Sinopsis
En 2011 se termina de confirmar a Drake Doremus como uno de los directores más interesantes del panorama cinematográfico independiente de la actualidad.
Con su tercer trabajo, Like Crazy, logró el Gran Premio del Jurado en Sundance, dando sobradas muestras de una exquisita sensibilidad a la hora de retratar el lado más doloroso del amor, a la vez que puso en primer plano a su actriz protagonista, una sorprendente Felicity Jones que cosechó varios premios por su excelente interpretación.
El mismo equipo de director, guionista y actriz vuelve a reunirse en PASIÓN INOCENTE (Breathe In).
La historia, plena de sutileza, trae la visita de una estudiante de intercambio, Sophie Williams (Felicity Jones) al aparentemente perfecto hogar de Keith y Megan Reynolds (Guy Pearce y Amy Ryan). La convivencia con la dinámica familiar permite a Sophie adentrarse en los complejos rincones que conlleva cada personalidad. La conformista y gris existencia del jefe de la familia, el tenso aburrimiento de la madre y la desmembrada personalidad de la hija, Lauren (Mackenzie Davis).
La presencia de Sophie pone en peligro el frágil equilibrio familiar y altera la rutina para siempre. Ella revigoriza la impulsividad en la personalidad de Keith, que termina por conducir a su aparentemente perfecta familia hacia territorio desconocido.
Un filme de emociones y personajes, de esas historias en las que sus protagonistas tienen la oportunidad única de dejar atrás una vida de rutina e insatisfacción para correr en busca de nuevas experiencias.
CRÍTICA
Pasión inocente brinda una historia y unas actuaciones, tan, pero tan sentidas, que hacen que el espectador se olvide que está mirando simplemente la labor de un muy buen grupo de actores.
La historia parece trillada, pero la forma en que está encarada la hace fresca y atrapante. La brillante actuación de Guy Pearce transmite muchísimo sin decir palabras (como por ejemplo, la mirada y la sonrisa en las escenas de la fotografía familiar). Y la labor de Felicity Jones no se queda atrás.
Aquí no hay cachondeo barato, ni sexo ni nada vulgar, solamente (que no es poco) un muy buen relato romántico intimista que engancha más que si los protagonistas se estuvieran revolcando con pasión.
Una excelente e intensa película para no perdérsela.Cintia Alviti
En este artículo podés leer porque mis críticas no contienen calificación, sinopsis o detalles técnicos .
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Sobre la producción
En el 2011, las audiencias y los críticos quedaron sorprendidos por la íntima mirada de Doremus al amor joven en su películaganadora del Gran Premio del Jurado del Festival de Cine de Sundance, Like Crazy. Dos años después, Doremus vuelve atraernos el mismo nivel de intimidad con la familia Reynolds, Keith y Megan (Guy Pearce y Amy Ryan) y su hija adolescente,Lauren (Mackenzie Davis).
El proceso de filmación poco ortodoxo del escritor/director se basa profundamente en el compromiso de su elenco y suvoluntad de explorar a fondo un tema. "Drake es un cuentacuentos increíble y emocional", dice el productor JonathanSchwartz, quien ha trabajado con Doremus en todas sus películas. "Él cuenta historias con una especie de realismo raramentevisto en el cine en la actualidad. Más que el hecho de que un actor pueda recitar sus líneas, estos personajes están viviendo esas vidas, y nosotros, como audiencia, estamos observando".
"Él tiene una increíble cualidad para el asombro, en la vida, en todos los detalles, en la psicología, la fascinación y la realidad detodo" dice Guy Pearce.
Pisando los talones del éxito de Like Crazy, Doremus quería construir otra película en torno a la talentosa actriz Felicity Jones.
Doremus quedó pasmado por la sorprendente habilidad de Jones para escuchar y entregarse al momento.
"A Felicity no se le escapa nada" dice Doremus. "Eso es lo que la hace ser tan increíble improvisando y perfecta para este tipode películas. Hay tanta improvisación en el set. Además, ella puede interpretar personajes mayores o más jóvenes.
Doremus y el guionista, Ben York Jones, empezaron trazando el ritmo emocional de un drama familiar que lidia con, como lo describe el propio Doremus, "lo sombrío de lo que el amor verdaderamente significa y con quien se supone que realmente debes estar". La película explora lo que significa estar enamorado de más de una persona al mismo tiempo y cómo lidiar con esos sentimientos.
"Como escritores, Ben y yo definimos el ritmo emocional, el subtexto, la exposición y todo eso que hace que la historia funcione" dice Doremus. "Después cuando filmamos, exploramos ese ritmo para descubrir lo que realmente está sucediendo en la escena y eventualmente obtenemos la verdad detrás de ella".
La historia de Breathe In es directa. Cada miembro de la familia lucha silenciosamente con sus propias batallas internas hasta que Sophie inadvertidamente las hace salir a la luz. Tanto Keith como Sophie son unos talentosos músicos y como dice Doremus, "se complementan". "Es un romance emocional entre un hombre mayor y una estudiante de intercambio que llega a quedarse en su casa. Los dos son almas gemelas que se encuentran en el peor momento de sus vidas".
Pero era importante para el cineasta el lograr que este fuera un viaje emocional más que uno físico. Y Doremus tenía la intención de evitar la dinámica de "hombre mayor-mujer joven" que se ha visto una y otra vez en Hollywood. En lugar de eso, Doremus se concentró en "dos seres humanos en su estado más vulnerable".
"Es fascinante para mí como cineasta ver gente en sus momentos más honestos, en momentos de debilidad, y quebrantar esos límites" dice Doremus. "El permanecer un instante en esos momentos y dejarlos respirar y vivir es muy interesante para mí".
"Además de su belleza, es la forma en la que Sophie ve el mundo y abre ese mundo para Keith" dice Guy Pearce. "Al llegar Sophie a la familia, ella lo obliga a confrontar todas las preguntas sin respuesta en su vida".
"Megan y Keith se han conformado con algo que es muy cómodo" dice Doremus. "No es malo, pero tampoco es increíble.
Yo no quería hacer una película sobre un matrimonio en picada y de esta mujer que llega a salvar el día. Se trata en realidad de lo sombrío. Se trata de examinar las áreas complicadas y grises de un matrimonio".
Doremus pasó horas con el elenco disecando las escenas, hablando de los puntos emocionales, tratando de llegar a la verdad de cada elemento.
"En ese proceso, descubrimos a menudo que la escena no funciona, o que necesita volver a escribirse, o que necesita ser desechada por completo. El proceso se trata de no matizar nada y ser lo más honesto posible" dice Doremus.
Este proceso fue completamente nuevo para el actor australiano que se vio desafiado de muchas maneras por el papel de Keith. A Guy se le pidió que improvisara, algo en lo que no tenía mucha experiencia… y encima de todo debía improvisar un acento americano. Y si eso no fuera suficiente, tenía que aprender a tocar el chelo.
Pero Pearce aprovechó mucho la experiencia. "Fue un maravilloso ejercicio de escuchar y de estar en el momento, algo que un actor siempre quiere" dice Pearce. "Usualmente, tienes a un director diciendo que la escena debe durar un minuto y medio y debes decir tus líneas en los primeros diez segundos. Drake dejaba rodar la cámara por veinte minutos y regresaba y volvía a hacer otra toma si ésta no había sido lo suficientemente honesta. Él es altamente intuitivo y puede oler cualquier tipo de falsedad a distancia. Si algo estaba remotamente fuera de tono, él llegaba y lo modificaba todo".
Mientras que en otras películas Pearce se pasaba el tiempo aprendiendo sus líneas, en esta película, pasaba sus ratos libres aprendiendo a tocar el chelo.
"Estudié música pero nunca aprendí a tocar el chelo" dice Pearce. "Lo más difícil no es la posición de los dedos o del arco; ¡son las dos al mismo tiempo! Es como sobarte la panza y darte golpecitos en la cabeza al mismo tiempo".
Los del departamento de utilería habían dado a Pearce un hermoso chelo de los años 1920's y aunque su práctica fue extenuante, él se sintió muy emocionado al terminar de filmar las escenas.
Todos los actores tenían una conexión de primera mano con el mundo que estaban creando.
"Cada jefe de departamento nos escribía e-mails" dice Amy Ryan. "Los del vestuario, utilería, los decoradores del escenario… nos decían cosas como, "¿Crees que la cocina de Megan es desordenada?... ¿Tendrá una pila de cuentas por pagar encima de la mesa?" Y al principio yo no sabía todas las respuestas. Pero después, el proceso te hace convertirte en niño otra vez, jugando a fantasear. Y después éste se profundiza cuando creas una historia de fondo con tus compañeros actores"
"Drake quería que tuviera una sensación voyerista" continúa Pearce. "Quiere que, como miembro de la audiencia, te sientas como si estuvieras espiando por la ventana hacia este mundo, estas personas en esta casa, que no deberías estar viendo".
"Sí, se siente voyerista" dice Ryan, "de una forma en la que estás al borde de tu asiento. No es una de esas películas en las que te sientas cómodamente y dices, 'Muy bien, entreténganme'. Es como estar leyendo un diario que no deberíamos de leer".
"En la película vemos un lado de Guy que nunca hemos visto antes en pantalla" dice Doremus. "Es una actuación muy valiente y él aporta una gran vulnerabilidad a su personaje. Y el poder trabajar con Amy fue una bendición. Ella es toda una profesional y se comprometió tanto con su personaje, que es exactamente lo que necesitábamos en Megan".
El personaje de Felicity inicia un poderoso giro en la familia al ser una joven mujer de fuertes ideas y convicciones. Y eso se va desarrollando en muchos pequeños momentos.
"Hay un momento en la cena en el que Megan pide algo a su esposo y él la rechaza" dice Ryan. "Pero cuando Sophie se lo pide, él lo hace. Son esos pequeños momentos de juegos de poder que hacen que se te ponga la piel de gallina. Y en cuanto a mi personaje, ella siente que está perdiendo el control."
En medio de esta lucha familiar se encuentra Lauren de 18 años, interpretada por la actriz primeriza Mackenzie Davis.
"Nos reunimos con más de 300 jóvenes actrices en Nueva York y Los Angeles" dice Doremus. "Y Mackenzie fue una de las últimas que vimos. Ella se acababa de graduar de la universidad, nunca había hecho una película antes… nunca había hecho nada. Pero cuando llegó, realmente nos sorprendió… era perfecta. Necesitábamos a alguien que fuera ingenua de la mejor forma posible. Y Mackenzie lo era, y era justo lo que requería el personaje de Lauren".
"Las ideas de belleza, riqueza y popularidad de Lauren se han desarrollado a lo largo de la preparatoria y en una pequeña comunidad del norte de Nueva York" dice Davis. "Y de repente llega Sophie e ilumina las cosas para Lauren de una forma que ella no había visto antes. Cosas que tal vez ella daba por sentado. Ella la enseña, "No tienes que ser como todos los demás para ser atractiva o popular".
La relación entre las dos jóvenes mujeres se complica cuando Sophie se involucra con Aaron (interpretado por Matthew Daddario), con quien Lauren había tenido su primer encuentro sexual.
"Lauren pronto se da cuenta que los dos hombres en su vida que más la han marcado y por los que más se ha interesado, de repente están interesados en alguien más" dice Davis. "Esto se convierte en la causa de su auto-destrucción".
"Cada personaje ha cambiado tanto en el curso de la película, pero sus obligaciones y sus acciones no" dice Doremus. "Lo más interesante es que esa construcción nos permite examinar a estos personajes bajo un microscopio".
Mientras que el terreno emocional de estos personajes en pantalla se ha transformado, el terreno físico también se movió muchas veces durante la producción. La producción se vio cancelada debido al Huracán Irene, interrumpida por un terremoto y pospuesta debido a eventos en torno al décimo aniversario de la tragedia del 11 de Septiembre.
"Sin duda fue un desafío para nosotros" dice Jonathan Schwartz. "Tuvimos que cancelar un domingo debido al huracán, otro domingo porque el tráfico había cerrado las calles, tuvimos que combatir las inundaciones en varias locaciones… y fue un desafío consolidar y lograr todo. Pero lo conseguimos".
Doremus se crió lo más lejos posible de Nueva York. Él es de Orange County, California. El mundo del norte de Nueva York se originó de los viajes de Ben York Jones al visitar a su padre en verano cuando era joven. Él llenó el guión de estas experiencias.
Su realización física fue capturada por el director de fotografía, John Guleserian, quien ha estado trabajando con Doremus desde la escuela de cine.
"Él aporta una paleta tan sofisticada a lo que hace" dice Doremus. "John ve cosas que yo no veo y es muy listo con la luz natural y elegir el momento del día para filmar".
La diseñadora de producción, Katie Byron, vio al menos 15 casas diferentes para la familia Reynolds. Cuando finalmente eligió una, tuvo que restaurarla por completo, amueblarla y hacerla apropiada para la familia.
"Katie realmente le dio vida a estas locaciones, especialmente la casa que actúa como un quinto personaje en la película" dice Doremus.
Al completar la película, Doremus entregó la película al editor, Jonathan Alberts, que tuvo ocho meses para editarla, un lujo al que Doremus no estaba acostumbrado. Los dos pasaron por muchas versiones diferentes y borradores.
Doremus trabajó via Skype con el compositor Dustin O'Halloran en el soundtrack original de 18 canciones.
A lo largo de todo el proceso, el director tuvo el apoyo de su equipo de producción, Jonathan Schwartz, Andrea Sperling, Mark Roybal y Steven M. Rales.
"Ellos son increíbles porque realmente me apoyan, y me dan el tiempo para hacer la película que quiero hacer" dice Doremus. Schwartz ve la película como una emotiva historia de amor, ligada al poder de muy buenas interpretaciones, permitiéndonos a todos experimentar por lo que una pareja real podría estar pasando".
"La vida no es negro o blanco. Puedes estar profundamente enamorado y al mismo tiempo sentirte atraído hacia alguien más. En algún punto incluso puedes preguntarte si tomaste el camino correcto en la vida. Yo creo que eso es algo que piensa cualquier persona en el mundo, sin importar cuán feliz sea. Esta es una película sobre la idea: "¿Debería tomar una loca segunda oportunidad?".
La respuesta para todos nosotros está en Breathe In, Pasión inocente.
Ficha técnica
Director Drake Doremus
Guionistas Drake Doremus | Ben York Jones
Productores Steven M. Rales | Mark Roybal | Jonathan Schwartz | Andrea Sperling
Co-productores Kathryn Dean | Michael Pruss
Música Dustin O'Halloran
Director de fotografía John Guleserian Montaje Jonathan Alberts Casting Eyde Belasco Diseño de producción Katie Byron Duración 96'
Reparto
Guy Pearce - Keith Reynolds
Amy Ryan - Megan Reynolds
Felicity Jones - Sophie Mackenzie
Davis - Lauren Reynolds
Matthew Daddario - Aaron
Ben Shenkman - Sheldon
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