En el portal de El Bazar...

Orquesta roja: Sinopsis, elenco, ficha: Dirigida por Nicolas Herzog

Orquesta roja: Sinopsis, elenco, ficha: Dirigida por Nicolas Herzog

Sinopsis

5 de abril de 2000, Concordia, Entre Ríos. Dos importantes medios de comunicación transmiten en vivo y en directo desde la ciudad más empobrecida del país, donde un grupo guerrillero se prepara para "entrar en guerra" contra el orden establecido. Detrás de un pasamontañas, el lider del "Comando Sabino Navarro" se atribuye flamantes atentados, y dice tener conexión con las FARC en Colombia y con los zapatistas en Chiapas. La noticia es una bomba mediática y millones de personas siguen con preocupación las transmisiones. Sin embargo, para esa misma tarde, ya era público que todo había sido una puesta en escena de José María "Chelo" Lima, Carlos Sánchez y Patricia Rivero, militantes sociales y líderes piqueteros de la región. Diez años después de la cárcel y la condena social, Nicolás Herzog los convence para que relaten, y hasta actúen, escenas de su propia historia. Sin embargo, Orquesta roja no es sólo esa película, sino un cruce entre su making of, cine dentro del cine, policial negro y documental, sobre el papel de los medios de comunicación (y el cine) en la construcción de esa ficción que llamamos realidad.

Orquesta Roja

Una película de Nicolás Herzog

"La operación mediática que ya es parte de la historia argentina"

Ficha técnica:

guión, producción y dirección: Nicolás Herzog

coordinación de producción: Laura Benas

investigación: Nicolás Herzog, Laura Terenzano

fotografía y cámara: Leonel Pazos Scioli, Gastón Delecluze

sonido: Sergio Cabrera

música: Alejandro Serrano

montaje: Nicolás Herzog, Miguel Colombo, Alberto Ponce

jefe de producción: Mariana Arriola

asistente de dirección: Luisina Herzog

asistentes de producción: Ignacio Herzog, Agustín Istillarte

ambientación y vestuario: Claudina Roda

edición de sonido: Carolina Sandoval, Ricardo Sotosca

mezcla de sonido: Diego Martinez

color: Maximiliano Perez

Protagonistas:

José María Lima, Carlos Sánchez, Patricia Rivero

compañía productora: Rumba Cine

productora asociada: Estudio Alasur

productores asociados: Gastón Delecluze-Sergio Cabrera

película realizada con el apoyo del INCAA

Municipalidad de Concordia - Alta Definición Argentina - Estudio Ñandú

IDIOMA: español

HD COLOR - 77'

ARGENTINA - 2009

Acerca del director

Nicolás Herzog nació en Santa Fe, en 1979. Estudió Comunicación Social en la

Universidad de Buenos Aires, se formó en actuación con Beatriz Matar y Alejandro Catalán, además de estudiar realización, montaje, dirección de fotografía y guión cinematográfico. Trabajó varios años en el ámbito del periodismo y luego como productor de publicidades y video-clips. En 2006 dirigió el telefilm documental "Blues, maestro", sobre el bluesman Miguel "Botafogo" Vilanova. "Orquesta roja" es su primer largometraje.

Notas del director

Sobre el film:

La escena (que me evocó siempre la representación radial que Orson Welles hizo de la Guerra de los Mundos, en 1938) se repite una y otra vez, sin un espacio ni un tiempo claro, amputada, en los programas de televisión de archivos. En una casona en ruinas, un grupo de encapuchados anuncia ante un cronista el regreso de la guerrilla, antes de huir de manera grotesca hacia una especie de "monte abandonado", según el periodista. Me intrigaba la escena, quería conocer a sus protagonistas, recuperar sus historias, pensar una ciudad, (Concordia, la de mi infancia) y una época (los años noventa). Para ello, necesitaba reconstruir la parte que los medios, en esa repetición, le habían amputado. A partir de archivos, testimonios y representaciones, con algo de riesgo e imaginación, descubrí una trama digna de un policial pueblerino. Y, en el camino, tropecé con la operación mediática más extraña, absurda y olvidada de la historia argentina.

Sobre el tratamiento:

Orquesta roja es un film que se ubica en los límites del documental y la ficción. La decisión responde a una demanda que surge del propio desarrollo del proyecto. En las reconstrucciones se combinan elementos del expresionismo alemán y del film noir, pero tambien del comic de Breccia y Miller. Intuía que el género me conectaba directamente con la idea de "lo popular", pero también con la intriga personal, de no saber por momentos dónde estaba parado con respecto a la historia. La presencia de la música incidental, pensada como una suite orquestal, tambíen remite al expresionismo y acompaña lo que desde la dirección y la fotográfía intentamos resaltar, tal vez cínicamente, sobre la contrucción de la noticia sensacionalista. Luego de un largo proceso de investigación, y aún con algunas dudas, decidí que era la forma adecuada para que el relato entre en una zona borrosa, oscura, onírica, en última instancia, ficcional. Y también una manera de darle un poco de laburo al espectador, trabajando por capas, en varios niveles de sentido.

Pero también juegan, ciertamente, varios elementos del documental clásico (testimonios a cámara, archivos) y del documental de creación. Pienso en Carri, Guerín, Álvarez, allí donde la película se vuelve más coral, documento de observación que recoge la voz mítica de los habitantes del pueblo.

Por último, la presencia del dispositivo (el equipo técnico), responde a una suerte de necesidad ideológica. Si los medios escamotean las condiciones de producción, mi idea era evidenciarlas, hacernos carne en el punto de vista. Pero también fue una respuesta a un desorden narrativo, la presencia del grupo que investiga y filma nos ayudó a desarrollar la idea de un film dentro de otro, y así evidenciar lo que se encuentra en la base de la película: diez años más tarde, una vez más, una cámara se convierte en la oportunidad de que José Lima, Carlos Sanchez y Patricia Rivero puedan, al fin y al cabo, darle una totalidad a esa historia perdida y fragmentada en esa suerte de cinta de Moebius, como metáfora de la repetición mediática.

Sobre los protagonistas:

José María Lima. "Comandante Chelo"

"El poder o una bala en la cabeza". Con estas palabras se definió "Chelo" Lima durante una entrevista en 1998. Hijastro del peronismo entrerriano, ocupó hasta 1995 la Secretaría del Consejo del Menor, luego de apoyar la gobernación de quien posteriormente sería su "archienemigo": Jorge Busti. Sobrino de Oscar Lima, un reconocido dirigente de la CGT provincial, comenzó su militancia durante los últimos años de la dictadura militar (76-83) en un sótano de la ciudad de Concordia.

Luego de estudiar algunos años abogacía en Buenos Aires, se une a Carlos Sánchez para formar un movimiento de desocupados que corta por primera vez la Ruta Nacional en septiembre de 1997, e inicia un largo proceso de lucha, siempre con un particular grado de teatralización.

En una de las visitas que el entonces presidente Menem tenía previsto hacer a Concordia, Lima sacó a relucir su creatividad al colocar una gran cantidad de cruces de madera en la entrada a la ciudad y al costado de la ruta, con carteles en los que se podía leer: "pobreza", "corrupción", "desigualdad social" "mortalidad infantil", "indulto". El ex presidente, quien viajaba en helicóptero, decidió no aterrizar.

Con cierto parecido a Ernesto Guevara (al menos durante su juventud), no dudó en encabalgarse al mote de "Comandante", que le asignó la prensa, y, a partir de entonces, construir su identidad en relación a ese imaginario. Siempre pensó que si ansiaba permanecer en la escena política, tenía que llegar, a cualquier precio, a instalar su figura en los medios nacionales.

En mayo de 1998 sufrió, junto a Sánchez, un "atentado" que significó el comienzo de su derrumbe político, luego de que se sospechara que se habían "autobaleado". Luego del episodio del Comando Sabino Navarro, y antes del fallo del Tribunal, fue uno de los orquestadores de los primeros saqueos en Concordia (y en el país), durante diciembre de 2001.

A los 46 años, vive con su mujer y dos de sus siete hijos en una casa de dos ambientes. Luego del juicio, ningún medio de comunicación del país volvió a hablar de él. Nunca reconoció públicamente su participación en el hecho.

Carlos Sánchez. "Subcomandante Carlitos"

Nacido en una numerosa familia de obreros de Concordia, tuvo que comenzar a trabajar a los nueve años. A los diecisiete ingresó como empleado ferroviario, lo que lo llevó a conocer "la Buenos Aires de los setenta". Sin embargo, quedaría desocupado luego de que Menem hiciera desaparecer el Ferrocarril.

Tuvo una formación política de grandes contrastes, alternando entre grupos de derecha peronista. Luego ingresó en la JP; condujo un movimiento que agrupaba a empleados ferroviarios y participó en la logística del levantamiento Carapintada del 3 de diciembre del '89. A principios de los años noventa, caería en la pobreza hasta conformar el movimiento de desocupados junto a Lima y Rivero.

Autodidacta, reflexivo y de palabras justas, Sánchez camina sobre sus contradicciones. En 1998 soñaba con tomar la Plaza de Mayo, y formar parte de una "patria socialista".

Patricia Rivero. "Comandante Pato"

"La única política que conozco es la social. Esa es mi lucha". La frase define a Patricia Rivero, nexo entre los Comandantes y los sectores marginales de la ciudad, líder entre las mujeres, y dueña de una entrega y un carisma muy particular. "Chelo era la voz, Carlos la cabeza y yo el bombo", dice. "Todo funcionaba como un equipo".

La Pato es hija de una familia muy humilde. A los trece años comenzó a trabajar como ayudante de cocina, oficio que desarrolló hasta que comenzó a militar. Además, fue la primer mujer bombero voluntario de la ciudad. En uno de los despidos masivos que hizo el Intendente local, en agosto de 1998, no dudó en entrar a la Municipalidad, irrumpir en la oficina del mandatario montada en un caballo y colaborar en el incendio del despacho. La cárcel y la degradación que sufrió por parte de la sociedad, la alejaron de la política. Hoy nadie le da trabajo y tuvo que aprender el oficio de talabartera. Cuando intenta recordar lo que pasó aquella mañana del 5 de abril de 2000, su cara se llena de pánico: tenía sólo veinticinco años.