es su transformación de hijo obediente, que siguió la tradición militar de su familia, a hombre que cometió lo que algunos han llamado el acto de traición más grande en la historia de los Estados Unidos. ¿Qué fue lo que lo obligó a abandonar su bien ganada y dura carrera, y que lo hizo enfrentarse con las instituciones que juró proteger? Fitzgerald expresó: "Todos sabemos lo que hizo. La pregunta es: ¿cómo y por qué?"
Stone y Fitzgerald concluyeron que la relación que Snowden mantenía con su novia de siempre, Lindsay Mills, era la clave para entender al hombre misterioso en el centro del conflicto. "Tienes que comprender esta relación central para realmente poder entender a Ed", dice Stone. "La prensa pasó por alto lo mucho que ella le importaba. Lo mantenía humano."
Fitzgerald se manifestó completamente de acuerdo con Stone al decir que: "Ella era la persona en quien él más confiaba. Y estuvo a su lado durante el período de diez años en el cual tuvo lugar su transformación."
Para complicar la situación, este hecho se trataba de una noticia actual con un alto perfil mediático. "Se trataba de una noticia nueva sobre una persona real", comenta Stone. "Se había instalado toda esa polémica en la que algunas personas consideraban que debía ser ejecutado en la horca, mientras que otras deseaban otorgarle un Premio Nobel. Me encontraba detrás de una historia que pudiera reflejar la realidad de la situación actual. Decidimos que la historia paralela a la cuestión central de la película sobre el viaje de diez años serían los seis días de extrema tensión vividos dentro de la habitación del hotel de Hong Kong, donde Ed se reunió con Laura Poitras, Glenn Greenwald y Ewan MacAskill durante el mes de junio de 2013. Podríamos haber destinado toda la película para contar solo esa parte de la historia. Dividimos la parte de Hong Kong en seis escenas, armando cada una a medida que se conocía la información."
Nadie en dicha habitación de hotel estaba seguro de que la CIA, NSA o el FBI no irrumpiría intempestivamente atravesando la puerta, lo que provocaba que dichas reuniones fueran realmente angustiosas. "Había demasiado en juego", explica Stone. "Estaban en peligro desde el inicio. Ed desconocía si la NSA tenía alguna pista acerca de que él había abandonado su puesto. Se vivía una constante tensión. No obstante, no queríamos exagerar dicha situación ya que teníamos una historia más importante que contar."
Una vez que tuvieron listo un borrador del guión que les gustó, Stone y Fitzgerald regresaron a Rusia para consultar a Snowden. Pero, a decir verdad, el proceso de escribir y reescribir el guión, como ocurre en todas las películas de Stone, continuó tanto durante la filmación como durante la edición de la película.
La historia se centra en la evolución personal y política de Edward Snowden, según cuenta Stone. "Tiene una semejanza con la película Nacido el 4 de Julio, que cuenta la historia de Ron Kovic, un joven de Long Island que creía en la Guerra de Vietnam y partió hacia allí para luchar. Allí resulta herido de gravedad quedando paralítico desde el pecho para abajo, y poco a poco se vuelve un activista antibélico. Oportunamente, fue laudado como héroe en la Convención Demócrata de 1976, y escribió una autobiografía poética y respetada. No sé si para el señor Snowden habrá un final parecido. Ed se encuentra en un terreno más escabroso debido a la Ley de Espionaje y la seriedad de los cargos presentados en su contra."
El largometraje viaja al pasado, desde el momento en la habitación del hotel hasta momentos clave en la vida de Snowden en los diez años anteriores, comenzando con un accidente trágico durante un entrenamiento. "Snowden quería formar parte de las Fuerzas Especiales pero se rompe ambas piernas", dice el productor. "Luego comienza a trabajar en la CIA, donde va escalando posiciones. Era un patriota que creía completamente en la Guerra de Irak. Ed creía, como muchos otros estadounidenses en ese tiempo, que estábamos haciendo las cosas correctamente."
Los guionistas reconocen que se han tomado cierta libertad para darle un poco de dramatismo a ciertos hechos de la historia, tanto por motivos artísticos como éticos. Pero sienten que se han mantenido fieles al espíritu del viaje de Snowden. "Hay cargos en su contra," explica Stone. "Existen cosas que debían quedar fuera. Creo que la solución sería que algún día Ed escriba un libro."
Consultado acerca de cómo en última instancia lo considera a Edward Snowden, Kieran Fitzgerald expresa que el país es muy afortunado de que fuese Snowden quien filtrara los documentos. "Snowden asume seriamente los deberes de un ciudadano estadounidense y le pide a todos los demás que asuman su deber cívico seriamente."
La producción regresó a Moscú para completar la filmación con una escena final que hará que la gente hable de ella por mucho tiempo después de finalizada la película. "Terminar esa escena me provocó una sensación de gran euforia", expresa Stone. "Hicimos una película que interesa, una película que es tensa de la misma manera que las cosas de la vida real son tensas."
Sin embargo, el productor es pragmático acerca de cuánto impacto podrá causar su trabajo. Expresa: "Lo que uno puede lograr con una película es necesariamente limitado, y no buscamos involucrarnos en el juego de activistas. Personalmente, intento hacer aquello que moviliza mi consciencia y mi pasión."
EDWARD Y LINDSAY: EL CORAZÓN DE LA CUESTIÓN.
Así como la naturaleza explosiva de su historia de vida encajaba naturalmente con la manera de trabajar de Stone, Edward Snowden es un personaje diferente a todos los otros personajes que el director ha llevado a la pantalla grande. "Oliver generalmente trabaja con personajes operísticos y viriles," expresa Fitzgerald. "Ed tiene una manera suave de hablar, es metódico y mesurado."
El director admitió, sin reparos, que escribir una película sobre un programador de computadoras era algo inusual, todo un cambio para él. Entender la decisión de Snowden implicaba entender la relación única que él mantenía con Lindsay Mills. Para representar a la pareja, Stone eligió dos aclamados jóvenes actores. Joseph Gordon-Levitt fue siempre la primera opción de Stone para representar a Edward Snowden. "Leí algunos de los posteos de Joe y pensé que era muy agudo en cuanto a política. Don Jon me demostró que tenía agallas tanto como actor y director", dice el director de la película. "Expresó un interés genuino y lo llevé a Moscú para que conociera al Sr. Snowden. Joe, Kieran y Ed son los tres de la misma generación, y entablaron entre ellos una relación muy cercana. Joe admira profundamente a Ed y volcó esa admiración en su actuación."
Según Stone, ambos tienen un carácter similar. "Incluso, Joe se parece un poco a Ed", observa el director. "Da la impresión de ser una persona muy tranquila y muy inteligente, del estilo de un muchacho que pasaría horas escribiendo códigos. No es muy expresivo. Creo que esto funciona bien y es crucial para la película."
Gordon-Levitt se considera un fanático de Oliver Stone de toda la vida y se mostró interesado en el proyecto inmediatamente, a pesar de no saber mucho acerca de Snowden. "Me resulta muy emocionante cuando una película me permite sentirme más inspirado para participar en nuestra democracia," explica el actor. "Oliver logra eso con sus películas, mucho más que cualquier otro director de nuestro tiempo. En el grueso de su trabajo, Oliver ha realizado un trabajo fantástico en el que muestra lo que él ama de los Estados Unidos. Se ocupa demasiado. No existe en realidad otro director que lo haya hecho con tanta audacia, y eso es lo que esta historia verdaderamente necesitaba."
El actor se abocó a investigar el papel que debía representar, leyendo todo lo que podía sobre Snowden y mirando videos en los que aparecía para lograr captar su peculiaridad. "Así comencé verdaderamente a respetar lo que había hecho", expresa Gordon-Levitt. Es una historia fascinante y un personaje sumamente interesante para representar. Esta historia cuenta con una parte que es muy personal, sobre un ser humano que llega a un acuerdo con sus creencias y que se arma de valor para hacer algo que iba en contra de sus principios."
Gordon-Levitt concluyó que los medios de comunicación presentaron al público una imagen incompleta e imprecisa de Edward Snowden. "Para mí, los programas de noticias son exactamente iguales al mundo del espectáculo", expresa. "Tratan de enganchar a la audiencia; tienen auspiciantes que desean mantener contentos, y desean alcanzar altos niveles de audiencia. Asimismo, también desean mantener una relación cordial con quienes están al mando en Washington, con lo cual no pueden hacer algo demasiado riesgoso. Si observas la manera en que los medios de comunicación de los Estados Unidos contaron la historia de Edward Snowden, es realmente tendenciosa, ya sea que uno esté mirando FOX, CNN o MSNBC."
Oliver Stone coincide con Gordon-Levitt, y señala que Snowden fue un analista exitoso de la NSA durante la mejor parte de una década. "Fue mucho más respetado que lo que los medios de comunicación han descripto. La impresión creada alrededor de su persona fue la de un simple recopilador de información junior dentro de un organismo público gigante. No es el caso. Snowden tenía accesos y privilegios especiales debido a que él era muy bueno en lo que hacía. Creó un programa de gran valor para la NSA. Se espera que se vaya conociendo más sobre esta cuestión, se espera que se haga a través de la Ley de Libertad de Información."
La película, expresa Gordon-Levitt, presenta un retrato diferente y más detallado de un hombre que está en guerra con su consciencia. "Estamos tratando de entender por qué hizo lo que hizo. Y uno termina comprendiendo más profundamente a Ed."
El Snowden que descubrió es uno dedicado a su país, comenta el director. "Cuando se rompió sus piernas durante un entrenamiento militar, necesitaba encontrar una manera diferente de servir a su patria. Su carrera en los servicios de inteligencia lo llevó a recorrer el mundo ocupando cargos muy bien pagos, pero encontraba las prácticas que observaba perturbadoras. Estos organismos de inteligencia están violando algunos de los principios fundamentales que él cree que los Estados Unidos apoya. El gobierno está infringiendo la Constitución al tratar de combatir el terrorismo a través de sistemas de vigilancia masivos. Lo que está sucediendo es contrario a sus principios básicos. Abandona una vida llena de satisfacciones para hacer lo que él considera correcto. Eso me parece muy conmovedor."
Los cargos en contra de Snowden conllevan una pena considerable, que era bien conocida por el altamente capacitado ex analista de inteligencia. "Ha arriesgado todo su futuro", expresa Gordon-Levitt. "Si hoy mismo volviera a los Estados Unidos, sería juzgado bajo la Ley de Espionaje, lo que significa ser juzgado mediante un juicio secreto, sin presencia de un jurado. Ni siquiera podría exponer su caso."
Abandonar su relación con Lindsay Mills, su novia de toda la vida, fue uno de los mayores sacrificios de Snowden, según expresa Gordon-Levitt. "No se trata simplemente de una historia de amor. Lindsay cumplió un rol importante en la evolución de Snowden. Ella tiene una actitud diferente frente a la vida. Ella es la artista y él, el ingeniero. Su instinto es cuestionar la autoridad. Hizo que Snowden cambiara a una manera de pensar que resulta curiosa. Debido a su relación con Lindsay, Snowden se transforma en una persona deseosa de realizar preguntas difíciles."
Para representar a Mills, Stone selecciona a Shailene Woodley, estrella de la exitosa franquicia Divergente y del aclamado drama romántico Bajo la Misma Estrella. Shailene llamó la atención del público por primera vez en la película dramática Los Descendientes de Alexander Payne, cuyo protagonista era George Clooney. Woodley impresionó al director mediante una carta en la que le expresaba lo mucho que significaba la película para ella y en la que le detallaba la admiración que tenía por Snowden. "Shailene fue una sorpresa", dice Stone. "Su conexión con la historia realmente fue algo conmovedor. Su agenda dificultó las cosas porque tuvo que irse para trabajar en otra película, pero ella valía ese esfuerzo extra. Shailene le impregnó humanidad al personaje. Joe representa a Ed como un joven impersonal y muy trabajador, y eso es lo que parece cuando uno lo conoce. Ella era la alegría de la fiesta y él la persona más aburrida en esa habitación."
Gordon-Levitt solo tiene elogios para la coprotagonista. "Estoy muy contento de que Shailene hiciera este personaje", expresa. "Es tan buena actriz y una persona tan inteligente y cálida. Es una parte sumamente importante de la historia. Irradia una especia de espíritu rebelde que proviene de un lugar amoroso y positivo."
En el bosquejo original del guión de Stone y Fitzgerald, el personaje de Mills era más periférico, pero luego comprendieron cuán importante había sido Mills para la evolución de Snowden. "La prensa la describió como una joven bonita pero tonta, del tipo bailarina de caño", dice Stone. "Era una mujer joven que deseaba conocer el mundo. Era una buena fotógrafa y trabajaba con dedicación para hacer carrera en el mundo de la fotografía. Mientras todo esto transcurría, ella siempre aparecía en los medios sociales. Ed le mostró que si se exponía demasiado, se volvía vulnerable."
Woodley ya estaba bastante familiarizada con la saga de Snowden. "Cuando me enteré que Oliver Stone estaba preparando un proyecto sobre él, me entusiasmé mucho", comentó Woodley. "Las acciones de Edward Snowden me afectaron profundamente. Me pasé horas leyendo sobre el caso. Desde mi punto de vista, Oliver Stone es la única persona que puede tratar esta historia como se merece. Es un realizador cinematográfico audaz, que siempre está ávido de contar el otro lado de cualquier historia. No sé si existen muchos directores allí afuera que tengan el coraje que él ha tenido."
A pesar de que Woodley no se reunió con Mills en la vida real antes de participar en la película, pudo aprender mucho acerca de ella a través de su cuenta de Twitter. "Recurrí al pasado", expresa. "Leí cada uno de sus posteos para poder sentir su personalidad. Es la primera vez que me toca representar el papel de una persona real. Oliver quería que fuera muy específica sobre determinados detalles de la vida de Lindsay. Contar con un director que conocía a esta mujer, por dentro y por fuera, y con muchos deseos de representarla adecuadamente es algo invaluable."
Lindsay Mills, una chica de espíritu libre, y su novio de carácter reservado se encontraron por primera vez cuando ambos tenían 20 años. "Traje algo de alegría a esta historia", dice la actriz. "Lindsay es del estilo de personas vaso medio lleno. Ella le brinda aire fresco y luz a su vida, y él es quien la baja a la realidad, su cable a tierra. Ese pudo ser el motivo por el cual dicha relación prosperó."
Como Mills desea conocer el mundo, acompaña a Snowden a todos sus destinos. "También ve cómo lentamente se deteriora su vida profesional", comenta Woodley. "Él no está disponible para ella tanto como ella necesitaría o quisiera. Cuando llegan a Hawaii, Mills comienza a darse cuenta de que él guarda muchos secretos."
La película tiene el potencial para añadir una nueva dimensión a la opinión pública acerca de los actos de Snowden, cree Woodley. "No adoptamos una posición respecto de si Edward Snowden fue o no un héroe, pero sin importar si se está de acuerdo con lo que él hizo o no, uno, al finalizar la película, se va sabiendo que, si deja la pantalla de su computadora portátil encendida, alguien puede estar mirándote. ¿No es esto, acaso, incentivo suficiente para luchar al menos por tu propia privacidad?"
SNOWDEN cuenta una historia dramática que golpea a nivel mundial con personajes de gran talla, giros inesperados y miradas fascinantes para entender la cultura del mundo de los servicios de inteligencia, al estilo de una película de suspenso de John le Carré. Stone colmó el elenco de la película con actores de renombre, incluido el actor nominado al Emmy® Zachary Quinto como el periodista Glenn Greenwald, la ganadora del Oscar® Melissa Leo como la documentalista Laura Poitras, el nominado al Oscar® Tom Wilkinson como el periodista Ewen MacAskill, el nominado a los premios Emmy® Timothy Olyphant en el papel de un agente inescrupuloso de la CIA y a Rhys Ifans como un agente senior de inteligencia. El ganador del Oscar® Nicolas Cage representa a un marginado experto en computación de la NSA, inspirado en Thomas Drake y William Binney, los denunciantes en la vida real.
Olyphant habla en nombre de todo el elenco cuando dice: "Cuando se trabaja con Oliver Stone, no hay momento de aburrimiento. Tiene una energía terriblemente impredecible que siempre está sorprendiendo e inspirando."
EL MUNDO DE SNOWDEN
Como corresponde a una historia con semejante impacto global, SNOWDEN llevó a los actores y al equipo de rodaje por diferentes locaciones alrededor del mundo. Los productores comenzaron en Munich, luego viajaron a Washington D.C., para filmar escenas frente a la Casa Blanca, y continuaron viaje hacia Hawaii y Hong Kong antes de regresar a Alemania. Finalizaron su recorrida en Moscú. "Nos autorizaron a filmar en Hong Kong, en el Hotel Mira, que es el verdadero hotel donde Snowden permaneció escondido durante tres semanas", cuenta Stone. "Logramos tener las perspectivas adecuadas, pasillos, lobby, exteriores del hotel, y luego construimos el interior de la habitación en Munich."
El diseñador de producción Mark Tildesley consiguió transformar locaciones inusuales en sets de filmación con personalidad. Convirtió una oficina de correo postal abandonada en Munich y los pasillos del Estadio Olímpico de Munich en partes del complejo de túneles de la Segunda Guerra Mundial de la NSA que se encuentran en Hawaii. Asimismo, construyó un set de filmación para parte de esta locación. Encontró un bosque a unas cuantas horas fuera de Munich que ofrecía la sensación adecuada para substituir el de Fort Benning en Georgia.
"Tuvimos que construir un mundo con un presupuesto limitado. Incluso Mark juró que no podía hacerlo, pero lo logró", cuenta Stone. "Entrábamos a una habitación en algún lugar de Munich y él decía: ʻBueno, esta habitación es horrible pero ¡mira ese techo!ʼ. Creo que el diseñador de producción tiene uno de los trabajos más difíciles en la realización de una película. Se imagina la película plasmada en un papel antes de que cualquier otra cosa suceda."
SNOWDEN será la primera película narrativa de Oliver Stone filmada íntegramente con cámaras digitales. El director de fotografía, el británico Anthony Dod Mantle, es conocido por sus colaboraciones en Dogma, del pionero Lars Von Trier, como así también en las películas visualmente llamativas Rush, de Ron Howard, y ¿Quién quiere ser millonario?, de Danny Boyle, por la cual ganó un Premio de la Academia.
"Tenía cierto recelo de lo digital", admite Stone. "Siempre preferí trabajar sobre la película y utilizar lo digital solo para lo estrictamente necesario, por ejemplo, en los seis documentales que realicé. Anthony ama lo digital, por lo cual funcionó bien. Es un camarógrafo increíble. Es divertido trabajar con él y siempre se muestra bien predispuesto para experimentar."
Mantle utilizó una amplia variedad de cámaras y formatos en Snowden , además de la cámara estándar Alexa ST que se utiliza en la industria. Trabajó con cámaras de todo tipo, desde Leicas especialmente adaptadas para utilizarlas con objetivos de distancia focal fija hasta las mismas cámaras ocultas que utilizó en la película Rush. La relación que el director de fotografía tiene con la empresa ARRI de Munich le posibilitó a Stone acceder a un nuevo prototipo 6k que la compañía diseñó como el equivalente digital de la cámara cinematográfica de 65mm.
La principal preocupación de Stone era crear un mundo lleno de computadoras en algo cinematográfico. "Anthony sacó el tema varias veces", comenta Stone. "Él decía: ʻ¡Es pura palabrería, Oliver! Esto es una computadora, ¿qué demonios hacés?ʼ"
El plan fundamental consistía en mantener las cosas simples sin sacrificar la veracidad, según Stone, mediante el diseño de una variedad de ángulos diferentes, primeros planos y un color único que ayudaran a que las escenas se mantuvieran vivas. Asimismo, la intensidad extra ofrecida por la cámara de 65 mm de altísima resolución marcó una diferencia, expresa el director.
La producción se enfrentó con una preocupación que la mayoría de los productores no tienen que ocuparse. La historia del último hacker podría ser un imán para otros hackers, ya sea dentro o fuera del gobierno. El productor Eric Kopeloff, quien colaboró con Stone en varias películas, expresa que no tiene dudas de que había varias partes interesadas observándolos. "Uno hace este tipo de películas y mira hacia atrás cuidándose la espalda, pero uno no puede vivir con temor."
La seguridad y codificación pasaron a ser asuntos primordiales para la producción. "Tomamos medidas extraordinarias", comenta Stone. "Cerramos nuestro sistema de computación. Nunca nos conectábamos en línea sin propósito alguno. Contábamos con entregas en mano del guión, el cual a veces era entregado por partes. Y teníamos una cierta cantidad de codificación. Si un actor necesitaba leer el guión en algún punto del planeta, se podía autorizar que el guión estuviera disponible en pantalla en un cierto lugar y en un horario determinado."
La información se creó dentro de un ambiente lo más analógico posible. La producción se encargó de verificar que en las oficinas no hubiera micrófonos ocultos. "Realmente pensaba que la NSA nos dejaría en paz", dice Stone. "Creo que está hecho desde una perspectiva humana y no faltando el respeto delante de sus narices."
La historia de Edward Snowden está lejos de ser una historia terminada, reconoce Stone. "Actualmente, Edward se encuentra trabajando en programas de reforma que tratan asuntos de internet. Comenta sobre los avances diarios de manera permanente. Tiene una cuenta en Twitter y allí se expresa. ¿Se le puede ofrecer un juicio justo en los Estados Unidos? Uno duda acerca de esto, teniendo en cuenta los cargos que el señor Obama y el Departamento de Justicia presentaron en su contra y en contra de otras siete personas en virtud de la Ley de Espionaje. Representa un precedente peligroso para nuestro país."
Stone compara los problemas que las acciones de Snowden ocasionaron con otra lucha vigente sobre los derechos individuales. "Qué sucedería si te dijera que te privaría de tus derechos civiles, no necesitas del derecho a la libertad de expresión, o del derecho a la privacidad, o de protección ante un allanamiento o captura, ya que tu vida es más importante que lo mencionado, y tenemos la obligación de proteger tu vida a cualquier costo por el bien público. Esto suena como una conclusión terrible, pero es falsa, porque al final del día te hace completamente un esclavo del estado, y uno tiene que creer todo lo que dicen. Dada la historia de mentiras que nos han contado los gobiernos, deberíamos sospechar mucho de lo que la NSA y el Gobierno nos cuentan."
Stone no tiene ilusiones de que su película cambie el mundo. "Mi meta aquí se trataba simplemente de contar una historia sólida y dramática", dice Stone. "Quizás algunos no la comprendan. Somos un país que ama las películas de acción en vivo que son éxitos de taquilla y la violencia. En la película no hay tiroteos ni persecuciones, sino que pone la atención en la vida real de Edward Snowden, quien aún sigue siendo joven, lleno de vida y vibrante. Tiene muy buenas -y muy bien pensadas- ideas sobre cómo los Estados Unidos se puede proteger, ya que él realmente se ocupa de ello. Los Estados Unidos tiene un derecho de defensa, pero la diferencia entre usar dicho derecho para proteger el interés de nuestra nación y no abusar de él es un gran problema para Snowden. Concuerdo plenamente. La pregunta es: ¿hasta qué punto se puede hacer cumplir dicho derecho?"
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