SINOPSIS
Ubicada en el glamour del Londres de la posguerra de la década de 1950, el reconocido modista Reynolds Woodcock (Daniel Day-Lewis) y su hermana Cyril (Lesley Manville) son piezas centrales de la moda británica, y visten a la realeza, estrellas de cine, herederas, socialités, debutantes de la aristocracia y damas con el estilo único de La Casa de Woodcock.
Mujeres entran y salen de la vida de Woodcock, lo que ofrece inspiración y compañía a este soltero empedernido, hasta que se topa con una tenaz joven, Alma (Vicky Krieps), quien pronto se convierte en parte integral de su vida como su musa y amante.
Alguna vez bajo control y planificador, ve cómo el amor irrumpe su vida cuidadosamente hecha a la medida.
En su cinta más reciente, Paul Thomas Anderson pinta un iluminador retrato tanto de un artista en su viaje creativo como de las mujeres que echan a andar su mundo. Phantom Thread es la octava película de Paul Thomas Anderson, y su segundo trabajo con Daniel Day-Lewis.
CRÍTICA
El hilo fantasma es una exquisita y elegante película romántica ambientada en el mundo de la moda de los años '50 que narra una historia de amor atípica al estilo de la vieja escuela.
Lo más atractivo de esta película son los complejos y cuidadosamente elaborados personajes, que captan y seducen inmediatamente al espectador.
El último tercio de la proyección es un tanto repetitivo, aunque no por eso deja de ser interesante y cautivante, ya que el público está a la espera del desenlace que va a resultar inesperado para la gran mayoría.
Una gran producción, personajes intrigantes y una atrapante, perversa y extrañísima historia de amorCintia Alviti
En este artículo podés leer porque mis críticas no contienen calificación, sinopsis o detalles técnicos .
Breve introducción por Paul Thomas Anderson
Londres, 1955: La ciudad emerge de la resaca de la Segunda Guerra Mundial entre raciones, escombros y esmog. La coronación de la reina Isabel II dio nueva vida a un país donde escasea el optimismo. En el centro de todo esto está Reynolds Woodcock, hombre que viste condesas, herederas, estrellas de cine y damas importantes. Mediante sus creaciones, hace sentir valientes a las tímidas y hermosas a las no agraciadas.
Sin embargo, tratar con el señor Woodcock a veces se parece a lidiar con fuerzas fascistas. Es inmensamente talentoso en su mejor momento, pero también es quisquilloso, absorto en sí mismo y difícil. En Casa de Woodcock, el negocio que tiene con su hermana Cyril, hasta las reglas deben seguir reglas. Modelos y clientes van y vienen, lo que da inspiración y compañía temporal a Reynolds, mientras que Cyril administra la Casa sin problemas ni interrupciones.
Un día, una inmigrante de Europa Oriental llamada Alma entra en la vida de Reynolds, irrumpiendo en su mundo y oficio de orden y meticulosidad mediante la temida fuerza del amor. Él se ve temporalmente impactado para después ser consumido por completo. ¿Luchará contra la poderosa atracción del amor -para seguir siendo un artista comprometido con su oficio y soltero empedernido- o podrá Alma mostrarle que los grandes placeres de la vida son mejores si se comparten con alguien más? ¿Y podrá Cyril proteger a su hermano de las buenas intenciones de Alma, o descubrirá que una Casa que no cambia es, de hecho, una casa muerta?
Phantom Thread es una variación del romance gótico que analiza la intimidad del enamoramiento contra el telón de un peligroso campo de batalla conocido como Casa de Woodcock. En su intento por capturar y contener su amor, Reynolds y Alma batallan por entenderse uno a otro, y batallan por controlar sus instintos e impulsos que sólo el más genuino y emocionante amor puede desencadenar. Presenta actuaciones increíbles, vestidos hermosos, herederas ebrias, fantasmas dominantes y música de Jonny Greenwood, de Radiohead.
ACERCA DE LA PRODUCCIÓN
El maestro de todos nosotros
En su primer largometraje filmado fuera de los Estados Unidos, el guionista y director nominado al Premio de la Academia® Paul Thomas Anderson se aboca al mundo de la moda en el Londres de la posguerra, y vuelve a trabajar con Daniel Day-Lewis, estrella de su cinta There Will Be Blood, en un turbulento y elegante romance gótico que es distinto a toda la filmografía tan ecléctica de este cineasta. Enfocada en el modista ficticio Reynolds Woodcock (Day-Lewis), Phantom Thread se desarrolla como historia de amor entre el maestro creador y su musa, a quien el soltero empedernido descubre durante un paseo de fin de semana en la campiña inglesa. Coestelarizada por Vicky Krieps como Alma y Lesley Manville, como Ciryl, la formidable hermana de Woodcock, el octavo largometraje de Anderson está repleto de complejos enredos, meticuloso detalle, así como de atmósfera y decoración opulentas.
Anderson, cuyo trabajo más reciente incluye videos musicales para HAIM y Radiohead así como Junun, documental musical de 2015, tenía poco interés en la industria de la moda, hasta que la ropa atrajo su atención después de terminar la producción de su largometraje Inherent Vice en 2014. Meses más tarde, una tarde que pasó con su frecuente colaborador y figura de Junun, Jonny Greenwood, Anderson recibió elogios del músico por el corte de su traje. "Me dijo algo sarcástico, como 'mírate, Beau Brummell'", dice Anderson. "Tuve que indagar ese nombre, pues quería saber más".
Conforme su interés por la moda crecía, Anderson descubrió la vida y obra del modista español Cristóbal Balenciaga (1895-1972), cuyas colecciones fueron reconocidas a nivel internacional por su encaje icónico, su corte innovador y la elegancia de su forma. Inmerso en la biografía de Mary Blume', El Maestro de Todos Nosotros: Balenciaga, sus Talleres, su Mundo, el escritor y director quedó fascinado con la vida monástica del diseñador y el devorador enfoque hacia la moda, que encajó con la Edad de Oro de Hollywood y con la Nueva Moda de París, centrada en Christian Dior y su reinvención de la silueta femenina.
De rasgos apuestos y angulares, Balenciaga también le recordaba a Anderson a su estrella de There Will Be Blood, Daniel Day-Lewis, con quien tenía ganas de reunirse para otro proyecto. "Daniel es muy apuesto, pero en la película que habíamos hecho es más bien feo, en cuanto a la personalidad y situación de su personaje", dice Anderson. "Quería saber cómo hacerlo verse más apuesto, con lo a la moda que está en su vida diaria, y conozco muy bien su amor por la ropa e imagen y cómo hace las cosas con las manos". Como gran estrella de Hollywood que también resulta ser zapatero profesional, Day-Lewis encapsula perfectamente el floreciente interés que el escritor y director tiene en Balenciaga.
Anderson también se enamoró del glamour de mediados de siglo y el romance gótico, específicamente en Rebecca de Hitchcock. Ya se le había ocurrido una dinámica de triángulo para su siguiente largometraje, entre un hombre, una mujer y su hermana. "Estaba buscando la situación perfecta para una historia como esta", dice Anderson. "Quería un escenario de clase alta con personajes inmersos en galas, un mundo que podría alojar un romance gótico".
Con el interés de Day-Lewis por el proyecto, Anderson y su estrella se convirtieron en devotos estudiantes de alta costura, aprendiendo todo lo que pudieron sobre Balenciaga y sus contemporáneos, como el diseñador británico Charles James, quien se convirtió en un maestro de corte luego de mudarse a Chicago a los 19 años, y Dior, quien revolucionó la vestimenta femenina a mediados de siglo. Estudiaron el temperamento artístico de figuras contemporáneas como Alexander McQueen, quien en sus inicios tejió mensajes desafiantes y lascivos en los trajes y vestidos que hizo para clientes prominentes como el Príncipe Carlos.
"Después de la guerra, había dos mundos paralelos de la alta costura, uno en París, que era el mundo dominante -la Nueva Moda-, pero había muchos otros diseñadores abriéndose camino en Londres", dice Day-Lewis. "Tenía sentido que nuestro trabajo reflejara la historia de Inglaterra y las telas que vinieron de las Islas Británicas, que son extraordinarias. Los sastres y modistas siguen haciendo estas prendas, y son hermosas. Cada temporada cuando llegan las telas, miran las telas, las sienten, las huelen y hacen diseños de ellas. Nos parecía fascinante la idea de que Inglaterra emergiera de los años de la guerra, en medio de la austeridad".
Estrechando su enfoque, el dúo estudió la sastrería inglesa clásica, en particular las casas de alta costura de Londres que emplearon a artesanos menos conocidos como Digby Morton, Peter Russell, Hardy Amies, John Cavenagh y Michael Donéllan en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Mientras que París era el epicentro de la alta costura a mediados de siglo, Londres era su primo más discreto, haciendo hincapié en la tradición Savile Row de la confección a medida. En contraste con las grandes casas como Dior, que empleaba a cientos de trabajadores, las casas de Londres eran empresas pequeñas y familiares a menudo dirigidas por dúos de hermanos y hermanas. Creadores como Amies y Morton comenzaron como aprendices y ascendieron para convertirse en los principales diseñadores que en el apogeo de su poder vestían a la realeza, la aristocracia, las celebridades y las luminarias del escenario y la pantalla. "En el mundo del que estaba aprendiendo, muchos de los diseñadores principales tenían hermanas que dirigían el negocio", dice Anderson. "Esto incluye a Amies en las décadas anteriores del siglo pasado y Valentino y Versace en la actualidad".
Para un nativo de California cuyo trabajo se ha convertido en sinónimo del Valle de San Fernando en Los Ángeles, Anderson también deseaba rodar una película en Londres, su primera producción fuera de Estados Unidos. Day-Lewis, por su parte, estaba ansioso por interpretar a otro inglés, habiendo construido su carrera en trabajos clásicos británicos como My Beautiful Launderette (1986) y My Left Foot (1989), por la que ganó su primer Oscar interpretando al escritor y artista Christy Brown. . En los últimos años, Day-Lewis ha interpretado a personajes estadounidenses, incluido el rapaz petrolero Daniel Plainview en There Will Be Blood y al décimo sexto presidente de los Estados Unidos en Lincoln de Steven Spielberg, por la cual el actor ganó dos premios Oscar más.
Durante su prolongada estancia en Londres, en la que con frecuencia intercambiaban volúmenes de moda y arte entre visitas al Museo de Victoria y Albert, donde estudiaron vestidos retro de sastres de la talla de Balenciaga y Charles James, Anderson y Day-Lewis lograron concebir al modisto ficticio conocido como Reynolds Woodcock.
El arte de Reynolds Woodcock
Inspirados en los muchos diseñadores que investigaron, en particular las figuras menos conocidas que florecieron en Londres después de la guerra, Woodcock tomó forma como un soltero obstinado y de hábitos arraigados, pero también sumamente talentoso y capaz de producir exquisitas prendas para la crema y nata de la sociedad londinense. Protegiéndolo del mundo exterior para poder crear sus exclusivos diseños en paz está la hermana dominante de Reynolds, Cyril, que administra su pequeña casa de alta costura de Mayfair al estilo de modistas de la vida real como Hardy Amies. En una colaboración única que se extendió por meses antes de la producción a principios de 2017, Anderson escribió el guión a la par que Day-Lewis se convertía en Woodcock, enviando páginas al actor mientras éste aprendía a cortar, drapear y coser.
A diferencia de There Will Be Blood, cuyo guión se completó a medias antes de que Day-Lewis comenzara a entrar en la piel de Daniel Plainview, la evolución de Reynolds Woodcock se produjo a intervalos durante los dos años antes de que Anderson completara el guión y comenzara la filmación. "Esta vez había medio concepto y muchos pensamientos e ideas sin estructura", dice Anderson. "Fue un proceso de ida y vuelta, escribir durante unas semanas en Londres, presentar material a Daniel en Nueva York, escribir algunas cosas más y presentárselas de nuevo".
Day-Lewis estudió bien los puntos más finos de la costura durante este periodo, en docenas de volúmenes sobre el tema, visitando el Centro de Vestuario Anna Wintour en el Museo Metropolitano de Arte en la ciudad de Nueva York, donde estudió vestidos reguardados de modistas de talla mundial, y aprendiendo a coser bajo la instrucción de Marc Happel, Director de Vestuario del Ballet de la Ciudad de Nueva York. "Le enseñaron todo, desde la costura y el corte básicos hasta el proceso más elaborado de drapeado y medición", dice Anderson. "Al final de su periodo de entrenamiento, se puso a prueba haciendo una copia fantástica de un traje de Balenciaga".
Lo que surgió de la colaboración fue un personaje firmemente en control de su entorno: Reynolds Woodcock era un "fanático del estilo", muy similar a Beau Brummell, Cristóbal Balenciaga o el viudo obsesivo Maxim de Winter en Rebecca, la cinta adorada por Anderson. "Reynolds es un hombre completamente absorto en sí mismo, consciente de sí mismo y autodisciplinado", dice Anderson. "A medida que el guión y el personaje tomaban forma, me interesé cada vez más en explorar qué tipo de hombre podría vivir dentro de tal estructura. Un personaje que requiere ese nivel de control está listo para ser desmantelado. ¿Qué sucede cuando un hombre así se debilita por primera vez o descubre que necesita a alguien?"
Day-Lewis agrega: "Nací en 1957, por lo que es el periodo en el que crecí y con el que tengo una conexión. La forma en que se desarrollaron las cosas en Inglaterra en ese momento era muy específica, las restricciones todavía estaban presentes en muchas áreas de la sociedad. Los diseñadores que investigamos de alguna manera florecieron contra la corriente de lo que estaba ocurriendo en otras partes de la sociedad. Había algo atractivo acerca de la imposibilidad de ir contra la corriente de los tiempos".
En la primavera de 2017, el proyecto se dio a conocer como Phantom Thread, llamado así por una situación común entre las costureras del Este de Londres en la época victoriana, que estaban acostumbradas a trabajar largas horas en condiciones miserables dentro de un sistema de manufactura que las dejaba agotadas física, emocional y psicológicamente. Después de maratónicos periodos de costura de magníficos vestidos para la realeza y la aristocracia, las trabajadoras agotadas terminaban, como autómatas, cosiendo hilos invisibles fuera del taller: hilos fantasmas. El título también indica una fuerza fantasmal que elabora una historia más allá del ámbito humano en el que sus personajes terrenales son impotentes ante el control del autor. ¿Controlamos el arte o el arte nos controla? Todos los elementos tomaron su lugar en un clásico romance gótico, tejido con precisión y habilidad por Paul Thomas Anderson y Daniel Day-Lewis.
Las mujeres de Woodcock
Phantom Thread comenzó a rodarse en Londres, Yorkshire y Cotswolds entre enero y abril de 2017.
Mientras que la Casa de Woodcock es ostensiblemente controlada por un hombre - Reynolds Woodcock - la empresa es mantenida a flote por mujeres, representadas por su glamorosa clientela, su acaudalada inversionista Barbara Rose, y su irrefrenable gerente Cyril. Encima de la casa está el fantasma de la difunta madre de los Woodcock, otra presencia femenina formidable que tiene un inmenso dominio sobre Reynolds, apareciendo junto a su cama en forma fantasmagórica durante un sueño febril en la segunda mitad llena de suspenso de Phantom Thread. Mientras que Cyril ha crecido para ejercer un inmenso poder dirigiendo el lado de los negocios, Reynolds sirve como su testaferro y fuerza creativa. En público, Cyril permanece a la sombra de Reynolds, pero en privado son iguales y disfrutan de un vínculo muy fuerte.
"Cyril es una mujer exigente que ha vivido su vida dedicada a su hermano", dice Lesley Manville, a quien recomendó para el papel Day-Lewis, un admirador de mucho tiempo. Veterana del Royal Court Theatre, el National Theatre y la Royal Shakespeare Company, Manville también ha aparecido en varias obras del director Mike Leigh, incluyendo aclamados papeles en Sr. Turner, Another Year y All or Nothing. "Es una mujer impecablemente presentada que nunca ha querido casarse porque se siente cómoda con quien es", continúa Manville. "Nadie entiende a Reynolds como Cyril, así que ha sido la relación más importante en la vida de Cyril. Para Reynolds, ella ha sido la mujer constante en ausencia de esposa. Se conocen por dentro y por fuera, y Cyril sabe cuándo interactuar y cuándo dejarlo en paz".
El amor entra en escena, personificado por Alma, la camarera que Reynolds conoce durante un retiro de fin de semana, y la Casa de Woodcock se sacude hasta el fondo. Pero cuando a Reynolds lo toman por sorprensa, Alma encuentra motivación. "Es la historia de Alma, una campesina inmigrante que básicamente toma el control y llega a dominar la Casa de Woodcock", dice JoAnne Sellar -productora por largo tiempo de Paul Thomas Anderson- quien regresa por su octava colaboración con la cineasta.
La estrecha relación de Reynolds con Cyril se convierte en un reto y la dinámica de la Casa de Woodcock comienza a cambiar. Cyril piensa que Alma es sólo otra musa para Reynolds, habiendo visto a muchas mujeres ir y venir de la Casa de Woodcock. Pero un lazo complejo se desarrolla entre las dos mujeres. Práctica y pragmáticamente, Cyril sabe que la Casa de Woodcock necesita un heredero, alguien que se haga cargo. La moda es pasajera y pertenece a los jóvenes. Cyril le enseña a Alma a manejar al volátil Reynolds. Alma, por su parte, empuja los límites que rompen el delicado equilibrio de la Casa, creando el complejo triángulo de pasiones conflictivas e impulsos que es central para el romance gótico.
El casting de Vicky Krieps
La actriz luxemburguesa Vicky Krieps, una mujer que se encuentra entre los dos pilares de la Casa de Woodcock, hace un impresionante debut internacional. Krieps presentó una audición grabada sin saber que era para una colaboración de alto perfil entre Anderson y Day-Lewis. La artista conocía muy bien el trabajo de ambos artistas, pero su carrera se había centrado en el cine europeo, trabajando predominantemente en producciones alemanas y francesas. No tenía muchas esperanzas de asegurar el papel.
Para Anderson, Krieps tenía todo lo que buscaba en Alma después de ver su audición. "La idea era encontrar una mujer de entre 25 y 33 años, vagamente europea, pero preferentemente de Europa del Este, una inmigrante que llegó a Inglaterra durante o después de la guerra", dice Anderson. "Vicky estuvo en la película The Chambermaid hace unos años, y era muy buena en ella, pero de esa manera anticuada hizo una cinta de audición. Estaba claro en su cinta que ella podría ser una chica que trabajaba en una tienda de té y alguien que podría usar esos hermosos vestidos como la musa de Reynolds. En términos de su actitud y su agudeza, eso no es actuar. Vicky no tiene miedo de sacar la barbilla y mantenerse firme".
Al igual que Krieps, Alma es una forastera que proviene de un pequeño país de Europa. Pero Alma es también una mujer del mundo, habiendo sufrido la pérdida de su madre en la guerra, y un doloroso desarraigo y éxodo a un país extranjero. "Es una chica de clase trabajadora que vive en un pueblo de pescadores después de mudarse a Inglaterra para una vida mejor", dice Krieps, que ha aparecido en Hanna de Joe Wright y A Most Wanted Man de Anton Corbijn, entre otras producciones internacionales. "Ella viene de un lugar tan pequeño que te obligan a abrirte al mundo, por así decirlo, porque no tiene sentido ser nacionalista."
Tras llegar a Londres para convertirse en modelo y musa de Reynolds, enamorándose de paso, Alma encuentra un hogar en la Casa de Woodcock, a pesar de sus rígidas costumbres y códigos sociales. "Había un fuerte sistema de clases en Londres durante ese tiempo- se podían sentir las diferencias entre las clases", dice Krieps. "Siendo una chica sencilla del continente, Alma no ve esas diferencias ni se ve a sí misma en ningún tipo de casilla. Trae consigo desde el extranjero una tendencia de ser la misma con todos, lo que la coloca en una posición poderosa para poder moverse libremente entre las clases de Inglaterra".
La profunda atracción de Alma por Reynolds es mutua, con Reynolds inspirándose en su musa y Alma encontrando la liberación de su vida anterior. Pero con el tiempo Alma se convierte en una fuerza disruptiva, probando el poder de Reynolds. "Tiene un sentimiento intenso sobre las cosas", dice Krieps. "No es una locura, pero se mantiene firme en su posición muy obstinada a medida que el asunto se profundiza". Anderson agrega: "Ella es como un petardo, interrumpiendo a Reynolds de una manera que conduce al mejor tipo de drama. Quería saber qué pasaba cuando alguien como Reynolds se ve obligado a luchar hasta los cimientos de sus propias peculiaridades después de verse desafiado por alguien tan distinto como Alma".
En la delirante segunda mitad de Phantom Thread, Alma se convierte en la fuerza dominante en una ecuación compleja que envuelve tanto a Cyril como a Reynolds. "Se ve su cambio dinámico a medida que Alma se hace cargo", dice Krieps. "Reynolds la ayuda a convertirse en la mujer que siempre fue, pero más fuerte. Los dos amantes se entrenan el uno al otro, como si fuera un músculo". Agrega Anderson: "Reynolds y Alma son personas diferentes con diferentes ambiciones. La ambición de Reynolds no incluye compartir su vida con una pareja romántica, mientras que la ambición de Alma es convencer a Reynolds de que la necesita. Pero ¿quién es el conductor y quién es el pasajero? La forma en que intercambian estos papeles se convierte en la tensión dramática de la película".
A diferencia de la fase preparatoria prolongada y metódica de Day-Lewis, Krieps tuvo poco tiempo para prepararse para el papel. Después de una rápida reunión en Londres para la lectura del guion después de que le ofrecieran el papel, la actriz llegó al plató a principios de 2017 sin ensayo convencional, basada en los deseos de Day-Lewis de renunciar a ellos. Su coestrella ya vivía y trabajaba como Reynolds Woodcock, sumergiéndose en el proyecto durante muchos meses. "Daniel hizo su trabajo como siempre lo hace, ese es su secreto", dice Krieps. "Lo único que sabía de antemano era que nos estábamos reuniendo por primera vez en el plató, porque ya no era Daniel. Fue bastante intenso".
La estrategia de Krieps fue tratar de mantener la calma ante la preparación inmersiva de Day-Lewis. "Me convertí en esta página en blanco para jugar a Alma", dice Krieps. "Me vacié lo más que pude." En Yorkshire, donde se filmaron las escenas de fin de semana de escapada -la primera toma de conciencia de Alma sobre Reynolds- Krieps dio largas caminatas por la costa durante las pausas del rodaje, donde intentó hablar y pensar como su personaje. "Creé su biografía de inmediato y crecí en su mundo", dice. "Tuve poco tiempo para imaginar y concebir quién era Alma."
La nueva flor de la alta costura: un ensayo de Cassie Davies-Strodder
Londres, a principios de los años 50, fue el centro de la industria de la moda británica. La ciudad aún estaba marcada por la destrucción física de la Segunda Guerra Mundial, con pilas de escombros y edificios huecos que dejaron cicatrices duraderas del conflicto. El impacto del racionamiento de la ropa, que finalmente terminó en 1949, aún se sintió agudamente al comienzo de la nueva década. Las telas finas de lujo, un producto básico de la ropa de alta costura, estaban disponibles para la exportación, pero la escasez de suministro nacional, y la escasez de mano de obra era un reto para la mayoría de los negocios.
La ciudad era el hogar de un pequeño grupo de modistos con sede en el rico distrito de Mayfair. La mayoría de las casas adosadas ocupadas del siglo XVIII en lo que eran plazas residenciales. Estos antiguos espacios domésticos fueron adoptados por los modistos de la corte en el siglo XIX y evolucionaron naturalmente hacia las casas de alta costura del siglo XX. Muchos de los interiores decorativos de los edificios fueron preservados, y los pisos de mármol y parquet, grandes chimeneas, yeso decorativo, ventanas altas, lámparas de araña y techos altos se convirtieron en la estética dominante del comercio de moda de lujo en Londres.
La instalación de las casas de alta costura de Londres se basó en las de París, con el diseño y la fabricación bajo un mismo techo, aunque a una escala mucho menor. Los clientes entraban en los edificios altos y delgados con terraza en la planta baja, donde las grandes habitaciones se utilizaban como espacio de recepción y a veces como oficina del diseñador. Una escalera giratoria, a menudo en el centro de la casa, conducía a las salas de exposición y a los probadores del primer piso. Al igual que en las casas parisinas, las salas de trabajo se dividieron en sastrería y costura.
Hubo una gran variación de escala entre los couturiers londinenses, la mayoría de los cuales eran mucho más pequeños que sus equivalentes parisinos. En 1952, las dos casas más notables -Norman Hartnell y Hardy Amies- diseñaron ropa para la reina y emplearon a 400 y 200 trabajadores, respectivamente, mientras que una pequeña casa como Michael Sherard funcionaba con un pequeño equipo de 40 personas. Por el contrario, una importante casa parisina empleó entre 500 y 850 trabajadores y mostró grandes colecciones a lo largo de múltiples temporadas.
En 1946, la revista The Strand documentó la dotación de personal de una casa de costura londinense promedio. Esto incluía a dos vendedoras o vendeuses que se encargaban de todas las necesidades del cliente, tomando pedidos, organizando accesorios y asesorando sobre qué comprar. Las salas de trabajo estaban encabezadas por un sastre (generalmente un hombre) o un montador de vestuario; debajo de ellas estaban en su mayoría equipos femeninos de secondes, que distribuían el trabajo, y las "manos", que a su vez pasaban el trabajo a los "juniors" (entre 40 y 60). Si la casa tuvo éxito, podrían haber empleado dos o más modelos de "casa" para mostrar las prendas. Además de las muchas mujeres empleadas en las salas de trabajo y ventas, las mujeres también actuaron como asesoras principales e incluso como socias comerciales. Estos trabajos a menudo se reservaban para un familiar cercano, y varios de los principales modistos, entre ellos Norman Hartnell, empleaban a sus hermanas en estas funciones.
Este grupo de distinguidos costureros londinenses era pequeño pero diverso; cada diseñador tenía su propio carácter y las casas eran a menudo conocidas por sus estilos particulares. Hartnell era conocido por su extravagancia, Amies, que tenía su sede en la histórica Saville Row, por su calidad empresarial. Digby Morton, que comenzó su carrera en la casa londinense de Lachasse, era un personaje discreto y discreto, conocido por revivir el traje de mujer clásico, haciéndolo más suave y decorativo. Michael Donéllan también era conocido por su hábil sastrería y pasó a llamarse "el británico Balenciaga". El inglés-irlandés Edward Molyneux tenía un aire de glamour parisino tras haber establecido su primera casa en la capital francesa antes de fundar una sucursal en Londres en la década de 1930. John Cavanagh, conocido por sus elegantes vestidos de noche y sus trajes de sastrería, era el elegante socialité del grupo.
Un modisto londinense producía dos colecciones al año, para otoño/invierno y primavera/verano. Las prendas de alta costura se hacían con los mejores tejidos y adornos, la mayoría hechos a mano por costureras altamente calificadas antes de que las prendas fueran ajustadas a la medida de cada cliente. Se requirieron hasta tres ajustes, y tomó hasta cuatro semanas para producir la pieza terminada. Los tipos de ropa que los modistos confeccionaban estaban dictados por las necesidades y estilos de vida de los clientes. En Gran Bretaña, estas eran en su mayoría mujeres jóvenes aristocráticas y sus madres que buscaban ropa para la temporada de sociedad, un torbellino social de eventos y reuniones tradicionalmente centradas en las actividades de la corte real.
El vestuario social incluía vestidos de debutante, trajes de gala, ropa deportiva y trajes a medida para la ciudad y el campo. Durante la temporada de sociedad, se esperaba que una joven debutante conociera a su futuro marido, y las bodas de sociedad proporcionaron otra fuente clave de comisiones para los modistos. Una mujer joven era introducida a menudo a un modisto por su madre y permanecía leal a él o ella para todos los encargos importantes, desde el vestido de debutante hasta el vestido de novia y el ajuar. Las "entradas y salidas" de la temporada fueron reportadas en las columnas de la sociedad en los periódicos que a menudo verificaban el nombre de los diseñadores que los "notables" vestían.
Además de vestir a las mujeres de la conocida sociedad y a sus hijas, también había publicidad disponible a través de estrellas de teatro, tanto dentro como fuera del escenario. Sin embargo, el "golpe" más grande era obtener una comisión de un miembro de la familia real, que era embajador no oficial del comercio de moda de Londres, vistiendo conjuntos de diseño y fabricación británicos para sus principales compromisos. La joven y bella princesa Margarita y la recién coronada reina Isabel proporcionaron un amplio enfoque para la prensa de moda a lo largo de la década de 1950 y asistieron a muchos desfiles de moda junto con la Reina Madre, quien fue una fiel mecenas del modisto londinense Norman Hartnell. Elizabeth eligió a Hartnell para diseñar su vestido de novia en 1947 y el vestido elaborado para su coronación en 1953. Ambos eventos fueron televisados y proporcionaron una gran cantidad de publicidad a nivel internacional para los modistos británicos que vistieron a la familia real y a otras mujeres notables presentes.
El look de moda de los años 50 era todavía dictado por París y estaba dominado por la forma del reloj de arena de Christian Dior "New Look". Introducido en 1947, el New Look fue de hecho bastante retrospectivo, con la cintura encorchada y las faldas repletas que recordaban la silueta de las crinolinas de la década de 1850. Su romanticismo y feminidad cautivó la imaginación de los consumidores de la posguerra que llevaban puestos los estilos más masculinos y utilitarios de la década de 1940 y luchaban por crear una imagen femenina de moda dentro de las restricciones del racionamiento. En chocante contraste con las restricciones del racionamiento, los vestidos New Look eran elaboradas creaciones modeladas a partir de grandes franjas de sedas con tonos de joya y sostenidas por capas y capas de tul de seda. Los conjuntos nocturnos se terminaron con zapatos a juego y guantes largos. Los trajes a la medida cambiaron sus hombros cuadrados a favor de unos más modernos y más suaves, y cinturas más ajustadas, a veces exageradas por el acolchado en las caderas. Estos se emparejaban con accesorios a juego y sombrerería elaborada con suntuosas plumas.
Otra novedad de los años 50 fue la hora del cóctel y con ella llegó el vestido cóctel, vestidos más cortos, menos formales y con un estilo más lúdico. Aunque se introdujo en 1947 en París, el estilo New Look tardó un tiempo en ser adoptado en Inglaterra, donde el racionamiento se mantuvo hasta 1949.
Aunque nunca fue un rival serio del dominio de la alta costura parisina, la industria de la alta costura londinense tuvo un éxito significativo después de la guerra, con un carácter distintivo propio. Los diseñadores londinenses produjeron creaciones elegantes y bellamente elaboradas. Eran famosos por su fina artesanía, en particular la sastrería derivada de la tradición Savile Row, y la capacidad de satisfacer las necesidades del refinado cliente de clase alta para el que diseñaron. A medida que los eventos de la temporada de sociedad perdieron su formalidad, muchos de los modistos londinenses de los años 50 se diversificaron en la moda y la ropa boutique.
Al comienzo de la nueva década, una serie de casas de alta costura se vieron obligadas a cerrar sus puertas cuando Londres cambió el enfoque de moda de la alta costura de Mayfair a las irreverentes modas juveniles de Kings Road y Carnaby Street. El nuevo mercado juvenil codiciaba estilos "burbujeantes" desde las calles en lugar de los que "se filtraban" de la élite adinerada y sonaba el principio del fin de la industria de la alta costura en Londres.
Cassie Davies-Strodder es conservadora de colecciones de moda de los siglos XX y XXI en el Victoria and Albert Museum. Es comisaria de la mayor exposición de moda de V&A Balenciaga: Shaping Fashion
Creando los vestuarios
Un factor crucial para traer a Phantom Thread a la pantalla grande yacía en la creación de los vestuarios, los que requerían una autenticidad y sofisticación a nivel de los modistos londinenses de la época, como lo fue Hardy Amies. A Anderson no le interesaba tomar prestado o rentar atuendos antiguos de museos o casas de vestuarios. Para el frecuente colaborador de Anderson, Mark Bridges (Inherent Vice, The Master, There Will Be Blood), crear los vestuarios desde el comienzo fue la única solución para una historia donde el corte y confección era tan importante. "Una vez que decidimos crear diseños originales, no había vuelta atrás", dice Bridges. "Sólo podíamos seguir adelante desde ese punto".
La misión y directriz principal de Bridges fue el contar historias a través de la ropa - sus prendas debían reflejar lo mejor posible la composición psicológica de los personajes. El veterano diseñador de vestuario, quien ha trabajado con Anderson en cada una de sus películas desde su inicio con Hard Eight en 1996, se resistió a sólo enfocarse en un modisto como inspiración para sus creaciones. En vez de eso, investigó sobre diseños de la época, creando 50 prendas únicas para la película, incluyendo nueve piezas originales que fueron mostradas en un desfile de modas de primavera.
Comenzó su investigación mirando viejas ediciones de Vogue y de Harper's Bazaar, antes de pasar a ver segmentos de los archivos del British Pathé en YouTube, donde ofrecían metrajes de los noticieros de la época. Bridges se reunió varias veces con Anderson y con Day-Lewis para determinar los códigos de estilo de la Casa de Woodcock. "Pasamos un día entero determinando cuáles serían los esquemas de colores y las texturas de la Casa", dice Bridges. "Elegimos tonos ricos e intensos y mucho encaje, con una yuxtaposición de texturas como el terciopelo y el satén en algunas prendas".
Bridges encontró ropa antigua de todos los rincones del mundo, incluyendo Los Ángeles, París, Roma y Londres. Sin embargo, muchas de las prendas, aunque eran glamurosas y de la época, ya estaban descoloridas con el tiempo y el uso. "Descubrimos muy pronto que estaríamos haciendo muchas más prendas de las que originalmente planeábamos", dice Bridges. "La seda no dura mucho, aunque se cuide muy bien la prenda. El tiempo pasa y las polillas se la comen. Casi toda la ropa que encontramos la utilizamos como inspiración o para comprender los métodos y estructura. Si estábamos duplicando una prenda, hacíamos todo lo posible por reproducir las telas lo más cercano que nos era posible a la prenda original".
Bridges y su equipo también tenían acceso a los archivos de moda del Victoria and Albert Museum, para poder examinar a detalle los icónicos vestidos de gente como Cristóbal Balenciaga y de talento local como Hardy Amies. Estos diseños fueron utilizados como inspiración para algunos de los vestidos claves de la película, incluyendo la memorable pieza utilizada por Vicky Krieps. "Tener el archivo a nuestra disposición fue de gran ayuda, ya que pudimos ver cómo se cortaban las líneas y cómo se construían los patrones", dice Bridges. "Es increíble ver la sencillez de construcción de varias de estas piezas, incluyendo los bordados de Balenciaga, al ver su meticuloso nivel de detalle".
Uno de los miembros del equipo de Bridges fue la cortadora francesa Cecile Van Dijk, quien aprendió su oficio en Central Saint Martins en Londres - famoso por ser donde Alexander McQueen se matriculó a principios de los 90 - antes de especializarse en encaje y corte de patrones. Otras costureras y "manos" ayudaron en el proceso de diseño, con Cecile dándole consejos a Day-Lewis en las escenas que requerían un conocimiento profundo de corte. Usualmente se encontraba presente en el set durante la filmación para darle al actor un rápido recordatorio antes de grabar una escena.
Joan Emily Brown y Sue Clark fueron decisivas para el proceso de diseño y elección del reparto. Ambas trabajaban como voluntarias en el V&A cuando Anderson, Bridges y Day-Lewis investigaban alta moda británica durante el verano de 2016. Tras ayudar al trío a examinar el Balenciaga original, Anderson descubrió que ambas mujeres tenían mucha experiencia con la moda. Brown había trabajado en dos de las principales casas de moda en Savile Row en la década de los 50, incluyendo con Hardy Amies. Las contrató a ambas como consultoras creativas, basado en su habilidad de verificar al instante si un carrete o un alfiler eran apropiados para la época. También les dio papeles como actrices, en los cruciales papeles tras bambalinas de las costureras principales, Nana y Biddy.
Clarke había enseñado moda casi toda su vida adulta antes de retirarse y ofrecerse de voluntaria como docente en el V&A. Brown había pasado décadas en talleres de alta costura en Londres, cosiendo, cortando y adornando. Ayudaron al elenco y al equipo a comprender la jerarquía de un salón de trabajo, incluyendo las complejas estructuras de poder entre cortadores y probadores y entre asistentes y manos. Compartieron pequeños detalles como el uso obligatorio de guantes blancos para todos los manejadores durante pruebas de la Casa. Contaron historias de la etiqueta, que era estrictamente impuesta, y la cual era el sello distintivo de las mejores Casas. "Es un mundo muy organizado en el que trabajas. Se enfatiza que se sigan las reglas", dice Brown. "Si eras la jefa del salón de trabajo, se te tenía que hablar con un Señor oSeñora junto con tu nombre. Era parte de la etiqueta de la época y lo aprendías rápidamente mientras trabajabas. Había una manera muy disciplinada de hacer las cosas".
Bridges aprovechó la amplia red de artesanos de Londres para vestir tanto a sus actores principales como a los de reparto. Muchos de estos artesanos ya han estado en su negocio desde hace décadas, y su clientela incluye miembros de la aristocracia y de la familia real. Supervisó la prueba de trajes y atuendos utilizados por Day-Lewis, hechos por sastres de Savile Row Anderson y Sheppard, cuya compañía se estableció en 1906 y que han tenido al duque de Windsor entre sus clientes. Los zapatos fueron hechos a la medida por el zapatero George Cleverley, quien abrió su homónima boutique en Mayfair en 1958. Milliner Sophie Lamb - quien ha creado máscaras y bisutería para la Royal Opera House - creó los elegantes sombreros utilizados en varias escenas claves, trabajando con un tintorero profesional para tener el esquema de colores correcto.
Anderson y Bridges tenían ideas sólidas sobre cómo debía vestirse Cyril. Decidieron utilizar tonos de carbón oscuro para su vestido para que la piel inglesa de Lesley Manville pudiese brillar. "Cyril y Lesley son presencias muy poderosas para la historia", dice Bridges. "Ambas se ven como mujeres poderosas en su propio modo, aunque ambas son femeninas y hermosas". A lo largo de la película, Manville utiliza una serie de vestidos y trajes hechos a la medida por el sastre londinense Thomas Von Nordheim, quien aprendió su oficio en la Casa de Lachasse, la última de las sobrevivientes de las casas de alta moda en Londres. Entre los diseñadores principales que se encontraban en Lachasse durante los años de posguerra se encuentran Digby Morton, Michael Donéllan y el omnipresente Hardy Amies. Todos ellos fueron sujetos de la investigación de Anderson y Day-Lewis para Phantom Thread.
El diseño de vestuario también buscaba reflejar la evolución de los personajes, incluyendo la transformación de Alma de una sirvienta de clase obrera a una mujer sofisticada de Londres, cuando se vuelve una modelo y musa para Reynolds Woodcock. "Quería comenzar su historia con ropa sencilla que quizás no le quedara tan bien, con prendas que había heredado de su madre o que habían sido reparadas varias veces", dice Bridges. "Mientras más se adentra en la Casa de Woodcock, podemos ver un desarrollo de forma y textura aun cuando Alma se mantiene igual".
Por un golpe de suerte, Krieps llegó a sus pruebas de vestuario durante los inicios de producción, y para el deleite de Bridges, entró perfectamente en cada una de las prendas que había encontrado para ella. "Mark me trajo muchos vestidos que había encontrado en museos, casas de vestuario y de todos los demás lugares donde logró encontrar piezas", dice Krieps. "Nunca me consideré una modelo o alguien que podía utilizar prendas tan lujosas y refinadas, pero por fortuna, me quedaron perfectas. Casi daba algo de miedo". Bridges agrega: "Vicky tenía que sentir la ropa y asegurarse que no dieran la impresión de verse falsas, pues su personalidad llega a dominar a lo largo de la película. Eso fue algo en lo que Vicky fue grandiosa. La vemos ir de la pobreza a la riqueza, manteniendo su individualidad y su independencia a lo largo de todo".
Construyendo la Casa de Woodcock: Las Locaciones
Con sus locaciones evocativas del Londres de posguerra y las pintorescas salidas al campo británico, Phantom Thread está empapado en una atmósfera romántica. Para traer estas locaciones principales a la vida, Anderson acudió al diseñador de producción británico Mark Tildesley (T2 Trainspotting, High-Rise, Snowden), quien comenzó su carrera trabajando en el departamento de vestuario de la Royal Opera House, donde teñía y pintaba a mano vestidos de ballet. Tildesley jamás había intentado una producción de mitad de siglo. Nacido en Londres en 1963, el diseñador no vivió la década de los 50, por lo que acudió a sus hermanos mayores para que le contaran sus vivencias y fotografías de la época.
Tildesley trabajó de manera cercana con Anderson y Day-Lewis desde el inicio de la producción para establecer las dimensiones psicológicas del personaje de Reynolds, para que luego pudiera reflejarse en los sets de la película y en el diseño de producción. Discutieron a detalle dónde había estado Reynolds durante su vida y las cosas que le rodeaban, creando así una elaborada historia de su vida antes de fundar la Casa de Woodcock. "Ha viajado al extranjero y ha visto muchas cosas, incluyendo agonía y angustia", dice Tildesley. "Esto se ve reflejado en su elección de pinturas y artefactos, que incluyen objetos de interés que ha recolectado durante sus viajes. Desde un punto de vista de diseño, los mundos que hemos creado son un reflejo detallado de Reynolds Woodcock".
Tildesley y su equipo de diseño decidieron desde muy temprano en la producción que utilizarían espacios auténticos cada vez que fuera posible en vez de recrearlos dentro de un estudio o un estudio de sonido. "El mundo de la historia debía sentirse fundamentado y real", dice Tildesley. "Era mucho más sencillo para Paul - y para Reynolds - por sus propias preferencias artísticas por espacios reales".
Para Reynolds esto incluyó una elegante producción de una casa de ciudad que se encuentra en Fitzroy Square, cercano al elegante distrito Mayfair en el centro de Londres, donde trabaja y vive, así como su sombría casa de campo conocida como Owlpen, la cual se asemeja a la casona Manderley en Rebecca. "Las locaciones son cruciales para el personaje de un actor. Tanto Owlpen como la casa en Fitzroy Square dan justo en el blanco de lo que reflejan", dice Manville. "La casa de Londres es elegante y sin adornos, un paladar neutro acentuado con flores y luz natural. Owlpen es una clásica casa de campo británica, con paneles de roble, un ama de casa, sofás enormes y cómodos, y perros. Ambas locaciones evocan la precisión y el detalle de los vestuarios creados por Reynolds".
Muchas de las casa de moda de la década de los 50 se encontraban en el centro de Londres, en cuadras elegantes y arboladas en los barrios de Mayfair y Fitzrovia, donde la arquitectura georgiana del siglo XVIII continúa siendo un distintivo importante. Estas estructuras, muchas de ellas casas privadas, se caracterizan por sus altos techos, grandes ventanas (que proveen mucha luz natural) y elegantes detalles, incluyendo dramáticas escaleras y grandes salones donde se llevaban a cabo lujosas relaciones sociales y pruebas de vestuario. En Phantom Thread, la casa de Fitzroy Square donde viven y trabajan Reynolds y Cyril, se vuelve mucho más que sólo eso.
"La Casa de Woodcock es un lugar de trabajo. Sin embargo, también es un espacio teatral, donde los clientes son cautivados para sentirse gloriosos y maravillosos, como si estuviesen en un escenario", dice Tildesley. "Bajo este mundo - el piso debajo de este otro esplendoroso - es una especie de taller de explotación laboral, donde las costureras hacen trajes y se preparan para exposiciones, o donde vienen clientes privados a pruebas de atuendos. Se trata de un negocio funcional que tiene un gran aspecto teatral, con trabajo duro que se desarrolla en el fondo y que se vuelve preocupante, difícil y meticuloso. Es una sala de exposiciones, muy elegante y sencillo, como en fondo en un ballet".
El desafío de Tildesley al traer a la vida la Casa de Woodcock como una locación fue el enfocarse en los aspectos visuales, desde el color de la pintura y el papel pintado hasta la iluminación y la instalación eléctrica, incluyendo candelabros , espejos, suelos de madera de cerezo y alfombras inglesas. "Un espacio como el gran salón debía permitir que los colores y el esplendor de las creaciones de Reynolds vibraran y rezumaran grandeza", dice Tildesley. "El fondo debía destacar - pero no podía interferir con la majestuosidad de los diseños de Reynolds. Consideramos un largo rato el drama inherente en los espacios de la Casa de Woodcock y la ropa que producía - en contraste con Owlpen, sombría y abarrotada, un mundo embrujado".
Una vez asegurada la locación de Fitzroy Square, una casa privada, el equipo de diseño hizo todo lo posible por transformar el espacio a un escaparate digno para la Casa de Woodcock. Se encontraron con muchos retos en todo lo que realizaron, la iluminación, la acústica, los espacios restringidos y los estrictos dueños. Cambiaron los papeles pintados de varios cuartos, incluyendo el comedor, utilizando papel con un ligero brillo metálico para que reflejara mejor la luz natural. En una memorable escena durante el desayuno, donde Alma, Cyril y Reynolds interactúan de manera tensa en un momento del día que es prácticamente sagrado para el diseñador, la intensa luz de la mañana contrasta de manera dramática con las volubles demandas de Reynolds de guardar silencio, creando una corriente de tensión psicológica en la decoración.
Esa misma tensión se encuentra en abundancia en la casa de campo de Reynolds, Owlpen Manor, la cual se localiza fuera de Londres de acuerdo al guion, pero cuya verdadera locación es Cotswolds, una zona al sur del centro de Inglaterra que se caracteriza por sus elegantes propiedades privadas localizadas en medio de bosques y colinas onduladas. "Owlpen es la casa familiar que ha heredado, un lugar de sueños y recuerdos, donde puede ir a relajarse y ser sí mismo los fines de semana", dice Tildesley. "Va al campo a refrescar su mente y olvidar la ajetreada calidad de vida en Londres. "La casa de arquitectura isabelina - también conocida como Owlpen Manor - le pertenece a una familia aristocrática que la ha modernizado a lo largo de las décadas, pero han preservado muchos de sus distintivos arquitectónicos. El hijo de la familia - un aspirante a cineasta y admirador de Paul Thomas Anderson - convenció a su padre de permitir que el equipo filmara dentro y alrededor de la propiedad un lluvioso y gris invierno inglés.
Para los interiores de Owlpen, incluyendo el estudio y habitación de Reynolds, Tildesley trabajó de manera cercana con la decoradora de set Véronique Melery para crear un ambiente sombrío donde el temperamental Reynolds pudiese resguardarse del estrés. Se enfocaron en amueblar el ambiente con artefactos personales que reflejaran los gustos de Reynolds - pinturas de amigos, fotografías familiares, reliquias familiares, y muebles a la vez sobrios y relajantes. Day-Lewis - ya para entonces muy adentrado en su personaje de Reynolds antes de comenzar el rodaje - colaboraba en el diseño de la decoración de Owlpen, aprobando o rechazando muebles y adquisiciones, incluso demandando que se cambiara el color del muro de su habitación. "Daniel tiene ideas muy específicas y su proceso es muy detallado", dice Tildesley. "Pasamos mucho tiempo juntos para hacer que se sintiera auténtico y apegado tanto al personaje como a la historia".
Posproducción: Jonny Greenwood y Dylan Tichenor
Jonny Greenwood y Dylan Tichenor, quienes han sido colaboradores desde hace mucho tiempo, fueron los encargados de darle los toques finales a Phantom Thread en la etapa de posproducción. Ambos regresaron al redil de Anderson para tejer los últimos hilos del proyecto en la forma de su sutil banda sonora orquestada y su edición elegante y discreta. Para Greenwood, cuyo trabajo generalmente comienza cuando dejan de grabar las cámaras, el trabajo de la banda sonora comenzó en los primeros días de producción. "Jonny estaba escribiendo música para Paul en preproducción, incluso durante la producción", dice la productora JoAnne Sellar. "Durante la etapa de edición, Paul y Dylan encontraban escenas a través de la música. Es una parte importante del proceso".
Greenwood, quien ha compuesto la banda sonora para There Will Be Blood, The Master eInherent Vice, creó entradas musicales basadas en lo que le había pedido Anderson en cuanto a que la música sugiriera romance y oscuridad. Utilizando un piano amortiguado e instrumentos de cuerdas, Greenwood le mostró su creación a Anderson en varias etapas de producción, con la ayuda de cuartetos y de orquestas de cuerdas más grandes. "Quería que la música fuera bastante británica", dice Greenwood. "Pero también hicimos mucha referencia a Oscar Peterson y Nelson Riddle, en las cuerdas que se escribían para las bandas de jazz, sin la banda de jazz".
Greenwood y Anderson desarrollaron una clave entre ellos a lo largo de los años, con el compositor leyendo escenas del guion o viendo las tomas del día, antes de retirarse a su estudio a componer las entradas, las cuales Anderson utiliza para moldear su historia durante varias etapas de la producción. La música continúa forjando la historia durante la etapa de edición, una vez que Tichenor había recibido todo el metraje. "Jonny es extremadamente prolífico y es un genio en la manera que logra crear todas estas maravillosas entradas", dice Tichenor. "Paul y yo tomamos esas entradas y las colocamos en la película. Normalmente, las entradas se escriben sin una escena en particular en mente - tomamos unas 20 entradas que manda Jonny y las colocamos. Las escenas cobran vida cuando se pone una buena pieza musical sobre una buena secuencia de filmación".
Tichenor, quien editó Boogie Nights, Magnolia yThere Will Be Blood, además de varios videos musicales dirigidos por Anderson, trabajó de manera cercana con el escritor/director durante y después del rodaje para formar la historia en base a horas de metraje. "Es un comienzo gradual durante la primera hora, antes de que Alma tenga poder", dice Tichenor. "Teníamos mucho más material en un primer corte - unos 45 minutos de contenido adicional que tuvimos que quitar porque debíamos llevar a Alma a la Casa de Woodcock y comenzar con el conflicto. Ese fue nuestro reto principal".
Al igual que Greenwood, Tichenor ha trabajado con Anderson en una serie de producciones, observando el crecimiento y cambio del cineasta desde sus primeros días en Hard Eight (donde Tichenor fue un coordinador de posproducción) hasta Phantom Thread, con su compleja relación de deseos que compiten entre tres personajes distintos, incluyendo a Reynolds Woodcock, quien se tranquiliza a lo largo de la película. "A través de los años, hasta esta película, he visto a Paul acostumbrarse a sí mismo como un artista", dice Tichenor. "Ha aflojado las riendas en muchas cosas. Creo que está más interesado en ver lo que sucederá frente a la cámara que en controlar lo que sucede. Siempre ha estado abierto a la casualidad y a las circunstancias - en el cuarto de edición así como en el set, creo que está más interesado en ver lo que sucede frente a la cámara que en tratar de controlar lo que sucede".
ACERCA DEL ELENCO
Daniel Day-Lewis (Reynolds Woodcock)
Desde sus primeros papeles, el ganador al Premio de la Academia® Daniel Day-Lewis impresionó al público y a la crítica, pasando con facilidad de un joven obrero en My Beautiful Launderette a un petulante pretendiente victoriano en A Room with a View de Merchant-Ivory. Gracias a estos papeles, en 1989 fue galardonado con el premio del Círculo de Críticos de Cine de Nueva York al Mejor Actor de Reparto, el primero de varios honores, incluyendo tres Premios de la Academia® al Mejor Actor, cuatro premios BAFTA al Mejor Actor y dos premios Globo de Oro al Mejor Actor. Day-Lewis también ganó el premio Screen Actors Guild tres veces, el premio del Círculo de Críticos de Cine de Nueva York cinco veces y tres premios del Círculo de Críticos de Cine de Los Ángeles. Aunque Day-Lewis ha continuado produciendo numerosas y aclamadas actuaciones, su papel como el brillante escritor y artista paralítico Christy Brown en My Left Foot del director Jim Sheridan le valió el Premio de la Academia ® al Mejor Actor. Day-Lewis también ha sido galardonado con nominaciones al Premio de la Academia® por su actuación en In the Name of the Father, su segunda colaboración con Sheridan, sobre la verdadera historia de un hombre que fue injustamente encarcelado durante 15 años, y por su papel como Bill El Carnicero en Gangs Of New York de Martin Scorsese. En 2008, Day-Lewis recibió otro Premio de la Academia® al Mejor Actor por su papel como el buscador de petróleo, Daniel Plainview en There Will Be Blood de Paul Thomas Anderson. En 2013, Day-Lewis ganó su tercer Premio de la Academia® al Mejor Actor como el epónimo personaje en Lincoln de Steven Spielberg. Su próxima aparición será en Phantom Thread de Paul Thomas Anderson. Otros papeles en la carrera de Day-Lewis incluyen al aventurero del pasado estadounidense Hawkeye en The Last of the Mohicans, el aristócrata Newland Archer en su primera colaboración con Martin Scorsese, The Age of Innocence, la adaptación de The Unbearable Lightness of Being de Philip Kaufman donde su memorable actuación en el papel protagónico fue altamente elogiada y el clásico de Arthur Miller The Crucible, donde actuó como el puritano John Proctor co-estelarizada por Winona Ryder, con la dirección de Nicholas Hytner. Se volvió a asociar con Jim Sheridan para su papel protagónico en The Boxer, y poco después apareció en la memorable y poética película de Rebecca Miller The Ballad of Jack And Rose. En 2009, Day-Lewis protagonizó la adaptación dirigida por Rob Marshall del éxito musical de Broadway Nine, co-estelarizada por Judi Dench, Nicole Kidman, Penelope Cruz, Marion Cotillard y Kate Hudson. Nacido en Londres (actualmente un ciudadano irlandés), Day-Lewis tuvo su primer contacto con la actuación en su escuela en Kent, Inglaterra. Su debut como actor fue en Cry, The Beloved Country y su debut en el cine fue a los 14 años en Sunday Bloody Sunday, donde interpretó a un vándalo en un papel sin mención en los créditos. Después solicitó su inscripción y fue aceptado en el renombrado Bristol Old Vic Theatre School donde estudió durante tres años y eventualmente actuó en el mismísimo Old Vic de Brístol. En la década de los 70 y principios de los años 80, trabajó en el teatro, presentándose con la compañía del Old Vic Theatre de Brístol, la Royal Shakespeare Company y en el Royal National Theatre y produjo destacadas actuaciones en Another Country, Dracula, Futurists yHamlet, donde interpretó el papel protagónico.
Vicky Krieps (Alma)
Vicky Krieps destacó a nivel internacional en un papel de reparto en La Nuit Passée de Eileen Byrne, por el cual recibió el premio a Mejor Actor Joven en el Festival Busho de Budapest en 2008. Desde entonces se ha presentado en producciones de teatro y cine, trabajando con directores como Joe Wright, Lars Kraume, Andy Bausch y Julien Temple. En 2011, apareció en el thriller político de Roland Emmerich, Anonymous. En 2012 ganó el Prix du Jeune Espoir (Premio a Joven con Futuro) en Luxemburgo. Sus participaciones recientes en cine incluyen Avant l'Hiver de Philippe Claudel, Vermessung der Welt de Detlev Buck, A Most Wanted Man de Anton Corbijn y Zwei Leben de Georg Maas, la película alemana considerada para Mejor Película Extranjera en los Premios de la Academia. Estudió en la Escuela Superior de las Artes de Zúrich y fue miembro del elenco en el "Schauspielhaus" de Zurich durante varios años. Habla alemán, francés, inglés y luxemburgués.
Lesley Manville (Cyril)
En cine, Lesley ha contribuido ampliamente con Mike Leigh, particularmente en Another Year (2010) por lo cual recibió el premio NBR a la Mejor Actriz y Actriz Inglesa del Año en los premios del Círculo de Críticos de Cine de Londres junto con una nominación a un premio BAFTA por el mismo papel. En 2002, Leigh y Manville trabajaron juntos en All or Nothing, por el cual volvió a ganar el premio a la Mejor Actriz del Año en los premios del Círculo de Críticos de Cine de Londres. Ha participado en otras películas como en Maleficent (2014), Mr. Turner (2014), Topsy Turvy (1999) y Secrets and Lies (1996).
Los créditos de Lesley en televisión incluyen la serie de Netflix y BBC "River" (2015) por la cual recibió una nominación al premio BAFTA-TV a la Mejor Actriz de Reparto, The Go-Between (2015) y la clásica serie de la BBC "Cranford" (2007) y "North and South" (2004). Lesley recibió una nominación al premio BAFTA-TV a la Mejor Actuación Femenina en una Comedia por el papel protagónico en la aclamada serie de la BBC "Mum". La segunda temporada se estrenará en 2017. Posteriormente, ella regresará a su papel en la anticipada segunda temporada de "Harlots" en Hulu. Ambientada en el mundo de la industria sexual de Londres en el siglo XVIII, Manley estelariza junto con Samantha Morton y Jessica Brown Findlay.
A la fecha, Lesley ha tenido una carrera ilustre en el teatro, trabajando ampliamente en el Royal Court, la Royal Shakespeare Company, en el Old Vic y el National Theatre. En 2014 Lesley ganó el Premio Olivier y el premio a la Mejor Actriz del Círculo de Críticos de Cine de Londres por su papel en Ghosts en el teatro The Almeida en Londres y en la Brooklyn Academy of Music de Nueva York. Su actuación recibió críticas estelares.
A principios del próximo año, Lesley volverá al teatro para revivir su papel como Mary Tyrone en Long Days Journey Into Night, junto con Jeremy Irons en el Teatro Wyndham en Londres, antes de que la producción se presente en Nueva York y Los Ángeles.
En 2015, Lesley fue aceptada como miembro de la Excelentísima Orden del Imperio Británico en la Lista de Honor del Cumpleaños de la Reina.
ACERCA DEL EQUIPO DE PRODUCCIÓN
Paul Thomas Anderson (Escritor, Director, Productor)
Paul Thomas Andersonescribió y dirigió Hard Eight (1996), Boogie Nights (1997), Magnolia (1999), Punch-Drunk Love (2002), There Will Be Blood (2007), The Master (2012), Inherent Vice (2014) y Junun (2015).
Mark Bridges (Diseño de Vestuario)
Nacido y criado en Niagara Falls, Nueva York, Mark recibió una licenciatura en Artes Escénicas de Stony Brook University. Después trabajó en la legendaria compañía de vestuarios de Barbara Matera en Nueva York y se encargó de una vasta colección de espectáculos de Broadway y proyectos de danza y cine. Después de su estancia en Matera, Mark estudió durante tres años en la Tisch School of the Arts de Nueva York y obtuvo su maestría en diseño de vestuario. Después de asistir a New York University, Mark empezó a trabajar en el cine cada vez que surgió la posibilidad y fue asistente de diseño de vestuario en la película In the Spirit (1990) con Marlo Thomas y Elaine May, y fue el asistente de diseño de Colleen Atwood en la película Married to the Mob (1988) de Jonathon Demme.
En 1988, Mark fue asistente de diseño de Richard Hornung en la película Miller's Crossing (1990), una colaboración que continuó a lo largo de ocho películas más. En 1989, Mark se mudó a Los Ángeles para ser asistente de diseño de vestuario de Richard Hornung en The Grifters (1990),Barton Fink (1991), Doc Hollywood (1991), Hero (1992), Dave (1993), The Hudsucker Proxy (1994), Natural Born Killers (1994) y Nixon (1995).
En 1995, Mark inició su colaboración como diseñador de vestuario con Paul Thomas Anderson y diseñó Hard Eight (también llamada Sydney, 1996). Su siguiente trabajo juntos fue en la aclamada película Boogie Nights (1997), seguida por Magnolia (1999), Punch-Drunk Love (2002) y There Will Be Blood (2008) protagonizada por Daniel Day Lewis. Mark también diseñó The Master (2012) estelarizada por Joaquin Phoenix, Phillip Seymour Hoffman y Amy Adams. La séptima colaboración de Mark con Paul Thomas Anderson fue diseñando su película Inherent Vice (2014), con Joaquin Phoenix en el papel protagónico, y por la cual Mark recibió una nominación al Óscar al Mejor Diseño de Vestuario.
En 2012, Mark ganó un Premio de la Academia, un premio BAFTA y un premio People's Choice por el diseño de vestuario de The Artist (2011), ganadora del Premio de la Academia a la Mejor Película, dirigida por Michel Hazanavicius.
Otros créditos de diseño de vestuario incluyen Fifty Shades of Grey (2015) para el director Sam Taylor-Johnson, protagonizada por Dakota Johnson y Jamie Dornan; The Fighter para el director David O. Russell, protagonizada por Mark Wahlberg, Christian Bale y Amy Adams; Greenberg, protagonizada por Ben Stiller, para el director Noah Baumbach; Yes Man (2008), protagonizada por Jim Carrey; Fur: An Imaginary Portrait of Diane Arbus (2006) protagonizada por Nicole Kidman y Robert Downey Jr.;I Heart Huckabees (2004) con Dustin Hoffman e Isabel Huppert; The Italian Job (2003), protagonizada por Mark Wahlberg y Charlize Theron; 8 Mile (2002) protagonizada por Eminem; Blow (2001) protagonizada por Johnny Depp;Blast From the Past (1999) y Can't Hardly Wait (1998). Mark también diseñó Captain Phillips (2013) y Jason Bourne (2016) para el director Paul Greengrass.
Los diseños de vestuario de Bridges formaron parte de la exposición Hollywood Costume en el museo Victoria and Albert en Londres, Inglaterra en otoño de 2012. En 1998, los diseños de Mark también fueron parte de la exposición Biennale di Firenze de moda y cine, junto con la exposición de cine Cincuenta Diseñadores, Cincuenta Disfraces: De la Idea al Personaje de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas montada en Los Ángeles y Tokio en 2002. Mark también fue uno de los artistas de cine incluidos en On Otto, una instalación en Fondazione Prada en Milán durante el verano de 2007.
Los diseños de Bridges han aparecido en publicaciones tan diversas como Australian Harper's Bazaar, Vogue, The New York Post, The Hollywood Reporter y en los libros Dressing in the Dark por Marion Maneker y Dressed: 100 Years of Cinema Costume por Deborah Nadoolman Landis.
La carrera y diseños de Mark han sido incluidos en el nuevo libro Costume Designen la colección Film Craft (2012) por Deborah Nadoolman Landis.
Jonny Greenwood (Compositor)
Jonny Greenwood es miembro del aclamado grupo de rock alternativo Radiohead. Greenwood toca principalmente como guitarra solista y tecladista pero también toca la viola, el xilófono, el glockenspiel, el ondes martenot, el banjo, la armónica y los tambores. También se encarga de la sección electrónica de Radiohead, creando sonidos producidos por la computadora y también se encarga del muestreo. Sus créditos como compositor para películas incluyen Inherent Vice de Paul Thomas Anderson, The Master y There Will Be Blood, We Need to Talk About Kevin de Lynne Ramsay y Norwegian Wood de Tran Anh Hung. Además, ha sido el compositor en residencia de la orquesta sinfónica de la BBC.
Dylan Tichenor, A.C.E. (Editor)
Dylan Tichenor empezó en el oficio de la edición con la editora Geraldine Peroni, quien lo introdujo como editor aprendiz en la película The Player de Robert Altman. Esta colaboración continuó y de esta manera alcanzó el puesto de asistente de editor en Short Cuts, Prêt-à-Porter [Ready to Wear], después fue editor asociado en Mrs. Parker and the Vicious Circle de Alan Rudolph, luego coordinador técnico en Kansas City de Altman y finalmente co-editor en el documental Jazz '34 gracias al cual recibió una nominación a un premio Emmy. Posteriormente, el sr. Tichenor inició una colaboración continua con el escritor y director Paul Thomas Anderson e inició como supervisor de postproducción en Sydney [Hard Eight] y después editó las galardonadas películas Boogie Nights, Magnolia y There Will Be Blood, y con ésta última fue nominado a un Premio de la Academia. Los créditos del sr. Tichenor como editor también incluyen Hurlyburly (Tony Drazan), Unbreakable (M. Night Shyamalan), The Royal Tenenbaums (Wes Anderson), Brokeback Mountain (Ang Lee), The Assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford (Andrew Dominik), Doubt (John Patrick Shanley), Whip It (Drew Barrymore), The Town (Ben Affleck), Lawless (John Hillcoat) y Zero Dark Thirty (Kathryn Bigelow) que le valió su segunda nominación de la Academia. Sus últimos proyectos incluyen Child 44 (Daniel Espinosa), Triple 9 (John Hillcoat), American Made (Doug Liman) y Stronger (David Gordon Green).
Mark Tildesley (Diseñador de Producción)
Mark Tildesley es un galardonado diseñador de producción de Gran Bretaña. Recibió un premio Primetime Emmy por "Dirección de Arte Sobresaliente para Programación de Variedad o No ficción" por la Ceremonia de Apertura de los Juegos Olímpicos de Londres en 2012: Islas Maravillosas en 2012. En 2006, Tildesley fue nominado a un premio de The Art Directors Guild por "Excelencia en Diseño de Producción en Cine Contemporáneo" por The Constant Gardener, dirigida por Fernando Meirelles. Con frecuencia, Tildesley colabora con el director ganador del Óscar Danny Boyle y el cineasta experto Michael Winterbottom. Créditos destacados de su carrera incluyen: I Want You (1998), Wonderland (1999), With or Without You (1999), The Claim (2000), 28 Days Later… (2002), Code 46 (2003), Millions (2004), Sunshine (2007), The Killer Inside Me (2010), Your Highness (2011) de David Gordon Green, Trance (2013), The Fifth Estate (2013) de Bill Condon, In the Heart of the Sea (2015) de Ron Howard, Snowden (2016) de Oliver Stone y T2 Trainspotting (2017).
JoAnne Sellar (Productora)
En ocasiones anteriores, JoAnne Sellarha colaborado con Paul Thomas Anderson en Boogie Nights, nominada a tres Óscares; Magnolia, nominada a tres Óscares; Punch-Drunk Love; There Will Be Blood, nominada a ocho Óscares, incluyendo Mejor Película y Mejor Actor (Daniel Day-Lewis; ganador) y Mejor Cinematografía (Robert Elswit); The Master, nominada a tres Óscares, incluyendo Mejor Actor (Joaquin Phoenix), Mejor Actor de Reparto (Philip Seymour Hoffman) y Mejor Actriz de Reparto (Amy Adams); e Inherent Vice, nominada a dos Óscares, incluyendo Mejor Guion Adaptado (Paul Thomas Anderson) y Mejor Diseño de Vestuario (Mark Bridges).
Además, Sellar produjo la aclamada película The Anniversary Party de Jennifer Jason Leigh y Alan Cumming. Su repertorio de créditos como productora cinematográfica inició con el thriller de ciencia ficción Hardware. Después produjo películas como Dust Devil de Richard Stanley, Dark Blood de George Sluizer y Lord of Illusions de Clive Barker.
Antes de dedicarse al cine, Sellar tuvo una exitosa carrera produciendo videos musicales para figuras como U2, Elvis Costello e Iggy Pop. Su amplia experiencia también abarca el medio televisivo, donde co-produjo "Red, Hot, & Blue", un tributo internacional dedicado a Cole Porter en beneficio de la investigación sobre el SIDA. Su carrera inició a principios de los años 80, programando el repertorio de un cine en Londres llamado The Scala, el cual se volvió reconocido por su selección de películas diversas, originales y alternas.
Megan Ellison (Productora)
Megan Ellison es la fundadora y directora general de Annapurna, un estudio dedicado a crear contenido sofisticado y de alta calidad. El objetivo de Ellison ha sido producir proyectos reconocidos crítica y comercialmente que gusten a un público diverso. El origen de Annapurna representa la creencia de Ellison que permite a cineastas y artistas crear contenidos de todos los géneros y medios preservando su autenticidad. En el curso del año pasado, Ellison ha convertido a Annapurna en un estudio con su propia rama de promoción y distribución, y también ha creado divisiones nuevas de televisión y videojuegos, Annapurna Television y Annapurna Interactive, respectivamente.
En 2017, Ellison produjo Detroit de Kathryn Bigelow, la cual desde su estreno recibió el aclamo de la crítica, también es productora de Phantom Thread y productora ejecutiva de Downsizing por Alexander Payne. Actualmente, Annapurna está a cargo de la postproducción de la anticipada adaptación de Richard Linklater de la novela escrita por Maria Semple, Where'd You Go, Bernadette, estelarizada por Cate Blanchett, Billy Crudup y Kristin Wiig, y la primera película en inglés de Jacques Audiard, The Sisters Brothers, protagonizada por Riz Ahmed, y ambas películas serán estrenadas en 2018. La compañía también está a cargo de la producción de la película biográfica y sin título de Adam McKay sobre Dick Cheney, protagonizada por Christian Bale como el infame vice presidente, y también producirá If Beale Street Could Talk con el recién ganador al Premio de la Academia Barry Jenkins como guionista y director de la adaptación del libro de James Baldwin.
Desde 2012, los proyectos de Annapurna han recibido treinta y dos nominaciones a Premios de la Academia, siendo nominados cada año desde su fundación y Ellison es una de sólo cuatro homenajeados en la historia que han recibido dos nominaciones a Mejor Película en el mismo año. Las tres películas de Annapurna nominadas a Mejor Película incluyen American Hustle de David O. Russell, Her de Spike Jonze y Zero Dark Thirty de Kathryn Bigelow.
Daniel Lupi (Productor)
Recientemente, Daniel Lupi fue productor ejecutivo de Ready Player One, la próxima película de Steven Spielberg. También ha sido productor ejecutivo de Bridge of Spies de Spielberg, de Lincoln, la cinta biográfica nominada al Óscar y a un premio BAFTA y de Catch Me If You Can. Fue productor ejecutivo de la aclamada película Her de Spike Jonze. Daniel ha colaborado con Paul Thomas Anderson en todas sus ocho obras cinematográficas, incluyendo Inherent Vice, The Master, There Will Be Blood, la cual recibió una nominación al Óscar a Mejor Película, Punch-Drunk Love, Magnolia, Boogie Nights yHard Eight.
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