Sinopsis
La historia jamás contada sobre el ícono más importante del cine mexicano, Mario Moreno Cantinflas.
Desde sus inicios, durante los años 30, en las populares carpas itinerantes donde comenzó sus números teatrales, hasta su consagración como estrella del cine mundial.
Sus luces y sombras, el éxito en Estados Unidos, sus vínculos con el poder y su actividad gremial defendiendo a los actores.
Embajador de la Paz de la OEA, fue calificado por Charles Chaplin como el mejor comediante del mundo.
Un artista que nunca perdió de vista sus orígenes humildes y fue el más amado por el pueblo de México.
La historia
Agosto 1911. Fortino Mario Alfonso Moreno Reyes nace en el barrio popular de Tepito en la Ciudad de México. El ambiente bravo del barrio forjó en Mario un carácter emprendedor y fuerte que le permitió sobrellevar las tribulaciones propias de una persona de bajos recursos.
Su historial de incursiones como cartero, boxeador, torero y hasta como estudiante de medicina e infantería, responde a sus crecientes deseos no solo de ubicar una fuente de ingresos estable para ayudar a su familia, sino también de encontrar el camino que habría de seguir por el resto de su vida. Hacia principios de los años 30 las circunstancias lo llevaron a integrarse al mundo de las carpas, espectáculos ambulantes que recorrían ciudades y pueblos, incluso regiones enteras, ofertando entretenimiento popular. Su legendario personaje, inspirado en un barrendero "borrachito" que conoció cuando trabajaba en el teatro Folies, marcó a Mario Moreno en los años 30. "Cantinflas", como bautizó a dicho personaje, daba vida ya fuera a un lustrador de calzado, a un sacerdote, a un profesor, o a un bailarín.
"Hay momentos en la vida que son verdaderamente momentáneos", advertía Mario Moreno. Su estilo particular para manejar infinidad de ideas, cruzándolas entre sí, sin decir algo concreto, y dejando la posibilidad para que cada persona del público hiciera su propia interpretación, tuvo tanto éxito que en un tiempo relativamente corto llegó a ser reconocido como "Cantinflas, El Rey de las Carpas".
A mitad de los años 30, Mario Moreno se asoció con Jacques Gelman, con quien fundó su propia compañía productora de cine. Así comenzó su larga y reconocida trayectoria como actor cómico. Su primer gran éxito en la pantalla grande fue Ahí está el detalle, de donde surgió la frase que distinguiría al personaje. A ésta le siguieron El gendarme desconocido, Ni sangre, ni arena, El Patrullero 777, El Bolero de Raquel y decenas más que, durante la década de los años 40s, llevaron a Mario Moreno Cantinflas al nivel de figura icónica de México ante el mundo.
Su fama internacional no enterró sus orígenes humildes que siempre estuvieron presentes tanto en su multifacético personaje como en su interés por ayudar a las clases desprotegidas, ya fuera en forma directa o desde la trinchera sindical apoyando a sus compañeros del gremio actoral.
"Lo difícil lo hago de inmediato, lo imposible me tardo un poquito más", aseguraba Cantinflas en sus entrevistas. Como parte de la Asociación Nacional de Actores (ANDA), sustituyó a Jorge Negrete como líder sindical de los actores, y enfrente de la asociación fundó la Casa del Actor. En 1952, fiel a sus principios, realizó una campaña en favor de los pobres para construir un hábitat social.
En 1956, tras ser calificado por el comediante británico Charles Chaplin como "el mejor comediante del mundo", y luego de una incansable búsqueda por parte del productor neoyorkino Michael Todd, Mario Moreno acepta interpretar a Passepartout en la espectacular producción cinematográfica La vuelta al mundo en 80 días (novela homónima de Julio Verne), trabajo que significó el debut de Cantinflas en el mercado de habla inglesa de Hollywood, y por el cual fue galardonado ese mismo año con el Globo de Oro en la categoría de Mejor Actor en Musical o Comedia. Asimismo, el filme obtuvo el Oscar como Mejor Película. La revista Variety aseguró en ese entonces que la calidad chaplinesca de Mario Moreno contribuyó al éxito de la película, que recaudó 42 millones de dólares en taquilla. Como resultado de esta producción, Cantinflas se convirtió en el actor cómico mejor pagado del mundo.
Su nombre y todos sus derivados - cantinflada, cantinflear y cantinflesco - ya son parte del diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, y están definidos como un verbalismo vacío, incongruente, disparatado y que mezcla muletillas. Asimismo, la Organización de Estados Americanos (OEA) le rindió un homenaje en su sede de Washington y lo nombró "Embajador de la Paz", en reconocimiento a su "brillante labor de acercamiento entre los pueblos del mundo".
Mario Moreno Cantinflas falleció víctima de cáncer pulmonar el 20 de abril de 1993, en la Ciudad de México; sin embargo, hasta la fecha su personaje continúa arrancando carcajadas entre el público.
La película
Cantinflas, la película se centra en la vida personal y artística de Mario Moreno desde sus inicios como afanador en carpas de espectáculos ambulantes y sus primeras incursiones como bailarín y actor, hasta llegar al cine y consolidarse como uno de los actores cómicos más reconocidos y el mejor pago del mundo.
Sebastián del Amo, director de la película, tuvo un acercamiento con la historia de Cantinflas en plena promoción de su ópera prima El fantástico mundo de Juan Orol, largometraje reconocido por su gran calidad fílmica.
"La invitación me llegó cuando estaba en plena promoción de El fantástico mundo de Juan Orol. Un día me llamaron dos productores de Monterrey, Adolfo Franco y Vidal Cantú, de Kenio Films, para ofrecerme el proyecto. De inmediato empezamos a buscar a un actor, les hicimos pruebas a varios de México, inclusive a actores extranjeros. En ese proceso estábamos cuando Óscar, por su propia cuenta, nos mandó unas fotos caracterizado como Cantinflas desde España. Lo hizo para que consideráramos su trabajo actoral. Vimos las imágenes y el parecido fue notable. Le dije en una conversación que viniera al casting y nos dejó asombrados. Óscar tenía perfectamente entendido el concepto de ambas personalidades: Mario Moreno por un lado, y Cantinflas por el otro. Además, nos mandó una escena de Cantinflas contra una escena que él hace, y fue realmente sorprendente. La misma respiración, las mismas inflexiones, gestos, el acento, el cantinfleo, en fin, nos convenció, y fue así que encontramos a nuestro Cantinflas", comenta Del Amo.
"Edui Tijerina, un guionista de Monterrey llevó todo el peso de la investigación histórica. Recibí de su parte un guión muy bien armado, muy completo, únicamente agregué ciertos detalles en colaboración con él, que nos permitieron construir una gran historia. El guión históricamente es muy acertado y totalmente ajeno a cualquier tipo de controversia que pudiera generar, que es lo que sucede cuando se trata de una figura icónica tan importante, no sólo para los mexicanos, sino para todos los hispanohablantes que continúan viendo las películas de Cantinflas", apunta Sebastián del Amo.
Mario Moreno Cantinflas, ícono de la cinematografía mexicana, cuenta en su haber con más de 50 películas, participando como escritor en seis de ellas. Cada una de las historias en las que él participaba señalaba un momento significativo del país y la idiosincrasia del pueblo mexicano. Su célebre personaje arrojaba un sin número de palabras carentes de significado. Era todo un maestro de las evasivas, y parecía no comprometerse a realizar un juicio, sin embargo, terminaba haciendo una dura crítica a los errores y abusos del poder. Esto lo marcó como un líder social.
"El proceso de realización del guión de Cantinflas, resultó, sin duda, un trabajo arduo y de altos requerimientos de investigación, especialmente por abordar la vida de un personaje real y tan conocido en el mundo", señala Edui Tijerina, guionista de la película. "Fueron dos años revisando premisas, anécdotas, referencias de nombres, fechas y lugares, así como material impreso y electrónico para, con acervo en mano y sustentando los acontecimientos históricos referidos, darle forma a la línea narrativa que habría de seguir".
La base de la trama se sentó al responder a la pregunta: ¿cuál fue el punto culminante de la exitosa carrera del personaje? Partiendo de ahí, se tomó como referencia el éxito del filme La vuelta al mundo en 80 días, película que convirtió a Mario Moreno en el primer actor mexicano en recibir un Globo de Oro. De esta manera, la historia fue surgiendo. Como marco histórico se enfatizaron los momentos económicos, políticos y sociales del espacio temporal, considerando que se trababa de unir la historia de Mario Moreno con la de Cantinflas.
Si bien este ícono de la cultura mexicana disfrutó de las mieles del éxito, llegar ahí no fue nada sencillo. Entre sus primeras profesiones estuvieron las de boxeador y soldado. Sin embargo, su vena humorística le abrió las puertas de las carpas y teatros de pueblo que luego lo llevarían a consolidarse en el séptimo arte.
La historia del hombre inspiró a Adolfo Franco y Vidal Cantú de Kenio Films para desarrollar una película con gran sentido social. Para la casa productora, este trabajo ha significado un gran reto e implicado un arduo trabajo de dos años.
"Ante un mundo convulsionado como el que tenemos hoy en día, se pensó en producir un filme inspiracional y alentador con miras a dejar en el público un dejo de optimismo y una base de reflexión sobre las distintas formas de enfrentar las adversidades. No se pretendía en ningún momento dar lecciones a nadie, sino más bien presentar un caso, como el de muchas personas de este mundo, en el que la forma de afrontar los problemas de la vida resultara determinante para vencerlos y alcanzar el éxito. Así, al tener un referente real, cada cual tiene y hace válida su libertad de tomar para sí lo que mejor le resulte y, en su momento, aplicarlo a su cotidianidad", indica Adolfo Franco, Coproductor de Kenio Films.
"El proyecto de Cantinflas nos brindó la oportunidad de conocer a fondo a un personaje emblemático, que fue en México y es en el mundo un ejemplo de dedicación y empeño. Los inicios de Mario Moreno son poco conocidos, y su mensaje sobre justicia social es sorprendente y de gran valor, por lo que a través de la película buscamos transmitir ese sentido social y que las nuevas generaciones se acerquen y conozcan a un mexicano que, estoy seguro, no dejaran de admirar", asegura Vidal Cantú.
Al contar con el trabajo de más de 100 artistas, jóvenes promesas de la actuación en México, así como con la participación de 1,500 extras, hacen de éste uno de los proyectos cinematográficos más esperados dentro de la nueva industria del cine mexicano, afirma la crítica especializada.
"Fue muy satisfactorio trabajar codo a codo con un equipo sumamente talentoso conformado por maravillosos actores y respaldados por un excelente staff creativo y de dirección, quienes durante meses nos dedicamos en cuerpo y alma a la realización de un trabajo cinematográfico de excelente calidad y valor humano que estuviera a la altura de lo que representa la figura de Cantinflas en la historia del cine nacional e internacional, así como de su público", afirma Cantú.
El protagonista
"Es una genialidad", exclama el actor oriundo de Barcelona, Óscar Jaenada, "ese personaje tenía que ser ejecutado de una manera soberbia. Cuesta trabajo encontrar en la filmografía un personaje que haya adquirido una importancia semejante".
Y sobre los aspectos técnicos de la interpretación comenta: "creí muy importante contratar un foniatra, tuve que educar la voz y encontrar el punto de inflexión, pues eran dos acentos bien diferentes, el de Mario Moreno y el de Cantinflas. Son dos registros vocales, dije, habrá que trabajar esto aquí y luego transformarlo en escenas automáticamente en el otro, era un trabajo de mucha dedicación y sobre todo para cuando estábamos en escena estar concentrado en Sebastián, en la actriz o actor y no en el acento ni en la postura".
Enfatiza que "desde mis primeros recuerdos tengo a Cantinflas, recuerdo las sonrisas de mis papás los sábados y los domingos, cuando en Televisión Española ponían sus películas, que yo no entendía pero siempre dejaba sonrisas en mi casa".
"Mi abuela -rememora- me metía al cine y me dejaba ahí toda la tarde… yo dejaba de ver la película y me ponía a ver las caras, miraba a la gente. El quedarme a ver las reacciones… desde entonces me gusta ver las caras", afirma. "Fue más adelante que me hice ciertas preguntas, en este caso sobre el personaje que se comió a su creador, me llamó mucho la atención", agrega.
Y señala sobre Cantinflas que "él llegó a trabajar a una carpa y estando en la carpa me parece que un actor se enfermó y él tuvo que salir a improvisar, y ahí es donde descubre su capacidad de improvisación. Las carpas significaban tener contacto real, si les gustaba lo que hacías te aplaudían y si no a jitomatazos te sacaban y eso hace que las grandes estrellas de la época de oro en México tuvieran tanta empatía y esa conexión tan directa con el público.
Ficha técnica:
Dirección Sebastián del Amo
Guión Edui Tijerina
Producción Vidal Cantu | Adolfo Franco
Producción Ejecutiva Braulio Arsuaga | Eduardo Graniello | Ángel Lozada
Música Roque Baños
Compositor Aleks Syntek
Diseño de sonido Alex de Icaza
Dirección de fotografía Carlos Hidalgo
Dirección de casting Sandra León Becker
Diseño de producción y arte Christopher Lagunes
Diseño de Vestuario Gabriela Fernández
Maquillaje Mari Paz Robles
Postproducción | Efectos especiales Marco Rodríguez
Duración 102'
Reparto:
Óscar Jaenada - Mario Moreno Cantinflas
Michael Imperioli - Michael Todd
Luis Gerardo Méndez - Estanislao Shilinsky
Teresa Ruiz - Meche Barba
Gabriela de la Garza Olga Ivanova
Giovanna Zacarias - Gloria Marín
Cassandra Ciangherotti- Estela Pagola
Julian Sedgwick - Charlie Chaplin
Ilse Salas - Valentina Ivanova
Bárbara Mori - Elizabeth Taylor
Ana Layevska - Miroslava Stern
Adal Ramones - Mantequilla
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