Sinopsis
Las masacres de Sétif en 1945 son el contexto donde los conflictivos destinos de tres hermanos durante la lucha por la independencia de Argelia dan comienzo a esta historia.
Luego de perder a su familia en manos de inescrupulosos colaboracionistas franceses, tres hermanos se encuentran esparcidos alrededor del mundo. Messaoud (Roschdy Zem) se une al ejército francés y pelea en Indochina, Abdelkader se transforma en un líder del movimiento independentista de Argelia, Saïd (Jamel Debbouze) se muda a París y hace dinero en los turbios clubes nocturnos y salones de boxeo de Pigalle.
Gradualmente, sus destinos interconectados se reúnen en la capital francesa, donde la libertad es una batalla a luchar y ganar.
Antecedentes históricos
Previamente ocupada por tropas francesas en 1830, Argelia fue anexada como parte de Francia con la categoría de departamento en 1848, luego de muchos años de resistencia a la invasión. Regidos por el Código de Indias, los judíos argelinos y musulmanes se convirtieron en franceses pero sin los mismos derechos de los residentes franceses en Argelia o de la Francia continental. Eran ciudadanos de segunda clase.
En 1870, los decretos de Crémieux conceden la nacionalidad francesa a los judíos que viven en Argelia. Al mismo tiempo, luego de la pérdida de Alsace y Lorraine, hubo una gran afluencia de colonos, doblando la población europea en Argelia a 500.000 para 1914. A pesar de un período de crisis agraria y de brutal represión por parte del poder colonial, la población indígena también se incrementó de 2 a 5 millones de personas.
Casi el 40% de la mejor tierra cultivable fue capturada y redistribuida a los colonos a precios reducidos, dejando a cientos de miles de propietarios locales de la tierra en la máxima pobreza.
El crecimiento global de la población ocultó el hecho de que entre 1866 y 1883 la mitad de esa población "desapareció", no por causa de la guerra o la represión (dado que la conquista de Argelia ya estaba consumada) sino por el incremento en la mortalidad debida a la hambruna y la propagación de epidemias entre las personas expulsadas de sus tierras. Las poblaciones francesa e indígena vivían unos junto a otros pero segregados por marcos legislativos separatistas.
A principios del siglo XX, una élite intelectual emergió gradualmente para conducir organizaciones políticas, protestas y publicaciones. Varios movimientos independentistas se formaron, incluyendo: ENA (Etoile Nord-Africaine) en 1926, luego el PPA (Parti du Peuple Algérien) y los Oulemas, unidos luego de la guerra por el Mouvement pour le Triomphe des Libertés Democratiques (MTLD), el Mouvement National Algérien (MNA) liderado por Messali Hadj, y la Union Populaire Algérienne (UPA) de Ferhat Abbas, quien luego se transformó en líder del FLN (Frente de Liberación Nacional).
Todos ellos exigían igualdad de derechos y el fin del sistema Indigénat. Aunque 134.000 musulmanes argelinos, junto con 230.000 tropas en unidades indígenas, participaron de la liberación de Francia, y a pesar de la supresión oficial de la Indigénat en 1945, el final de la Segunda Guerra Mundial no trajo cambios a sus vidas.
Las manifestaciones de protesta se hacían más numerosas e iban creciendo en violencia, hasta su culminación en las masacres de Sétif, Guelma y Kherrata el 8 de Mayo de 1945, hechos donde hubo decenas de miles de muertos y que marcaron a generaciones enteras.
Entre 1946 y 1953 el movimiento de independencia se radicalizó y en 1954, el FLN adoptó el principio de la lucha armada y estableció su brazo armado con el ALN. La Guerra por la Independencia de Argelia o los "Incidentes de Argelia", dependiendo de qué lado estabas, había dado comienzo.
El FLN en París
El Movimiento Nacional Argelino (MNA) y el FLN, hermanos en guerra
En 1954 había unos 200 a 250.000 argelinos en Francia, mayormente mineros, albañiles u obreros de fábricas. Entre 8 y 10.000 de ellos eran miembros del MNA, el partido de Messali Hadj. Luego, el FLN comenzó a reclutar también en Francia y en 1957 ambos partidos y sus actividades cayeron. Esencialmente el conflicto entre ellos se debía a las cuotas recaudadas por el MNA, de las cuales el FLN quería una parte.
Ambos sabían de la importancia estratégica que la comunidad argelina tenía en Francia. Varias refriegas y ajustes de cuenta resultaron en unas 4.000 muertes, con el FLN victorioso que impuso un "impuesto revolucionario" a la comunidad argelina para financiar y sostener los esfuerzos de la guerra. La tan costosa supremacía y presencia generalizada conseguida por el FLN aseguró que casi todos los trabajadores argelinos pagaran el tributo.
La trata de personas y la prostitución también llenó las arcas del FLN y dio lugar a batallas entre africanos del norte y mafiosos corsos en Pigalle. La contribución de la comunidad argelina fue complementada por los fondos de los países árabes y de los gobiernos de Europa del Este, depositados cada mes en cuentas de bancos suizos.
El FLN desplegó su extensa red de "continentales" o argelinos europeos (comunistas, sindicalistas, trabajadores, intelectuales, clérigo) en operaciones logísticas, transporte de fondos, casas de seguridad, suministros. A pesar de la caza despiadada de la policía y de la eliminación de sus líderes en Francia, el FLN se mantuvo bien organizado y fue incluso capaz de ir al ataque: sabotaje de fábricas, embates contra estaciones de policía, falsificación de documentos de identidad, tiroteos con agentes, quema de depósitos de combustible, la publicación de un periódico revolucionario clandestino... Solamente en septiembre de 1958, 56 operaciones de sabotaje y 242 ataques fueron llevados a cabo. La represión se incrementó, realizándose cada vez con más alto perfil y culminó con la policía matando a cientos de argelinos en la calles de París en octubre de 1961. Sin embargo, el FLN continuó su lucha hasta la independencia en 1962.
Cincuenta años después, la historia del período colonial y de la guerra por la independencia se mantienen enredadas en memorias contradictorias, recuerdos conflictivos, pasiones y consideraciones políticas.
"En mayo de 1945 (...) esta ola de violencia criminal, en la cual el rol de las autoridades francesas fue de crucial importancia, costó miles de vidas inocentes"
Bernard Bajolet - Embajador francés - Abril de 2008
Ficha técnica
Dirección: Rachid Bouchareb
Duración: 137'
Guión: Rachid Bouchareb y Olivier Lorelle
Producción: Jean Bréhat
Música: Armand Amar
Fotografía: Christophe Beaucarne
Montaje: Yannick Kergoat
Dirección artística: Yan Arlaud
Reparto
Jamel Debbouze Saïd
Roschdy Zem Messaoud
Sami Bouajila Abdelkader
Chafia Boudraa La madre
Bernard Blancan Coronel Faivre
Sabrina Seyvecou Hélène
Assaad Bouab Ali
Thibault de Montalembert Morvan
Samir Guesmi Otmani
Jean-Pierre Lorit Picot
Ahmed Benaissa El padre
Larbi Zekkal El jefe
Mourad Khen Sanjak
Mustapha Bendou Brahim
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