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A la deriva (2018): Sinopsis, reparto, ficha, critica: Adrift

A la deriva (2018): Sinopsis, reparto, ficha, critica: Adrift

SINOPSIS

A la deriva se basa en la inspiradora historia real de dos espíritus libres cuyo encuentro casual los lleva primero al amor y luego a la aventura de sus vidas.

Los dos ávidos marineros emprenden un viaje a través del océano, pero Tami Oldham (Woodley) y Richard Sharp (Claflin) no pudieron anticipar que estarían navegando directamente hacia uno de los huracanes más catastróficos de la historia.

Luego de la tormenta, Tami despierta y descubre que Richard está gravemente herido y su barco en ruinas.

Sin esperanza de ser rescatados, Tami debe encontrar la fuerza y la determinación para salvarse a sí misma y al único hombre que ha amado.

Esta película narra la inolvidable historia sobre la resiliencia del espíritu humano y el poder trascendente del amor.

Protagonizada por Shailene Woodley (Bajo la misma estrella, la saga Divergente) y Sam Claflin (Yo antes de ti, la saga Los juegos del hambre), A la deriva está basada en una inspiradora historia real de una pareja que se embarcó en un viaje por el océano, desde Tahití a San Diego.

CRÍTICA

A la deriva es la enésima película que nos llega sobre supervivencia marina, por lo tanto todo lo que vamos a ver ya no es ni sorpresivo ni angustiante, excepto que esta película sea tu primera experiencia con este tipo de género.

En este caso se mezcla el drama con el amor, ya que se cuenta el nacimiento del romance de la pareja protagonista, pero todo lo que sucede en la parte que tiene que ver con la catástrofe ya está tan vista que en sí no tiene nada que aportar, pues como si fuera poco, se hizo abuso de todos los clichés conocidos.

Una historia basada en hechos reales con más romance que adrenalina, y más aburrida que entretenida

Cintia Alviti

¿Y vos que opinás de A la deriva?


En este artículo podés leer porque mis críticas no contienen calificación, sinopsis o detalles técnicos

PREPARACION DE SHAILENE WOODLEY

La actriz Shailene Woodley tuvo que reflejar cómo su personaje se veía luego de estar más de un mes perdida en alta mar, como consecuencia de que su barco fuera destrozado por un enorme huracán. Para ello, Woodley se sometió a una extrema dieta que consistía en consumir solamente 350 calorías por día. "Durante las dos últimas semanas de rodaje comía una lata de salmón, un poco de brócoli hervido y dos yemas de huevo por día - 350 calorías. Fue terrible", contó la actriz.

Este plan alimenticio que ocurría en el detrás de escena, reflejaba lo que se estaba viviendo en pantalla, ya que Tami Oldham, el personaje de Woodley en su lucha por sobrevivir, racionaba el poco alimento que aún quedaba en el barco, como mantequilla de maní y latas de conservas, mientras trataban desesperadamente de llegar a tierra.

El aspecto físico no fue lo único sobre lo que trabajó Shailene Woodley. Se preparó antes del rodaje para perfeccionar sus habilidades náuticas: "Me encanta nadar, y el agua es algo que me apasiona y con lo que estoy muy conectada. Tenía mucha práctica con el agua, pero ninguna con la navegación. Estuve alrededor de un mes antes de la producción en Hawai aprendiendo cómo navegar en diferentes tipos de embarcaciones. Cuando llegué a Fiyi, navegué durante aproximadamente otro mes más antes de que comenzara el rodaje".

LA HISTORIA QUE INSPIRÓ LA PELÍCULA

A la deriva comenzó con la increíble historia real de perseverancia, coraje, tragedia y, sobretodo, el poder sanador del amor que experimentó Tami Oldham Ashcraft. En su libro Red Sky in Mourning: A True Story of Love, Loss and Survival at Sea (del inglés "Cielo rojo en duelo: una historia real sobre el amor, la pérdida y la supervivencia en el mar"), plasmó los angustiosos acontecimientos de su travesía de 41 días tras el naufragio. El título hace alusión al viejo dicho "Cielo rojo vespertino, la esperanza es del marino; cielo rojo al amanecer, el mar se ha de mover. Pero en 1983, la sabiduría de ningún marinero podría haber preparado a Tami o a su prometido, Richard, para atravesar el huracán que cambió de rumbo y se abalanzó sobre su pequeño velero.

Ashcraft escribió el libro diez años después del accidente, junto con la coescritora Susea McGearhart, y tardaron cuatro años en terminarlo. Dos de los muchos fanáticos de la novela eran los guionistas, Aaron y Jordan Kandell, quienes la descubrieron cuando investigaban historias ocurridas en altamar, a raíz de su amor por el océano.

"Nacimos y crecimos en Hawai y siempre hemos estado en contacto con el agua. Crecimos haciendo surf, kayak, remo y buceo. El océano es parte de lo que somos. Tuve la suerte de entrenar en la famosa canoa polinesia Hokule'a, fue mi introducción a la navegación y despertó mi interés en lo que significa estar en las profundidades del océano y el modo en que las condiciones extremas te enseñan quién eres y te llevan a descubrir qué tipo de persona eres", explica Aaron.

"La historia de Tami la descubrimos cuando estábamos escribiendo una película de ficción sobre una aventura de supervivencia en el mar. Habíamos adoptado un enfoque muy periodístico en la investigación y, de pronto, nos topamos con el relato de Tami", continúa Jordan. "Nos quedamos despiertos toda la noche leyendo el libro. Es una historia tan poderosa y emotiva que instantáneamente pensamos que teníamos que transmitirla. Consideramos que esa historia real tan increíble era mejor que cualquier cosa que pudiéramos inventar. Al día siguiente, intentamos localizar a Tami para ponernos en contacto con ella y escuchar la historia de primera mano y buscar su colaboración y participación".

Los Kandells viajaron a la casa de Tami en las Islas San Juan, donde ella compartió sus recuerdos, diarios y fotografías, ofreciéndoles una comprensión mucho más profunda, íntima y matizada de su historia de amor con Richard y su angustiosa experiencia en el mar. "Tami es una mujer inspiradora y una narradora impresionante. Para nosotros era importante contar con su visto bueno y también trabajar en estrecha colaboración con ella para representar su voz y su historia de forma auténtica".

El mismo día que los Kandells se dispusieron a escribir el guion, fueron contratados para trabajar en otra historia cuyo tema era similar: Moana. Tanto A la deriva como Moana cuentan la historia de una mujer joven que siente la llamada del mar y vive una aventura épica con un marinero más experimentado, y finalmente quedan atrapados en una tormenta.

El día en que terminaron Moana, los hermanos Kandell volvieron a trabajar en A la deriva . Después de escribir el primer borrador, se lo enviaron a su amiga, Shailene Woodley, a quien siempre tuvieron en mente para el papel de Ashcraft. "Conocíamos a Shailene de su labor en Los Descendientes, que se rodó en Hawai. Estuvimos en el set durante la mayor parte de la filmación y entablamos amistad. Luego, Aaron tuvo la suerte de estar en Pittsburgh el año en que ella rodó Bajo la misma estrella, explica Jordan.

"Fue una coincidencia, pero también fue cerca de cuando descubrimos la historia de Tami. Mientras veíamos a Shai desarrollarse como una increíble actriz, a la par estábamos desarrollando esta historia. Así pues, la escribimos con ella en mente. Ni bien conocimos a Tami, nos recordó mucho a Shai", continúa Aaron.

"Sí, en su gran fortaleza, en su espíritu libre y en su disposición para llevar un tipo de vida diferente, tras otros horizontes y un camino propio. Así que cuando terminamos de escribir, ella

fue la primera persona a la que se lo enviamos, esperando que le encantase y, afortunadamente para nosotros, fue lo que sucedió", agrega Jordan.

SHAILENE, "ABORDO"

De hecho, Woodley no respondió de inmediato, pero por una buena razón: la actriz y activista había sido arrestada el Día de los Pueblos Indígenas por participar en una protesta pacífica contra el oleoducto Dakota Access.

"Recibí el guion por email el día que fui arrestada y se perdió en mi bandeja de entrada. Un mes después, mis agentes me llamaron y me preguntaron si conocía a Aaron y Jordan, y les dije: "¡Por supuesto! Son mis amigos de Hawai". "Me dijeron que habían escrito un guion estupendo y que me lo habían enviado, y me preguntaron si lo había leído, y entonces me di cuenta de que se había perdido completamente en mi bandeja de entrada", recuerda Woodley.

Mientras tanto, el director Baltasar Kormákur había leído el guion y, al igual que los Kandells, había imaginado a Shailene Woodley en el papel de Tami Oldham. Con la esperanza de que Woodley aceptara protagonizar la película, Kormákur firmó como director y productor.

A Kormákur le atraía mucho la experiencia que Tami había vivido y, sobre todo, le atraía la oportunidad de trabajar con Woodley para contar esta historia. "Nunca había hecho una película con una mujer a la cabeza y me gustaba la idea de que una joven y fuerte fuera la heroína de la historia, y pensé que Shailene era perfecta para el papel. También pensé que la historia de amor era muy poderosa, especialmente la forma en que se contaba. Tenía la esperanza de hacer un romance dramático, que explorara la fuerza intrínseca del amor verdadero de una manera única", dice Kormákur.

Para ese entonces, Woodley había leído el guion y estaba abordo. "Me cautivó por completo, tanto Tami como su historia de amor. Sentí la conexión entre Tami y su prometido, Richard", comparte Woodley.

Kormákur era el director perfecto para A la deriva . Es un excelente marinero, y entre sus películas figuran la islandesa The Deep y, la más reciente, Everest. Tiene experiencia en la dirección de historias de supervivencia. Al igual que esas dos películas, A la deriva era mucho más que una película de catástrofes naturales.

"Me gusta navegar y, cuando era más joven, competía, por lo que me sentí atraído por el material. Me gustó la estructura, el modo en que se desarrolla en el pasado y afecta a la historia en tiempo real, la yuxtaposición de una relación reflejada en los mejores y en los peores momentos. Pensé que se trataba de una interesante mezcla de géneros: una buena historia de amor generalmente necesita un conflicto, y el accidente en el mar, por supuesto, lo proporciona. El elemento de encontrarse en medio de una situación peligrosa y del amor que los ayuda a sobrellevarla fue lo que me resultó interesante", explica Kormákur.

EL DESARROLLO DE LA HISTORIA

A medida que se acercaba el momento de comenzar la filmación de la película, Kormákur colaboró estrechamente con Woodley. "Estaba sumamente involucrada", cuenta el director, "Trabajamos mucho juntos. Para mí su opinión era fundamental. Sabía que ella era capaz de interpretar a una mujer fuerte, con corazón e intensidad. Pero, al tratarse de una película sobre una joven, y yo soy un hombre, un dinosaurio (esa es probablemente la palabra correcta ahora), pensé que era importante contar con el apoyo y la participación de alguien que tuviera un mejor conocimiento y comprensión de lo que es ser una mujer de 23 años".

"Balt es una de las personas más colaboradoras con las que he trabajado", comenta Woodley. "Tiene un punto de vista sólido y lucha por lo que cree, pero también respeta tus elecciones y quiere saber tu opinión. Tener a alguien así al mando, que agradece la opinión de todos, es maravilloso. El guion es genial, pero él quería que yo aportara mi perspectiva al papel. Me preguntaba mi punto de vista y me escuchaba. Lo que más me interesaba era cuidar y honrar la historia real de Tami, que era tan rica y tan profunda, que quería asegurarme de que estuviéramos representando honestamente lo que sucedió. Él sentía exactamente lo mismo, por lo que le estoy sumamente agradecida", explica Woodley.

Con ese fin, el guionista David Branson Smith (Ingrid Goes West) se unió al equipo para afinar el guion aún más, escudriñó en lo más profundo de la historia de Tami y reflejó las contribuciones de Woodley y sus discusiones con Kormákur.

EN BUSCA DE RICHARD

El carismático novio de Tami, Richard, es el motivo del desafortunado viaje en velero y, posiblemente, de la perseverancia de Tami, debido a su amor por él. El vínculo entre ellos era muy poderoso, casi desde que se conocieron. En su libro, ella escribe sobre la primera vez que se vieron: "Creí que me iba a dar un patatús. La sangre se agolpó en mis mejillas. Ay no, ese sonrojo revelador otra vez, pensé. Pero no había nada que pudiera hacer para evitarlo... Sin duda, me estaba haciendo sentir lo que ningún hombre me había hecho sentir antes".

"Estudié bastante a Richard", recuerda Kormákur. "Los Kandells entrevistaron a un amigo suyo, lo que me ayudó a entender el tipo de persona que era. Tenía una fuerza tranquila y magnetismo, pero también era meticuloso, un caballero, sensible, de voz suave. No le gustaba correr riesgos; era más bien un planificador, un navegador, y ella era más atrevida que él. Me gustaba la energía entre ellos, eran muy diferentes, pero hacían muy buena pareja. Cuando comenzamos a considerar a Sam para el papel, él estaba trabajando en Tasmania, por lo que nuestro primer contacto fue por teléfono, y sentí que estaba hablando con Richard. Era perfecto para el papel". Antes del rodaje, Woodley y Claflin ensayaron juntos durante dos semanas en Fiyi, lo que consolidó su vínculo.

"Fue muy útil. Inmediatamente sentimos la química entre los dos. Algo hizo clic entre nosotros. Fue genial conocerlo fuera del entorno de trabajo, y poder repasar el guion. Al trabajar con Balt, revisamos cada escena para asegurarnos de que los personajes se desarrollaran de la manera en que todos los veíamos. Hubo una veracidad en nuestra relación que se transformó en química, basada en el modo en que experimentamos a los personajes antes de embarcarnos", recuerda Woodley.

Ella añade: "Sam Claflin es lo más. Es, sin lugar a duda, la persona más trabajadora, más generosa, compasiva, amable, cariñosa, entusiasta y bella con la que he trabajado, ya sea hombre o mujer. Los elementos con los que estábamos trabajando no eran fáciles, ya que rodábamos en un barco en mar abierto durante 14 horas al día. Nunca se quejó. Nunca manifestó estar cansado. No sólo es muy profesional, sino también muy creativo y divertido".

El romance entre Richard y Tami fue lo que atrajo a Claflin al proyecto y se convirtió en su piedra angular durante el rodaje. "Siempre abordo el guion a partir del personaje que voy a interpretar, pero lo sorprendente de esto fue que también comencé a leerlo a través de los ojos de Tami, porque su conexión era muy intensa. Me enamoré de ellos y sentí empatía por ellos. Después de investigar un poco más, la historia se volvió aún más interesante para mí. Y, por supuesto, sabía que sería fácil enamorarse de Shailene, y así fue", dice Claflin.

FILMANDO Y FLOTANDO: DESAFIANDO LOS LÍMITES

Kormákur, ávido amante de la naturaleza, aborda la filmación con su usual espíritu herzogiano y, para representar las terribles circunstancias a las que la pareja se enfrenta, el director quería rodar cámara en mano tanto como le fuera posible, sobre un velero en el océano, pero nunca pidió a los actores que hicieran nada que él no pudiera hacer, algo que Claflin particularmente apreció.

"Baltasar es, literalmente, un vikingo. Es el hombre que te gustaría tener al mando en una película, especialmente, una como ésta. Le apasiona la Madre Naturaleza; por lo tanto, estaba en su medio natural. Por eso creo que Everest fue una película maravillosa, porque hizo que los actores vivieran realmente la experiencia. Tanto para Shailene, como para mí, fue increíble y muy valioso hacer nuestro propio viaje, en realidad él quería que supiéramos lo que estábamos haciendo. Es una fuerza de la naturaleza en sí mismo, que no solo quería que nosotros experimentáramos todo, sino que él también quería experimentarlo con nosotros. Tiene mucha resistencia y paciencia, y hacía que todo pareciese tan fácil que me decidía a hacerlo yo también. Él sabía lo que quería, pero también daba lugar a nuestras contribuciones. Tampoco tenía miedo de llevarnos al límite, porque sabía que podíamos. Todos dimos lo mejor gracias a él", recuerda Claflin.

A lo largo de gran parte de la película, Tami, el personaje de Woodley, que es una experta marinera, intenta llevar el bote dañado a un lugar seguro, incluso estando gravemente herida. Woodley se preparó antes del rodaje para perfeccionar sus habilidades náuticas.

"Me encanta nadar, y el agua es algo que me apasiona y con lo que estoy muy conectada. Tenía mucha práctica con el agua, pero ninguna con la navegación. Estuve alrededor de un mes antes de la producción en Hawai aprendiendo cómo navegar en diferentes tipos de embarcaciones. Cuando llegué a Fiyi, navegué durante aproximadamente otro mes más antes de que comenzara el rodaje".

Dominar la destreza marinera de Tami fue solo una parte de la preparación de Woodley. Ashcraft fue la estrella que guió a Woodley y Kormákur. "Su libro fue la mejor guía. Lo leí un par de veces. Quería entender su perspectiva y su forma de pensar, y el libro me ayudó muchísimo. Se convirtió en nuestro esquema de base durante el rodaje, todos los días, cuando estábamos a punto de hacer una escena, revisaba el libro junto con el guion. Hacíamos referencia a la escena del libro para asegurarnos de que estábamos siendo lo más fieles posible", recuerda Woodley.

LA TAMI REAL

Cuando estábamos cerca de la mitad del rodaje, la propia Tami visitó el set. "Fue increíble conocerla finalmente, pero también yo era muy consciente de lo emocional que debía ser la experiencia para ella, el trauma de estar atrapada en el mar. Es una persona tan sensible y fuerte que parece haber aceptado la película sin reparos. Espero que a través de esta experiencia también haya encontrado paz", comparte Woodley.

"Una de las primeras cosas que me dijo fue: 'Me recuerdas mucho a él', lo cual fue un momento muy especial para mí", señala Claflin. "Contar con su aprobación fue muy importante para mí".

"Tenerla cerca y que aprobase la película fue aleccionador", agrega Kormákur. "Supuso un delicado equilibrio emocional en muchos niveles, no estábamos haciendo un documental, estábamos haciendo una película, pero todos somos seres humanos. Tratamos de lograr el equilibrio correcto y todos, tanto el reparto y como el equipo, sentíamos que se merecía el mejor de nuestros esfuerzos. Es una persona maravillosa y nos sentimos honrados de que quisiera formar parte. Sinceramente, espero que le agrade".

"Hay una palabra en idioma hawaiano, pono, que significa 'justo', lo que aplica mucho a Tami. Nos sentimos muy afortunados de ser los barcos a través de los cuales su historia es contada al mundo. Obtener su aprobación significó todo para nosotros", dice Jordan Kandell.

Tami describe el proceso de hacer una película sobre la experiencia que cambió su vida como algo "emocional y surrealista", pero gratificante.

"Fue un sueño hecho realidad, ver todo el arduo trabajo, la dedicación y el cuidado que todos volcaron. Todo para contar mi historia. Fue maravilloso cuando Shailene levantó la mano y dijo que haría la película; para mí es perfecta, con un espíritu muy atento y generoso.

Y después, cuando Sam también aceptó, fue genial. Es asombroso lo mucho que se parece a Richard, porque tiene esa actitud carismática que tenía Richard. Creo que el universo nos envió a Sam para interpretar a Richard. Estuve en contacto con los Kandells de forma intermitente durante cinco años mientras trabajaban en el guion. Baltasar fue la única opción en cuanto al director, no solo por su formación como marinero y cineasta, sino también porque es un ser humano amable y complaciente. Cuando llegué al set y vi a Shailene y al velero Hazana destrozado, fue una experiencia increíble. Algo golpeó mi corazón. La experiencia en ese momento me hizo comprender que tenía una fuente de fortaleza interior y una voluntad de vivir que no había reconocido antes. Pero ver todo de nuevo también recalcó la suerte que en realidad tuve de sobrevivir".

NATURALEZA VS. CINE: LA CAPTURA DE UNA HISTORIA AUTÉNTICA

A la deriva se rodó durante 49 días, principalmente en localizaciones en Fiyi, con algunas semanas en estudio en Nueva Zelanda. La mayor parte de la filmación se llevó a cabo en aguas abiertas en Fiyi.

"Hay que tener valor para experimentar este tipo de historias verdaderas del ser humano contra la naturaleza. O en este caso, la mujer contra la naturaleza. Creo que ese tipo de autenticidad le llega al público, y ayuda a todos, al reparto y al equipo técnico, a relacionarse con la historia, con las emociones. Estás en un barco en el vasto océano mientras las olas golpean, entre 12 y 14 horas al día: eso no se puede fingir. Nos da una idea de lo que esta experiencia debió ser para Tami y Richard. Especialmente a los actores, los despoja de lo esencial", dice el director. Kormákur iba con ventaja, en el sentido de que es un marinero habilidoso, y estaba cómodo en el agua como solo una persona proveniente de una isla podría estarlo.

Tampoco se vio afectado por los rigores del océano el renombrado director de fotografía Robert Richardson, a quien Kormákur considera un alma gemela en todos los niveles. "Cuando me manifestó su interés en filmar A la deriva, yo estaba encantado. Sinceramente, volcó todo su esfuerzo, y también me presionaba a mí, de la mejor manera. Hacía todo lo posible para sacarme al agua regularmente, lo cual, por supuesto, me encantaba. Es algo egoísta de mi parte, quiero vivir la vida al máximo, no quiero sentarme y verlo por la tele, y él pensaba igual. Probablemente nunca haya rodado con alguien tan cercano a mi propia forma de ver las cosas. Fue un desafío y, a la vez, un placer total", dice Kormákur.

Parte del desafío que suponía rodar en el agua era que las técnicas tradicionales de rodaje no siempre son las más efectivas, lo que significó que Kormákur y Richardson tuvieran que ser flexibles e ingeniosos.

"Sí, no puedo especificar cuántos equipos y cámaras perdimos", bromea Kormákur. "A decir verdad, una de las mejores tomas se rodó de barco a barco. Nos las arreglamos para navegar un Technocrane, pero un día se rompió. Obviamente no podíamos volver a establecernos con otro, así que Bob dijo, 'Filmemos nomás, las olas son geniales', y se sentó en la proa del barco y rodó. Es un cineasta apasionado y muy colaborativo, y literalmente se expone a sí mismo, colgando de los barcos y siempre elevando las tomas", comparte Kormákur.

Kormákur y Woodley coincidieron con el compromiso de Richardson con la aventura "Outward Bound" de A la deriva ejemplificada por la locación de una garganta de un río, un acantilado y la innegable influencia de la naturaleza en el rodaje.

"Tienes tus ideas, puedes hacer un guion gráfico y todo lo que quieras pero, al final, tienes que dejar que la naturaleza dicte cómo será el rodaje... y generalmente ocurre algo interesante. Un día teníamos planeado filmar una parte importante de la historia de amor en la que Shailene salta desde un acantilado al río. Habíamos elegido la locación perfecta y lo teníamos todo planeado, pero el nivel del agua cambia todo el tiempo y cuando se acercaba el día del rodaje, era evidente que el agua no sería lo suficientemente profunda. Así que buscamos otro lugar. El equipo de especialistas pensó que sería seguro, pero era un poco más difícil llegar hasta allí", recuerda Kormákur.

Según explica Woodley, "Un poco más difícil llegar hasta allí" es quedarse bastante corto. Para llegar a ese lugar tuvimos que caminar 25 minutos y luego tuvimos que navegar en balsa por un río, toda la tripulación, con cascos. Parecía que estábamos de vacaciones en familia, excepto que el equipo también tenía que llevar bolsas con los equipos. No dieron una charla de seguridad en la que nos dijeron: 'Si te golpeas con una roca, date la vuelta, así flotarás río abajo hasta que podamos ir a rescatarte'. Son como esos programas que la gente paga para hacer los fines de semana. Y luego llegamos y tuvieron que construir una grúa para rodar la escena. Esperamos en un banco de arena, mirando los rápidos de aguas blancas y los cañones mágicos. Finalmente, continuamos por el río y llegamos al pico donde saltábamos el acantilado y filmamos la escena. Recuerdo que me cambié encima de una de las rocas mientras nuestro departamento de vestuario me cubría con unas toallas... este día fue uno de esos que hicimos todo lo que se pudo. Para llegar a casa, al final de la noche, el equipo de dobles colocó unas cuerdas a lo largo de los rápidos para que todo el equipo se aferrara a ellas mientras caminábamos río arriba. Parecía una carrera de obstáculos... la aventura más bella y emocionante", explica Woodley.

MOMENTOS MÁGICOS EN LA LOCACIÓN

El salto desde el acantilado hasta el río propiamente dicho fue muy emocionante. La escena ilustra el vínculo entre Tami y Richard y lo diferentes que son sus personalidades, ya que él se muestra reacio a saltar mientras que ella se muere por saltar y trata de convencerlo. Guiados por el equipo de dobles, Woodley, Claflin y Kormákur (e incluso algunos miembros del equipo) saltaron. "Fue un día increíble y, al final, saltamos del acantilado tres o cuatro veces. Todo el equipo se involucró. No hay nada mejor que eso. Eso es lo maravilloso de trabajar con Balt, todo se hace en el entorno real, siempre que sea posible", dice Claflin.

La naturaleza contribuyó a la increíble experiencia de rodaje de A la deriva. Woodley comparte, "Hay tantos momentos favoritos para mí, que me es imposible elegir solo uno. Otro día mágico, estábamos en el barco, rodando. Una manada de cientos de delfines rodeó nuestro bote y se quedaron allí cerca bastante tiempo. Fue tan profundo y hermoso, que hasta se podría decir, espiritual. Otro día teníamos que ir a caminar a una isla remota. Las vistas del océano y del mar eran espectaculares. Cada día, todo era un tipo diferente de tesoro, incluso los días en que nos sentíamos miserablemente mareados".

Woodley también desarrolló un afecto genuino por Fiyi y su gente. "Me siento bendecida de haber llegado a conocer la cultura fiyiana, la comunidad fiyiana, y siento mucho respeto por ellos. La comunidad, la familia y los amigos son la base de toda su cultura, según mi experiencia. La forma en que realmente priorizan sus valores compartidos y la sociedad es extremadamente especial. El lugar, por supuesto, es impresionante y tuvimos el privilegio de visitar diferentes áreas remotas. Pero para mí, el verdadero regalo fue su sincera bondad, su deseo de ayudarnos a conocerlos, mostrarnos", señala Woodley.

EL RODAJE EN FIYI: ESFUERZO EN COMÚN

Los fiyianos son, por supuesto, expertos marineros, lo que fue de gran ayuda para rodar A la deriva. Debido a los requisitos náuticos, la producción incluyó a un "coordinador marino", que fue Neil Andrea, quien realizó tareas similares en Dunkerque y Kong: Skull Island, por nombrar algunos. A diario, Andrea organizaba la logística de la filmación en aguas abiertas que dependía en gran medida de una armada diversa pero efectiva.

"A esto lo llamamos cine analógico, donde el uso del barco es funcional. Un día típico comenzaba movilizando a todo el equipo, completo, desde el servicio de artesanía hasta el departamento de cámara, que debía transportarse en embarcaciones particulares, configurarse y estar listo para rodar. Para A la deriva, utilizamos una gran cantidad de embarcaciones locales para transportar equipos y personas. Era una mezcla de botes inflables rígidos, botes largos, esquifes y botes de aluminio de paredes duras. También utilizamos tripulantes y capitanes fiyianos locales, así como sus embarcaciones. Definitivamente, fue una ventaja contar con su experiencia y conocimiento de la ubicación, ya que no era un área donde las embarcaciones comerciales podían transitar con facilidad, había arrecifes y otros obstáculos con los que ellos estaban muy familiarizados, y por todo eso fue muy útil para nosotros", relata el coordinador marino, Andrea.

Armar la coreografía del régimen de rodaje diario implicaba una danza complicada en la que se transportaba al personal de un lado a otro, permitiendo a la tripulación estar lo suficientemente cerca para hacer su trabajo y llegar al barco rápidamente si fuera necesario, pero a la vez estar lo suficientemente lejos como para que la cámara de Richardson capturara la gran extensión de mar sin que nadie entrase en el plano. Además, nunca supusimos que A la deriva sería una excursión de barco tranquila.

"Nuestro director, Baltasar, es conocido por hacer películas en condiciones extremas, como Everest y la película islandesa The Deep. En A la deriva, si bien hay partes maravillosas en las que Tami y Richard navegan, la película gira en torno a un huracán, que tratamos de recrear en aguas abiertas. No estábamos recreando un día perfecto en la playa; estábamos representando una catástrofe, así que necesitábamos superar los límites de los mares, el clima y el medio ambiente. Hay una delgada línea entre contar la historia con la mayor precisión posible y mantener a todos a salvo, y logramos hacer ambas cosas", dice Andrea.

Por supuesto, algunas de las escenas de los huracanes y las posteriores eran demasiado peligrosas para lograrlas en aguas abiertas, por lo que esas tomas las hicimos en estudios en Nueva

Zelanda y luego fueron mejoradas por el supervisor de efectos visuales Dadi Einarsson y su equipo en RVX Studios en Islandia. Una de las estrellas más importantes de la película, el velero condenado Hazana, apareció en Fiyi y Nueva Zelanda. El productor ejecutivo, Ralph Winter, explica la tarea de recrear una serie de réplicas amigables para la cámara.

"Compramos un barco para que representara al Hazana, que era un poco más grande que el real, lo cual nos dio más espacio para mover la cámara. Pero la mala noticia era que no pudimos encontrar un segundo barco igual. Así que improvisamos diferentes versiones. Hicimos uno en estado de demolición que podría funcionar en mar abierto. Y luego construimos un interior que también estaría lleno de agua; lo usamos en Nueva Zelanda, donde construimos un tanque exterior", explica. "Por lo que tuvimos que adaptar todo para que se pudiera trabajar en aguas abiertas o en un tanque exterior. Queríamos ver el listado del piso, para ver la gravedad, el agua dentro del casco, así que, ya sea en Fiyi o en Nueva Zelanda, una constante para nosotros en este escenario era estar mojados. Chapoteábamos en aguas abiertas o estábamos empapados en un set".

LA RECREACIÓN DE LA TORMENTA

Para imitar el mar embravecido y la fuerza del huracán, el equipo montó diversas iteraciones de Hazana en pantalla verde, irónicamente, lo peor de la tormenta también fue la fase más seca, en términos del calendario de rodaje.

"Para los momentos más dramáticos y violentos, colocamos el Hazana en una base controlada por movimiento que nos permitió hacer movimientos repetibles en varios ejes para simular las condiciones extremas de la tormenta que no podríamos haber hecho en aguas abiertas. Todo esto lo hicimos en estudio, seco en vez de mojado… bueno, relativamente seco", explica Winter.

Einarsson tomó esas imágenes y le agregó el devastador huracán, en un entorno generado por computadora. "Teníamos una mezcla de responsabilidades, desde mantas rayas y otras criaturas hasta el mismo patrón en el cielo, por lo que la continuidad es correcta. Nuestra misión principal era crear la secuencia de la tormenta y un océano generado completamente por computadora. Es un momento crucial en la película, obviamente. Comenzamos con una versión de baja resolución de un océano y un yate. Podíamos jugar con ángulos y previsualizar lo que podría ser la secuencia, pero finalmente eso se convirtió en una colaboración de efectos visuales, Baltasar y Bob Richardson", dice Einarsson.

Einarsson había colaborado con Kormákur desde 2010 y los dos comparten una facilidad en el trabajo. "La cuestión de rodar todo lo que sea posible en el entorno real es que aporta un matiz de realidad también en lo relativo a los efectos visuales, la esperanza es que Dadi y su equipo tuvieran una línea de base que pudieran aumentar, pero que siempre estuviera anclada al mundo real", dice Kormákur.

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ACERCA DEL REPARTO

SHAILENE WOODLEY (Tami Oldham/Productora) es conocida por su galardonada interpretación junto a George Clooney en la película nominada al premio de la Academia® The Descendants, del escritor/director Alexander Payne. Entre los tantos galardones que recibió por su labor en la película figuran los premios Independent Spirit® 2012 a la Mejor Actriz de Reparto, National Board of Review a la Mejor Actriz de Reparto, una nominación al Globo de Oro® y una nominación al premio Critics Choice.

Más recientemente, a Woodley se la vio en la aclamada serie de HBO Big Little Lies, con el director David E. Kelly y Jean Marc Vallee. La serie fue adaptada de la novela homónima de Liane Moriarty de 2014 sobre tres mujeres que se conocen como madres en una escuela local, y luego se enredan en los secretos de cada una. Woodley interpreta a 'Jane', una madre soltera cuyo problemático hijo es acusado por hacer bullying, papel por el que recibió una nominación al Emmy a la Mejor Actriz de Reparto en una Serie o Película y una nominación al Golden Globe a la Mejor Actriz de Reparto - Serie, Miniserie o Película de Televisión. El programa recibió elogios y reconocimientos por parte de la crítica, incluyendo un Emmy en la categoría Serie Limitada Sobresaliente y el Globo de Oro a la Mejor Miniserie o Película de Televisión. La serie está actualmente en producción de la 2da temporada.

En 2016, Woodley protagonizó junto a Joseph Gordon-Levitt en Snowden, de Oliver Stone, una aclamada película dramática sobre Edward Snowden, quien filtró información clasificada de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). La actriz interpretó a la chica de quien Snowden estaba enamorado, Lindsey Mills. La película fue estrenada en EE. UU. por Open Road el 16 de septiembre de 2016 y se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Toronto y tuvo estrenos internacionales en los Festivales de Cine de San Sebastián y Zurich.

Woodley solidificó su estatus como estrella en la versión cinematográfica de Divergent, para Lionsgate, basada en la popular serie de YA del mismo nombre de la autora de best sellers Veronica Roth. Woodley repitió su papel como 'Tris Prior' en la segunda y tercera entrega de la franquicia. La tercera película, Allegiant, se estrenó en 2016.

Woodley cambió sin problemas de su papel como la indomable 'Tris' para protagonizar la película aclamada por la crítica, The Fault in Our Stars, la adaptación cinematográfica de la novela sumamente popular de John Green, por la que Woodley obtuvo excelentes comentarios de los críticos más respetados del país y dominó la taquilla el fin de semana de estreno.

Antes de la franquicia Divergent, Woodley protagonizó en The Spectacular Now junto a Miles Teller. La pareja principal compartió el Premio Especial del Jurado a la Mejor Interpretación Dramática en el Festival de Cine de Sundance en enero de 2013, y Woodley fue nominada a un premio Gotham y a un premio Independent Spirit® a la Mejor Actriz.

Asimismo, protagonizó en la película dramática White Bird in a Blizzard, para el director Gregg Araki, que se estrenó en Sundance en enero de 2014.

Woodley comenzó su carrera a los 5 años, cuando empezó a trabajar en comerciales y luego consiguió su primer papel en televisión en el telefilme de 1999 Replacing Dad, protagonizado por Mary McDonnell, candidata al premio Oscar® en dos ocasiones.

Entre sus otros papeles se encuentra el de protagonista principal durante cinco temporadas de la serie de gran éxito del canal ABC Family The Secret Life of the American Teenager, el de protagonista en el popular telefilme de WB Felicity: An American Girl Adventure, producido por Elaine Goldsmith-Thomas y Julia Roberts, así como papeles recurrentes en Crossing Jordan, The O.C. y Jack & Bobby. También tuvo un papel principal junto a Ann Margaret y Matthew Settle en el telefilme A Place Called Home.

Woodley es una activista comprometida por la justicia social, una ambientalista acérrima y enfocada en descubrir formas de mejorar el mundo. En 2016, fue honrada junto a su madre por Global Green y recibió honores de Environmental Media Association e InStyle Magazine por su labor.

SAM CLAFLIN (Richard Sharp) ha trabajado en numerosos proyectos de prestigio desde que se graduó en la Academia de Música y Arte Dramático de Londres (LAMDA) en 2009 y cuenta con una selección de proyectos notables y maravillosos en su haber. Al actor se lo verá en el thriller psicológico de Jennifer Kent, The Nightingale. La película se desarrolla en el siglo XIX en Tasmania y sigue a una joven convicta que busca vengar el asesinato de su familia. Claflin actúa junto a Aisling Franciosi. La película se lanzará a fines de este año.

Asimismo, recientemente se anunció que Claflin estelarizará la película británica independiente The Corrupted, como el ex convicto 'Liam'. Basada en una historia real, la película se desarrolla en Londres y explora la corrupción entre los especuladores inmobiliarios, la policía y la autoridad local, durante la construcción del Parque Olímpico. Escrita por Nick Moorcroft, la película está dirigida por Ron Scalpello y coprotagonizada por Timothy Spall, Hugh Bonneville, Charlie Murphy y Noel Edwards. El estreno de la misma está previsto para el año próximo.

El último proyecto en el que se lo vio fue en la adaptación cinematográfica de la clásica obra de la Segunda Guerra Mundial de R.C.Sheriff, Journey's End, en el papel del Capitán Stanhope. Bajo la dirección de Saul Dibb, Claflin encabezó el reparto conformado por Asa Butterfield, Paul Bettany y Toby Jones. Anteriormente, se lo había visto en My Cousin Rachel junto a Rachel Weisz y Holliday Grainger. Dirigida por Roger Michell, la película está basada en la novela clásica de Daphne du Maurier. Además, se lo vio en la película de Lone Scherfig aclamada por la crítica, Their Finest, junto a Gemma Arterton y Bill Nighy.

En 2016 Claflin encarnó el papel principal de 'Will' junto a Emilia Clarke en la exitosa película Me Before You y, en 2015, se lo vio por última vez en el papel de Finnick Odair en Los juegos del hambre: Sinsajo - Parte 2. En la última película de la fenomenal saga, el actor volvió a encarnar el papel que interpretó en Los juegos del hambre: en llamas y en Los juegos del hambre: Sinsajo - Parte 1, en las que compartió cartel con Jennifer Lawrence, Liam Hemsworth y Josh Hutcherson.

En 2014, Claflin actuó en la película de Scherfig The Riot Club, basada en la obra teatral londinense Posh, junto con Max Irons, Douglas Booth y Holliday Grainger. Además, participó en Love, Rose, una película basada en la novela de Cecilia Ahern Where Rainbows End, una comedia romántica en la que vimos a Claflin y a la actriz Lily Collins como amigos y amantes, ambientada en Dublín y Londres. Ese mismo año, el actor y Jarred Harris protagonizaron The Quiet Ones, de la compañía Hammer.

En 2012, Claflin interpretó al príncipe William en el éxito de taquilla Snow White and the Huntsman, en la que compartió cartel con Kristen Stewart, Charlize Theron y Chris Hemsworth, a la que le siguió un papel menor en The Huntsman: Winter War. El año anterior, Claflin ya se había forjado un nombre gracias al papel del joven misionero Philip en Pirates of the Caribbean: On Stranger Tides.

Por otro lado, el actor ha participado en numerosos proyectos de televisión. En 2013 actuó junto a Hilary Swank en el drama de Richard Curtis para la BBC One, Mary & Martha. En 2012, Claflin interpretó a Jack en White Heat, un drama épico de la BBC que narraba las vidas de siete amigos desde 1965 hasta el día de hoy. También actuó en United, con David Tennant, Dougray Scott y Jack O'Connell.

En 2010 a Claflin se lo vio en la exitosa miniserie de Channel 4 Pillars of the Earth, una adaptación de la novela homónima de Ken Follet. En este drama, en el que también actúan Eddie Redmayne, Hayley Atwell e Ian McShane, Claflin interpreta el papel de Richard. El actor también participó en la adaptación aclamada por la crítica de la novela de William Boyd Any Human Heart, de Channel 4, que ganó un premio BAFTA a la Mejor Serie Dramática. Claflin interpretó al protagonista, Logan, de joven; un papel que compartió con Jim Broadbent y Matthew Macfadyen. Ese mismo año también participó junto a Sean Bean y Annabelle Wallis en The Lost Future, una aventura de ciencia ficción en la que representó el papel de Kaleb.

ACERCA DE LOS REALIZADORES

BALTASAR KORMÁKUR (Director/Productor) es un actor y cineasta cuyo trabajo abarca el teatro, el cine y la televisión. Nacido en Reykjavik, Islandia, se graduó como actor de la Academia de Artes de Islandia en 1990. Inmediatamente fue contratado por el Teatro Nacional de Islandia, donde trabajó como uno de sus principales artistas jóvenes hasta 1997. Durante los últimos dos años de su asignación, también dirigió varias obras ambiciosas, después de producir y dirigir producciones teatrales independientes muy populares, junto con sus proyectos con el Teatro Nacional.

En 2000, escribió, dirigió, actuó y produjo la película 101 Reykjavik, que se convirtió en un éxito internacional y obtuvo el premio Discovery en el Festival Internacional de Cine de Toronto. Variety lo seleccionó como uno de los 10 Directores dignos de ver, junto con Alejandro González Iñárritu, Christopher Nolan y otros recién llegados en ese momento. Poco después, Kormákur estableció Blueeyes Productions, a la que posteriormente llamó RVK Studios y desde entonces ha mantenido su enfoque en la escritura, la producción y la dirección de películas. Sus películas The Sea, A Little Trip to Heaven, Jar City y White Night Wedding tuvieron mucho éxito en Islandia y ganaron numerosos premios internacionales. The Deep, de Kormákur, que captura misteriosamente la trágica historia real del único sobreviviente de un barco de pesca volcado en la gélida costa islandesa, se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Toronto 2012 y fue preseleccionada para el premio de la Academia en lengua extranjera.

Desde 2008, Kormákur ha dirigido y producido varias películas no islandesas. Su más reciente fue la épica película de aventuras Everest, protagonizada por Jason Clarke, Josh Brolin,

John Hawkes, Michael Kelly, Sam Worthington, Emily Watson, Keira Knightly, Robin Wright y Jake Gyllenhaal. La película, lanzada de la mano de Universal Pictures, recaudó más de 203 millones de dólares a nivel mundial. Su primer proyecto estadounidense fue Inhale, una película independiente producida por 26 Films, con sede en L.A. La película, protagonizada por Dermot Mulroney, Diane Kruger y Sam Shepard, se estrenó en octubre de 2010. A ésta le siguió Contraband, protagonizada por Mark Wahlberg, Ben Foster y Kate Beckinsale, que ocupó el primer lugar en la taquilla de Estados Unidos durante el primer fin de semana a principios de enero de 2012. Contraband, producida por Working Title Films y Universal, era la nueva versión en idioma inglés de la película islandesa Reykjavik-Rotterdam, en la que Kormákur protagonizó y produjo junto con Agnes Johansen a través de Blueeyes Productions. Su siguiente película norteamericana, la comedia de acción 2 Guns, que estaba protagonizada por Denzel Washington y Wahlberg, junto a Paula Patton, Bill Paxton y Edward James Olmos, también ocupó el primer lugar en la taquilla en su primer fin de semana y llegó a recaudar más de 131 millones de dólares a nivel mundial.

Asimismo, Kormákur dirigió, co-escribió y protagonizó la película islandesa más reciente, The Oath, su primera vez frente a la cámara luego de ocho años. Protagonizada también por Hera Hilmar, The Oath recibió seis premios Edda y seis nominaciones al mismo premio. Además, produjo el drama de comedia islandés Virgin Mountain, dirigido por el cineasta islandés Dagur Kari. Por otra parte, produjo los subsiguientes thrillers islandeses Vultures y Mules. Kormákur y su productora RVK Studios también se aventuraron en la televisión con el drama crónico serializado Trapped, que obtuvo calificaciones récord y condujo a la segunda temporada, T rapped

2. Todas las películas de Kormákur se han realizado a través de RVK Studios, que también incluye una entidad de producción de VFX, RVX, liderada por Dadi Einarsson. Kormákur está actualmente expandiendo RVK Studios, que servirá no solo como su propio centro de producción, sino como un "polo creativo" dedicado al cine, la televisión y la producción, y a los artistas que conciben y generan estos proyectos.

Los hermanos gemelos AARON y JORDAN KANDELL (Coescritores/Productores) son guionistas, productores y periodistas independientes. Nacidos y criados en Hawai, los Kandells han pasado la mayor parte de su infancia en el agua, más que en tierra firme, por lo que no sorprende que el océano tenga un lugar tan destacado en su trabajo, Moana, de Walt Disney, y A la deriva, sobre todo.

En la actualidad, los Kandells están trabajando en Super Normal, una comedia original para Netflix, protagonizada por Josh Gad, Luke Evans y Daisy Ridley, y en una película de acción en vivo para Disney.

Los hermanos y sus guiones A la deriva y The Golden Record han aparecido en tres de las listas más importantes de la industria: Black List; Hit List, de Tracking Board, y en la lista Young and Hungry. Su currículum cinematográfico y televisivo también incluye la película de acción Aladdin para Warner Brothers; Sidekicks, un giro cómico sobre los cuentos de hadas convencionales como un lanzamiento para Fox; y NASA, un piloto de TV original que escribieron para Legendary Entertainment; así como una adaptación para TV de un evento en vivo de The Nutcracker para Paramount.

Los informes de los Kandells han aparecido en la revista Hana Hou de Hawaiian Airlines, Hemispheres de United's Airlines y en la revista Surfing, entre otras. Tienen una licenciatura en escritura creativa y cine de la Universidad del Sur de California.

DAVID BRANSON SMITH (Coescritor) nació en la ciudad de Nueva York en 1984. Comenzó su carrera trabajando para Mike White en Enlightened, de HBO, y más recientemente coescribió Ingrid Goes West, que se estrenó en el Festival de Cine de Sundance 2017 y fue galardonado con el premio Waldo Salt Screenwriting. La película fue adquirida por Neon y luego fue nominada al Mejor Primer Guión y Mejor Primera Película en el marco de la entrega de premios Independent Spirit 2018, donde se llevó el último premio. Actualmente está escribiendo una adaptación televisiva de la novela de David Gates, Jernigan, nominada al premio Pulitzer para Warner Brothers TV y una adaptación cinematográfica de You Are One Of Them, de Elliott Holt, para Star Thrower Entertainment. También ha optado por Lightning on the Sun, de Robert Bingham con Poor Yorrick Entertainment y trabajó como redactor personal en la tercera temporada de Unreal. Su próximo proyecto con Matt Spicer es un guión original para Imperative Entertainment, cuyos detalles se mantienen en secreto.

ROBERT RICHARDSON (Director de fotografía) sirvió como aprendiz de la segunda unidad en Repo Man, mientras filmaba documentales de televisión para PBS y la BBC. Su trabajo en la televisión llevó a Oliver Stone a contratarlo para filmar Salvador y Platoon, los cuales requerían un estilo cinematográfico que solo un director de fotografía documental podía ofrecer.

A partir de ahí, trabajó casi exclusivamente para Stone, y entre sus trabajos se incluyen Wall Street, Born on the Fourth of July y The Doors, mientras que ocasionalmente se ramificaba para rodar películas como Eight Men Out, de John Sayles, y City of Hope. Pero fue su asombroso trabajo, en el que utilizó una multitud de acciones y cámaras para crear una sensación documental para JFK, que le valió al director de fotografía su primer premio de la Academia.

Mientras afinaba su estilo hiperquinético de JFK en Natural Born Killers, Nixon y U-Turn, Richardson era muy solicitado por otros directores importantes de Hollywood como Quentin Tarantino y Martin Scorsese, quienes lo contrataron para las películas Bringing Out the Dead, Kill Bill, Vol. 1 y Kill Bill, Vol. 2. Richardson fue galardonado con premios Oscars por su labor junto a Scorsese en The Aviator y Hugo. A medida que siguió siendo aclamado por proyectos como Django Unchained y The Hateful Eight, para Tarantino, y Live By Night, para el director Ben Affleck, y Breathe para el director Andy Serkis, no cabe duda de que Richardson es uno de los mejores cineastas de Hollywood.

HEIMIR SVERRISSON (Diseño de producción) es un diseñador islandés para cine, televisión, producciones de TV, conciertos, comerciales y videos musicales. Ha trabajado extensamente como maquillador de SFX, especializándose en la fabricación de moldes, esculpido y prótesis de silicona y como decorador de escenografías. Sverrisson es fundador y copropietario de Irma Studio, la empresa de construcción, televisión y teatro líder en Islandia. Ha recibido numerosas nominaciones y premios por su labor, incluidas nominaciones a los premios de Cultura de Islandia, tres nominaciones a los Premios Edda y premios por su trabajo en maquillaje para The Oath y en diseño de producción para Prisoners.

JOHN GILBERT (Edición) es una de las personas más respetadas de la industria cinematográfica internacional. Ha recibido numerosos premios y nominaciones, incluyendo su reciente Oscar y BAFTA por su labor junto a Mel Gibson en Hacksaw Ridge. Anteriormente fue nominado para los mismos premios por su trabajo en The Lord of the Rings: The Fellowship of the Ring de Peter Jackson, la primera película innovadora de la trilogía The Lord of the Rings de Jackson.

AMANDA NEALE (Diseñadora de vestuario) es una de las artistas más respetadas y establecidas de Nueva Zelanda. Ha colaborado por mucho tiempo con los cineastas neozelandeses Taika Waititi y Robert Sarkies y también ha trabajado con otros directores de Nueva Zelanda, especialmente Jane Campion y Sir Peter Jackson.

HAUSCHKA, conocido como VOLKER BERTELMANN (Compositor) creció en Alemania en el pueblo de Ferndorf, en el distrito de Siegen-Wittgenstein, Renania del Norte- Westfalia. El pueblo milenario era pequeño, con una población de aproximadamente 1,000 personas. Comenzó a tomar lecciones de piano cuando tenía nueve años y en la escuela secundaria tocaba en una banda de covers que ganó un concurso local de Battle of the Bands. Ser músico no era una carrera aceptable en su familia, por lo que Hauschka estudió medicina en la Universidad de Colonia, aunque seguía tocando en bandas.

Justo antes de graduarse, examinó sus elecciones de carrera y la abandonó para dedicarse por completo a la música. Su primera aventura fue en una banda de hip-hop llamada God's Favorite Dog, con su primo Oliver Lodge-Philips. Tuvieron un par de éxitos menores y un sello más importante los convocó. Después de experimentar con un aspecto vanguardista de la música tecno en una banda llamada Tonetraeger con Torsten "TG" Mauss, Hauschka finalmente se trasladó a Düsseldorf, donde decidió seguir como solista y comenzó a componer música contemporánea para piano, combinando elementos de música clásica y pop y lanzó su primer álbum solista, Substantial.

Luego descubrió el piano preparado, la técnica de colocar trozos de papel, mármoles, baquetas y otros objetos en las cuerdas para producir sonidos extraños, a veces aleatoriamente generados, que mueven el instrumento en direcciones inesperadas. Sus experimentos con este nuevo instrumento cambiaron su enfoque de la música y la composición, lo que lo llevó a un viaje de exploración que continúa hasta nuestros días.

Sus álbumes de música de piano preparado incluyen The Prepared Piano, Ferndorf, con arreglos para violonchelo, trombón, violín y piano; Salon des Amateurs, con los bateristas Samuli Kosminen (múm), y Joey Burns y John Convertino (Calexico); Silfra, una colaboración improvisada con la violinista clásica Hilary Hahn.

En 2014 Hauschka lanzó Abandoned City seguido por A NDO CY, una colección de improvisaciones individuales de Abandoned City y dos remixes extendidos del álbum Abandoned City - Agdam por Devandra Banhart y Stromness por Eluvium, así como el 2.11.2014, un álbum en vivo que incluye dos improvisaciones de 20 minutos para piano preparado, basadas en la música de Abandoned City.

El último lanzamiento de Hauschka, What if (2017) lo encuentra agregando pianos a su arsenal, algo que también ha estado explorando en sus actuaciones en vivo después del lanzamiento del álbum.

En 2018, Hauschka firmó un contrato de grabación internacional con Sony Classical. Su primer álbum con este sello, que consistirá en obras de solos de piano melódicos, se lanzará a principios de 2019.

Hauschka también ha construido una prolífica carrera en la escritura de bandas sonoras para películas en los últimos años. Entre sus primeros trabajos se incluyen, Praia du Futuro, una historia de amor brasileña centrada en dos hombres homosexuales que se volvió controvertida en su país de origen, Adiós, Herr Schwarz, que aborda la historia alemana / judía y los temas del Holocausto de una manera mística, y la película de Craig Macneill The Boy, sobre un niño que crece hasta convertirse en un asesino serial.

El gran avance de Hauschka en la industria llegó gracias a su colaboración con Dustin O'Halloran en la música de Lion (2016), dirigida por Garth Davis y protagonizada por Dev Patel, Nicole Kidman y Rooney Mara. Lion cuenta la historia real de un niño indio sin hogar de Calcuta que regresa a la India 25 años después en busca de sus padres biológicos después de ser adoptado por una pareja australiana. Su composición musical fue nominada a numerosos premios importantes, incluyendo los premios de la Academia, Golden Globe y BAFTA.

Otros trabajos recientes incluyen la miniserie Patrick Melrose, protagonizada por Benedict Cumberbatch; In Dubious Battle, de James Franco (2016), y el documental Exodus (2016), de Hank Levine, que explora la actual crisis de refugiados con historias individuales.

Hauschka fue el Compositor en Residencia para la temporada 2014/15 de la orquesta Mitteldeutscher Rundfunk en Leipzig, donde interpretaron obras orquestales de él como Cascades y Drowning. La última la compuso junto con la banda islandesa múm.

Entre los demás colaboradores se incluyen, The Alma Quartet, Mandolin Avi Avital, el músico angelino Daniel Wohl, los violonchelistas Nicolas Altstaedt y Jeffery Zeigler (ex integrante del Kronos Quartet) y Samuli Kosminen, baterista de la banda islandesa múm. Con este último y Markus Hohti Hauschka compusieron Swan of Tuonela, una reinterpretación del poema de Jean Sibelius para un ballet coreografiado por el artista de circo finlandés Ville Walo.

DADI EINARSSON (Supervisor de efectos especiales) comenzó su carrera en 1992 con la agencia de efectos visuales y animación islandesa OZ, pionera en la industria de diseño y efectos visuales de Islandia. Cinco años más tarde se mudó a Londres, donde trabajó en The Mill y posteriormente en Framestore. En el camino, fue galardonado con un premio Emmy y un VES.

En 2002, Einarsson fue a Nueva York como jefe de animación en el recién inaugurado Mill NY. Allí dirigió los efectos visuales de muchos comerciales y ayudó a establecer el departamento durante 4 años antes de regresar a Londres para supervisar la animación de The Golden Compass en Framestore, labor por la cual Framestore recibió su primer premio de la Academia.

En 2008, Einarsson cofundó RVX. Con sede en Reykjavik, Islandia, RVX ha creado muchos efectos visuales memorables para películas como Australia, Sherlock Holmes, Salt y Tinker, Tailor, Soldier, Spy, además de dirigir los efectos visuales de estudio para Contraband, 2 Guns y Everest, entre otros.

En 2010, Framestore le pidió a Einarsson que volviera a Londres para trabajar en Gravity. Trabajando en estrecha colaboración con el director Alfonso Cuarón, lideró el equipo que llevó la película del guión a la película de animación preparada para la cámara de control de movimiento. Einarsson continúa liderando RVX.