La dirección del gran MILOS FORMAN, un elenco estelar encabezado por JAVIER BARDEM, NATALIE PORTMAN y STELLAN SKARSGARD y la presencia como productor del mítico SAUL ZAENTZ, convierten al drama histórico LOS FANTASMAS DE GOYA (GOYA´S GHOSTS) en una excepcional experiencia cinematográfica que combina arte, política, épica y testimonio en una poderosa amalgama.
La acción de LOS FANTASMAS DE GOYA se inicia en España en 1792. Desde el punto de vista del gran pintor español Francisco de Goya y Lucientes conoceremos las tribulaciones de un grupo de seres humanos enfrentados a la encrucijada de una época atravesada por convulsiones políticas y profundos cambios históricos. El relato se desarrolla en un contexto que abarca los últimos años de la Inquisición, la invasión a España por parte de los ejércitos Napoleónicos y la derrota de los franceses, con la consecuente restauración de la Monarquía por el poderoso ejército invasor de Wellington
JAVIER BARDEM es el Hermano Lorenzo Casamares, un miembro tan influyente como enigmático del núcleo más conspicuo de la Inquisición, quien se relaciona peligrosamente con la musa de Goya, la adolescente Inés (NATALIE PORTMAN) cuando ella es falsamente acusada de herejía y enviada a prisión. STELLAN SKARSGARD es Francisco de Goya, el celebre pintor, renombrado tanto por sus fastuosas y a la vez sombrías pinturas de la Corte, como por sus vívidas descripciones de la brutalidad de la guerra y de la vida en España. En 1791, durante el reinado de Carlos IV, España es todavía un vasto imperio, y la Inquisición, en sus últimos coletazos antes de extinguirse, trata de reprimir las ideas que llegan de la Europa ilustrada, sobre todo de la Francia revolucionaria. En ese mundo de miras estrechas, Goya se ha convertido en pintor de la corte; entre los clientes que acuden para que se les retrate se encuentran Lorenzo Casamares, influyente dominico del Santo Oficio, e Inés Bilbatua, joven hija de un comerciante vasco amigo de Goya, Desde el instante en que Lorenzo ve un esbozo de Inés en el taller del pintor, los destinos de ambos, sujetos a los avatares de la Historia, se entrecruzaran en una trágica historia de persecuciones inquisitoriales, de amor y de cárcel, que se prolongará hasta la invasión de las tropas napoleónicas, el reinado de José Bonaparte y el regreso de los Borbones.
LOS FANTASMAS DE GOYA fue dirigida por MILOS FORMAN y producida por SAUL ZAENTZ, en un luminoso retorno después de sus históricos sucesos con ATRAPADO SIN SALIDA (nueve nominaciones al Oscar, cinco Oscar ganados, incluyendo Mejor Película, Mejor Director) y AMADEUS ( once nominaciones al Oscar, ocho Oscar ganados, incluyendo mejor película, mejor director) , según un guión del propio FORMAN junto al celebrado JEAN-CLAUDE CARRIERE. Paul Zaentz es productor ejecutivo, y son co-productores Denise O'Dell y Mark Albela. El film más reciente de MILOS FORMAN es MAN ON THE MOON; antes, son puntos culminantes en su profusa y celebrada filmografía LARRY FLINT - EL NOMBRE DEL ESCÁNDALO, RAGTIME y HAIR, entre otras muchas recordadas producciones. Más recientemente, SAUL ZAENTZ produjo EL PACIENTE INGLÉS, que arrasó en la entrega de los Oscar 1996 con doce nominaciones y nueve estatuillas. JEAN-CLAUDE CARRIERE ya ha colaborado con MILOS FORMAN en VALMONT y en BUSQUEDA INSACIABLE, y es autor de más de cien guiones cinematográficos, entre los cuales se destacan los de EL DISCRETO ENCANTO DE LA BURGUESÍA y ESE OSCURO OBJETO DEL DESEO, de Luis Buñuel. . El director de fotografía es Javier Aquirresarobe, ganador del Premio Goya 2005 por MAR ADENTRO, y entre cuyos trabajos se cuentan dos películas de Alejandro Amenábar, Los otros, interpretada por Nicole Kidman, y Mar Adentro. Aguirresarobe ha recibido seis Premios Goya durante su carrera. Patrizia Von Brandenstein, una de las colaboradoras más apreciadas por Forman, y que trabaja con él en LOS FANTASMAS DE GOYA por quinta vez, es la diseñadora de producción. Entre los últimos trabajos de Von Brandenstein se encuentran ICE HARVEST de Harold Ramis y All the King's Men, de Steven Zaillian. La ganadora del Oscar Yvonne Blake (Nicholas y Alexandra) ha diseñado el vestuario. La destacable trayectoria de Blake incluye algunas de las más importantes producciones cinematográficas españolas. También fue nominada al Óscar por Los tres mosqueteros de Richard Lester.
Otros dos importantes papeles fueron asignados a conocidos actores internacionales. Randy Quaid ( SECRETO EN LA MONTAÑA, DIA DE LA INDEPENDENCIA) interpreta a Carlos IV de España, y el distinguido actor franco-inglés Michael Lonsdale (RONIN, MUNICH ) se destaca en el papel de Gran Inquisidor. A la vez, algunos de los más talentosos actores españoles se destacan en roles centrales: José Luis Gómez (El puente de San Luis Rey, LA FAMILIA DE PASCUAL DUARTE) es Bilbatúa, Mabel Rivera (Mar adentro) es Maria Isabel Bilbatúa, Blanca Portillo (Volver) es la Reina Maria Luisa, y Unax Ugalde (EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA) esAngel Bilbatúa.
La idea de hacer una película sobre el genial pintor español Francisco de Goya y la Inquisición española se le ocurrió por primera vez a MILOS FORMAN hace más de cincuenta años, cuando era un estudiante en la Checoslovaquia comunista. "En realidad, todo esto no empezó solamente con Goya", recuerda ahora el director; "empezó cuando yo todavía estaba en la escuela de cine y leí un libro sobre la Inquisición, donde, entre otros episodios, se contaba cómo se solía acusar falsamente a la gente de graves ofensas y delitos. Entonces pensé que eso podía ser el punto de partida de una historia maravillosa. Había muchas similitudes entre la sociedad comunista en la cual vivíamos y la Inquisición. También me di cuenta enseguida de que una historia semejante jamás iba a poder ser filmada en Checoslovaquia, justamente debido a esas similitudes. Entonces, me olvidé del asunto. Pero no del todo".
Efectivamente, las buenas ideas no se extinguen; en todo caso, retroceden temporariamente. Treinta años más tarde, FORMAN iba a volver a la carga, esta vez en Madrid, donde él y SAUL ZAENTZ se hallaban promocionando AMADEUS, su segundo trabajo en conjunto galardonado con varios Oscar, casi diez años después de su primer gran triunfo mutuo con ATRAPADO SIN SALIDA.
"MILOS y yo estábamos parados en la vereda de enfrente del Museo del Prado y él me comenta que nunca ha visto la famosa pintura de El Bosco "El jardín de las delicias", uno de los muchos tesoros del museo", recuerda ZAENTZ. "Pero El Prado alberga muchísimas obras maestras, como por ejemplo la colección más grande del mundo de pinturas de Goya, y entonces también vimos esas obras. Es decir, ya las habíamos visto, pero nunca en persona. Son maravillosas. Y una de ellas nos impactó más particularmente; es la famosa pintura del perro. En reproducciones, uno se la imagina más o menos del tamaño de una pantalla grande de cine, pero en vivo uno descubre que no es en absoluto una obra de grandes dimensiones; quizás sea más o menos de un metro y medio de largo, y sin embargo el efecto sigue siendo poderoso. El perro es conmovedor, impresionante; la imagen se impregna y queda con uno durante largo tiempo". Goya fascinó a FORMAN: "Quedé sobrecogido por sus pinturas; no podía dejar de pensar en ellas", subraya; "Pienso que Goya fue verdaderamente el primer pintor moderno. Y más que nunca sentí la urgencia de hacer una película sobre él". Mientras seguían recorriendo las salas de El Prado, FORMAN le contó a ZAENTZ los incidentes de la época de la Inquisición sobre los que había leído muchos años antes, y ambos plantearon la posibilidad de hacer una película sobre esa base, que vinculara la Inquisición al personaje de Goya
Zaentz entrevió desde un principio que podría lograrse una película maravillosa, "pero le dije a MILOS que hacía falta desarrollar una historia sólida, que diera sentido dramático a la idea; una historia que nos inspirara a ambos la confianza suficiente, que nos apasionara lo suficiente como para emprender el trabajo de hacer un film". FORMAN coincidió plenamente.
Siguió pasando el tiempo y ambos, productor y director, continuaron pensando en el proyecto, y hasta llegaron a barajar nombres de escritores posibles para plasmar un primer guión. Pero FORMAN tenía su candidato favorito, el renombrado Jean-Claude Carriere, con quien tanto él como ZAENTZ ya habían trabajado exitosamente en el pasado. "JEAN-CLAUDE es como mi hermano espiritual", dice el director. FORMAN y CARRIERE se conocieron hace cuarenta años, en 1996, en el Festival de Sorrento. A esa altura, FORMAN ya había dirigido varias películas, incluyendo LOS AMORES DE UNA RUBIA, y CARRIERE era ampliamente conocido y respetado por su colaboración con LUIS BUÑUEL en el guión de DIARIO DE UNA CAMARERA y con LOUIS MALLE en el de VIVA MARIA. FORMAN y CARRIERE siguieron siendo amigos una vez que el primero dejó Checoslovaquia, y juntos plasmaron films tales como VALMONT y BUSQUEDA INSACIABLE. "La idea de MILOS me intrigaba mucho; en realidad, ni siquiera sé si podía llamársele una idea. Era más bien el deseo de hacer una película no exactamente sobre Goya, sino sobre la España de la época de Goya", dice CARRIERE; y agrega: "Goya ingresaría naturalmente en la anécdota porque el contexto histórico del relato sería precisamente la época en que él vivió, un período turbulento, y como tal muy interesante. Las postrimerías del siglo dieciocho y los comienzos del diecinueve integran el que quizás sea el período más importantes de la historia de Europa, por la Revolución Francesa y el advenimiento de Napoleón. Francia era el centro de Europa en ese momento y es interesante examinar las consecuencias de todo lo que estaba ocurriendo allí, y cómo esos hechos afectaron a España, especialmente a partir de la invasión napoleónica. A fines del siglo dieciocho, España era probablemente, y a pesar de ciertos rasgos de modernidad, una de las naciones más atrasadas de la Europa Occidental. Era católica, conservadora, y estaba gobernada por una monarquía cuyo rey pertenecía a la misma familia que la de Francia. La obra de los más grandes filósofos del siglo dieciocho y el Iluminismo casi no ejercían ninguna influencia allí. La Inquisición todavía estaba en vigencia, con su poder de persecución y tortura virtualmente intacto. Y MILOS estaba fascinado con todo ese cuadro de época"
"Lo que más me atraía de ese período histórico en particular", dice FORMAN; "era que, en medio de tantas paradojas y de tantos cambios, de algún modo reflejaba otra época, una época que yo mismo había vivido, primero en una sociedad democrática, después bajo el dominio Nazi, después bajo los comunistas, y después en democracia nuevamente, después los comunistas, y después otra vez la democracia; algo muy similar a la situación en España a comienzos del siglo diecinueve. El Rey Carlos es la encarnación de la vieja guardia; de repente, Napoleón invade el país trayendo el progreso, los ideales y los valores de la Revolución Francesa. Pero, ¿qué era eso en realidad? Pues, algo muy parecido a lo que yo viví cuando los rusos trajeron presuntamente la "libertad"a Checoslovaquia. Mientras supuestamente trae la verdadera liberación a España, lo que en realidad hace Napoleón es instalar a su hermano en el trono español hasta que los británicos, con Wellington, invaden el país, echan a los franceses y restauran la represiva monarquía española. Como digo: un período muy interesante".
Carriere y Forman estaban convencidos de que Goya era la figura ideal a partir de la cual narrar los eventos históricos de esa época. Goya había nacido mucho antes de la Revolución Francesa, y había muerto mucho después, "No creo que Goya haya sido un hombre de involucrarse políticamente de manera conciente. Era más bien un increíble observador, sumamente agudo. Una suerte de cronista excepcional", dice FORMAN; "Su interés era comentar, satirizar, documentar todo aquello de lo que era testigo. Como él mismo dice en la película: Pinto lo que veo"
Dice Carriere: "Goya pintó a los reyes y reinas de España, a sus hijos, a toda la familia real, y era admitido en palacio, por eso también pintó a todos quienes integraban la corte. Pero a la vez era muy permeable a la vida del común de la gente. Recorría las calles, frecuentaba las tabernas y todo el tiempo hacía bosquejos que después convertía en grabados, entre los cuales los más famosos son la serie de Los Caprichos y los Desastres de la Guerra Incluso hizo un retrato de un Inquisidor, también del hermano de Napoleón instalado en el trono de España, así como de gente del pueblo y soldados rasos. Y en todos percibía su corazón."
En cuanto a las características del film que querían hacer, FORMAN, ZAENTZ y CARRIERE coincidían en que no debía tratarse de una simple bio-pic de Goya ni tampoco de una descripción didáctica de la Inquisición. Lo que buscaban era un enfoque fresco, novedoso, y así fue como siguieron reflexionando sobre el proyecto, interiorizándose de la historia de España, dedicando una mayor atención al período que les interesaba, leyendo todo lo que podían sobre Goya y la Inquisición. FORMAN y CARRIERE, aprovechando la familiaridad de éste último con el país y el idioma, pasaron varias semanas recorriendo en automóvil la campiña española, e incluso realizaron un segundo viaje, esta vez en compañía de SAUL ZAENTZ, siempre con la idea de profundizar su comprensión del país y esa cultura.
En 2003, casi 20 años después de que Forman y Zaentz hablaran por primera vez de la idea en El Prado, ambos comenzaron a trabajar en los primeros esbozos del proyecto Goya. Forman y Carriere se retiraron a la casa de Forman en Connecticut, que les proporcionaba la soledad y el silencio que tanto necesitaban para escribir. Trabajando diez horas al día, lograron redactar el primer borrador de guión. "Una característica de Goya que Milos y yo encontrábamos adecuada para nuestros fines era su compromiso con el arte", cuenta Carriere. "Pintaba a cualquiera, desde los inquisidores hasta al Duque de Wellington. Era básicamente apolítico. No quería verse involucrado en política, ni en actividades ni cuestiones sociales. Solamente quería pintar."
"Pensamos que sería interesante en la película enfrentar al personaje de Goya con otro hombre, de aspecto, temperamento y filosofía opuestos", continúa el escritor. "Un hombre inteligente, empeñado en cambiar el mundo, e implicado sobremanera en los movimientos políticos de su época. Y este hombre, el Hermano Lorenzo, se convirtió en el personaje principal de la película, un clérigo de la Inquisición, él mismo un inquisidor, que cambia radicalmente de punto de vista y se convierte en agente de los franceses.
Al principio, el Hermano Lorenzo es un fanático de la Inquisición. Cree que la decadencia de España se debe al hecho de que la Inquisición ha perdido vigor, y él se propone actuar para reintegrarle su antigua fuerza e influencia, lo que de hecho es imposible. 16 años después, vemos que Lorenzo se ha convertido en un hombre diferente. Ha colgado los hábitos y se ha marchado a Francia, desde donde regresa como Ministro del gobierno de Bonaparte, serio defensor de los principios de la Revolución Francesa. Aunque íntimamente, por supuesto, sigue siendo el mismo hombre y no puede escapar a su pasado. No es malvado: cree que está contribuyendo a que el mundo sea mejor. Pero los resultados son desastrosos"
El tercer personaje principal de la historia es una mujer vinculada con esos dos hombres, Inés Bilbatúa. Ingresa a la historia como musa adolescente de Goya, aunque posteriormente se involucra con el Hermano Lorenzo, cuando la Inquisición la acusa de herejía."
"Inés es una joven proveniente de una conocida familia. Su padre es un rico comerciante, y los Bilbatúa son buenos cristianos",cuenta Carriere. "Pero una noche ella sale con sus hermanos y amigos a una taberna y no come el plato de cerdo que le sirven. Es observada por unos "Familiares" [civiles que trabajan para la Inquisición] que espían para la Iglesia, y se le acusa de realizar ritos judíos ocultos. De esta forma, la jovencita inocente es llamada a comparecer ante la Inquisición e interrogada. Y entonces comienza el horror".
Forman y Carriere, con el asesoramiento y apoyo de Zaentz, trabajaron incesantemente en varios borradores de guión antes de completar uno que fuera aceptado por todos. Después, Zaentz se ocupó de la financiación y dio el pistoletazo de salida a la realización de la película. Durante la pre-producción, los cineastas se movieron en dos frentes: iniciaron el proceso de elección de locaciones, y comenzaron a reunir al reparto. Director, productor y escritor compartían un punto de vista común sobre estos tan cruciales aspectos. En lo que respecta a las localizaciones, los tres pensaban que era esencial para el espíritu de la película y su autenticidad que Los fantasmas de Goya se rodara en España, con tantos actores y personal español como fuera posible. Forman y Zaentz ya habían colaborado anteriormente en la búsqueda de locaciones. Y esta película no iba a ser una excepción. A la vez, llegaba a España para asistirlos en la búsqueda Patrizia Von Brandestein, ganadora de un Óscar por su trabajo en Amadeus y veterana colaboradora de Milos Forman. Von Brandenstein había trabajado para una productora española varios años atrás y pensaba que podría ayudar a encontrar los lugares adecuados y a establecer los servicios necesarios para rodar. De hecho, Zaentz también estaba familiarizado con el contexto español, desde que produjera su versión de dibujos animados de El señor de los anillos en 1978. La responsable de la productora asignada, Kanzaman, era Denise O'Dell, una productora inglesa que llevaba muchos años viviendo y trabajando en España. Zaentz viajó a España para conocer a O'Dell y hablar del proyecto con ella y con el co-director de Kanzaman, Mark Albella.
"Me encantó el proyecto cuando Saul me lo contó", cuenta O'Dell. "Allí estaban esas dos leyendas del cine planeando venir a España a rodar, Zaentz y Forman. Y yo estaba ansiosa por participar. Entonces nos conocimos más, y me dijeron que no querían traer una plantilla numerosa de técnicos de afuera, sino utilizar a los talentos locales, lo que me pareció maravilloso porque es lo que llevamos años intentando hacer".
Con Kanzaman a bordo, y las partidas de locaciones organizadas y dispuestas, Forman y Zaentz se enfrentaron al espinoso tema del casting. Desde un principio, ambos coincidieron en Javier Bardem, pensando que sería perfecto como Goya. Bardem, nominado en 2002 al Oscar por su interpretación del poeta, novelista y disidente cubano Reinaldo Arenas en Antes que anochezca de Julián Schnabel, es uno de los jóvenes actores españoles más populares, carismáticos y talentosos.
"Javier es, sin duda, uno de los mas grandes actores del momento", señala Zaentz. "Al principio lo veíamos perfecto para el papel de Goya, y planificamos una reunión con él en el Hotel Ritz, pegado a El Prado. Nos encantó verlo, y mucho más que nos dijera "¡Me muero por hacer una película con ustedes!". Yo le contesté rápidamente: "Queremos hacernos una foto contigo". Bardem recuerda el incidente con deleite. "Cuando me llamó mi representante y me dijo que Milos Forman y Saul Zaentz querían conocerme, creí que me estaba tomando el pelo. Pero cuando nos conocimos me di cuenta de que era real… estaba alucinado. Y por supuesto, y debido a que soy español, pensaba que haría el papel de Goya. Parecía lo más lógico".
Sin embargo, sin que Bardem lo supiera, la concepción del personaje de Goya iba cambiando en el guión. Ahora era el personaje de ficción de Lorenzo, no el de Goya, quien emergía como protagonista. "Todos entendimos, tras numerosas discusiones, que nuestra historia no funcionaría con Goya como personaje principal", cuenta Zaentz. "Era esencial para la historia, pero no el protagonista principal". El Hermano Lorenzo sí lo era, y Forman quiso que Bardem lo interpretara.
"Cuando Javier nos preguntó varios días después cómo iba la película, le contamos que había pasado algo que iba a afectar su papel, pero que no incidiría en el impacto que tendría en la película", dice Zaentz. "Estaba intrigado. Pero, en lugar de deshacernos en explicaciones sobre lo que queríamos, le dijimos que le enviaríamos el guión completo para que viera él mismo los cambios y comprendiera la lógica de por qué pensábamos que debería interpretar al Hermano Lorenzo".
A las pocas horas de leer el guión, Bardem telefoneó a Forman y a Zaentz para comentarles sus impresiones. "Me encanta Lorenzo", dijo, y accedió a interpretar ese papel.El actor había quedado fascinado con el personaje. "Entiendo que es un desafío no interpretar el personaje que la gente espera. E interpretar a Lorenzo es un desafío incluso mayor. Es un hombre de creencias sólidas y difíciles. Yo diría que es un fanático, pero no un villano, ni un loco; es simplemente un apasionado, a veces incontrolado".
El casting para el papel de Goya enfrentó entonces a los cineastas a un nuevo desafío. Forman pensaba que el actor que interpretara a Goya tenía que tener ante todo un atributo: "No quería que fuera alguien conocido", cuenta el director. "No me importaba que los personajes ficticios, Lorenzo o Inés, los interpretara alguien famoso. Pero Goya... Goya tenía que salir de la nada. Ser alguien inesperado. No nos tenía que sonar para nada". Y parece que muy pronto dieron con él. "Recuerdo que Milos y yo volábamos de regreso a América", dice Zaentz. "Milos estaba viendo una película, muy mala, una secuela de El exorcista, y de repente se dio vuelta y me dijo: "Ahí está Goya". Yo le contesté: "¿Dónde?". Milos señaló la pantalla y a Stellan Skarsgard, uno de los protagonistas. "Lo conozco", le dije. Actuaba en La insoportable levedad del ser, que produje yo. Y me pareció una buena idea". Si bien el sueco Stellan Skarsgard es suficientemente conocido por el público por su papel en EN BUSCA DEL DESTINO y CONTRA VIENTO Y MAREA, y más recientemente en RONIN y PIRATAS DEL CARIBE, su rostro no es todavía de aquellos más populares y recordables. "Skarsgard es el tipo de actor al que recuerdas no como Stellan Skarsgard, sino como el personaje que interpreta", exclama Zaentz. "Es un actor maravilloso". A Skarsgard le encantó que le propusieran el papel. "Físicamente, soy muy diferente a Goya", dice el actor. "Pero, por supuesto, no intentamos mostrar al Goya de la vida real, es una película de ficción".
Natalie Portman, ganadora de un Globo de Oro y nominada al Óscar por Closer, de Mike Nichols, interpreta el papel de Inés Bilbatúa, la joven musa de Goya. Es extraño, pero Forman quería que la joven actriz interpretara ese papel sin saber muy bien quién era."No conocía a Natalie Portman en absoluto", dice Forman. "Me había comprado una Vogue, o alguna revista de moda así, y la estaba leyendo para relajarme. Entonces vi una foto de una chica en la portada que resultó ser Natalie. Y mientras la miraba, abrí un libro sobre la última pintura de Goya en Burdeos, La lechera de Burdeos, y vi que tenía la misma cara. Así que empecé a interiorizarme sobre sus cualidades como actriz, y ví que le gustaba a mucha gente. Después vi Closer, vi lo buena que era NATALIE y la quise de inmediato en la película. Su gama de registros es sorprendente, enorme, increíble… algo muy importante para cualquier director. Básicamente, en la película interpreta tres papeles diferentes".
"Cuando fui a París a conocer a Milos y a Jean-Claude me sorprendió descubrir que querían que participara no porque hubieran visto mi trabajo, sino por una foto mía en la que, según decían, me parecía a una de las chicas de los cuadros", cuenta Portman. "Me interesaba conocerlos, aunque también me intimidaba, claro, porque me encantan las películas de Milos. Estaba preparada para leer o incluso a hacer una prueba para el papel, lo que ellos quisieran. Y cuando directamente me ofrecieron el papel me volví loca. Inés vive una época histórica de la que no conocía nada. Era algo totalmente distinto a todo lo que había hecho antes".
El rodaje de Los fantasmas de Goya arrancó el 5 de septiembre de 2005, con Forman filmando varias secuencias que tienen lugar en el estudio de Goya, donde Von Brandenstein recreó el taller del maestro en el primer piso de la estructura principal del conjunto de edificios ahora abandonado, y que habían formado parte de una granja en las cercanías de Madrid, en el pueblecito de San Martín de la Vega. Forman filmó a Goya pintando el retrato de Inés, y luego la escena en que el Hermano Lorenzo posa para él. Las escenas que describen el meticuloso proceso de Goya creando una serie de aguafuertes se rodaron dentro del mismo escenario del taller del artista, mientras que las que transcurren en una institución mental y en las mazmorras en las que mantenía la Inquisición a sus prisioneros también se filmaron en San Martín.
La granja data del siglo XVI, así que los terrenos, con sus compactos complejos de edificios históricos y espacios abiertos, se adecuaron perfectamente a las exigencias del rodaje. Interrumpiendo momentáneamente su trabajo en San Martín de la Vega, el equipo se trasladó al centro de Madrid, para rodar dentro del maravilloso parque del Retiro. Posteriormente, y tras volver a San Martín para completar varias escenas en las que aparecen Inés, Lorenzo y varios miembros de la Inquisición, el equipo viajó al norte, a la ciudad de Segovia, donde Forman debía rodar la dramática secuencia del Ejército de Napoleón invadiendo España. El centro restaurado de la antigua ciudad, con sus peatonales, en las que no se permiten los vehículos, y su profusión de iglesias románicas, era el reflejo perfecto del Madrid de hace más de 200 años. En la plaza mayor del casco antiguo de Segovia, Forman dispuso dos equipos, el principal y una segunda unidad supervisada por Michael Hausman, productor asociado de Forman desde hace años. Ambos equipos registraron a los soldados franceses irrumpiendo en la ciudad con las tropas de Mamelucos, una antigua casta militar cuyas fuerzas incorporó Napoleón al ejército francés. Los franceses toman las calles, "liberando" a los ciudadanos españoles y sembrando el caos, violando a las mujeres, arrasando las pertenencias de los mercaderes, matando indiscriminadamente. En la pequeña plaza de San Martín, en el centro de Segovia, donde se alza una austera iglesia románica, Forman rodó también importantes escenas que tienen lugar en la entrada de la mansión de los Bilbuatúa. De regreso a Madrid, el equipo registró los paisajes circundantes y el interior de las elegantes y opulentas salas de varios palacios reales, todos ellos situados en las afueras de la ciudad. Cada uno de ellos - Viñuelas, El Pardo y La Quinta - es considerado un elemento esencial de patrimonio nacional español.
En el palacio de Viñuelas, al norte de Madrid, Forman rodó una importante secuencia en la que la Reina María Luisa de España posa para Goya mientras éste pinta el conocidísimo retrato de la reina a caballo, cuando la escena es interrumpida por la llegada del Rey, de regreso de una cacería. La escena de cacería del Rey y sus cortesanos también se rodó en Viñuelas, en un terreno idílico, de suaves colinas pobladas por manadas de ciervos que corren en libertad. También se rodó allí la escena en que Lorenzo, ya miembro del Ministerio de Gobernación de Bonaparte, se ve acosado por un grupo armado de viandantes. No muy lejos de Viñuelas, en el boscoso terreno real del Monte de El Pardo, una de las áreas naturales más importantes de Madrid, Forman rodó en dos de los grandes palacios que allí se encuentran.
El Palacio Real de El Pardo, pabellón de caza que data del periodo de los Habsburgo, ricamente decorado con frescos y tapices, hizo las veces del palacio real de Madrid donde Goya, invitado al despacho del Rey Carlos, es testigo de cómo el Rey recibe de boca de un mensajero las malas nuevas de que su primo, el Rey Luis XVI de Francia, ha muerto guillotinado durante los luctuosos acontecimientos revolucionarios. También en El Pardo se filmó la escena en que Napoleón se reúne con sus ministros, así como un episodio en el que a la familia de Inés se le concede una audiencia con el Rey Carlos para que intervenga ante la Inquisición a beneficio de su hija. En La Quinta, otro pabellón de caza situado en el Monte de El Pardo y convertido en residencia permanente de Francisco Franco, Forman rodó varias escenas que transcurren en el hogar y el despacho de Lorenzo en la época de ministro del gobierno bonapartista. Aquí se rodó también una escena de intenso dramatismo, en la que Goya enfrenta a Lorenzo con una Inés que ha sufrido una transformación radical, así como la escena en la que Goya intenta desbaratar el taimado plan de Lorenzo de exiliar a todas las prostitutas conocidas, enviándolas de Madrid a América.
Después, el equipo se volvió a trasladar desde Madrid a los campos de Ocaña (Toledo). Aprovechando los amplios espacios abiertos surcados por hileras de colinas, Forman filmó una increíble secuencia que muestra al Duque de Wellington y su enorme ejército atravesando la frontera desde Portugal a España, rechazando al ejército ocupante y liberando al pueblo español. En las montañas más altas de Ocaña el director rodó después una segunda escena militar, acontecida unos años antes en la ficción, en la que un comandante francés se dirige a las tropas acampadas antes de marchar a España.
La naturaleza épica de la historia y los grandes efectos de Los fantasmas de Goya (sobrecogedores paisajes que se alternan con escenas íntimas de elevado contenido dramático, cada una de ellas con una intensidad particular, conjuntamente con la recreación del periodo histórico específico) fue un desafío para todos los involucrados en la película. Pero quizás nadie, excepto Forman, ha estado más involucrado en el aspecto físico de la producción que la diseñadora de producción Patrizia Von Brandenstein.
"Era una propuesta irresistible, y a la vez implica que, de repente, te enfrentas a la enormidad de lo que tienes que hacer para recrear ese periodo, sin contar el cuidado documental en cuanto a las obras de Goya y un millón de pequeños detalles, para un director tan exigente como Milos", recuerda von Brandenstein. "Así que se empieza por lo obvio, por los cuadros, la literatura y los escritos históricos de esa época. Se han escrito muchísimos libros sobre Goya y ese periodo de la historia de España, pero a mí me gusta ir directamente a la correspondencia. Las cartas escritas de la Duquesa de Alba, de la Reina María Luisa y el Rey han sido traducidas a mi idioma y me han proporcionado muchísimo material de trabajo. Luego, por supuesto, tuve que resolver los problemas técnicos relacionados con Goya y las pinturas. No debemos subertimar la importancia que tiene Goya para los españoles. Es único. Es una especie de figura paterna para el país". Y Javier Bardem, como español que es, certifica la verdad de estas afirmaciones. "Los españoles adoramos su obra", dice Bardem. "Creo que Goya es el primer pintor para quien el arte funcionaba como una especie de periodismo. Fue el primer artista capaz de pintar al rey, la riqueza y la gloria de la monarquía española que contribuyó a la creación de la España que somos hoy. Pero Goya pintó también la miseria de las calles, el horror de la época, con el mismo sabor, el mismo punto de vista con el que retrató la majestad. Se implica emocionalmente en todas sus obras".
Carmen Ruiloba, asesora de historia de Los fantasmas de Goya, explica la importancia del pintor para los españoles. "En el instituto, tenía un profesor que nos decía que Goya era parte de la familia. Es como una especie de abuelo para todos los españoles. Es un pintor universal, un genio que habla directamente al corazón de la gente y que habla para el futuro. Lo que nos contó hace 200 años de la guerra, sobre hermosas duquesas, sobre el hombre de a pie, sobre los pobres y los oprimidos, sigue manteniendo su vigencia hoy en día. En términos académicos, Goya es esencial en la historia del arte. Muchos dirían que es el primer pintor moderno. Es el enlace entre clasicismo y modernismo".
Desde luego, semejante personaje es de los que ponen a prueba a cualquier actor. Stellan Skarsgard trabajó duramente para ponerse en la piel del célebre pintor . "Estuve muchísimo tiempo investigando por mi cuenta. Realmente, todos los que participamos en la película nos sumergimos en la esencia de quién y qué era Goya, en su forma de trabajar y de vivir", dice Skarsgard. "Y llegamos tan lejos a este respecto que en algunas escenas de estudio seguimos su fórmula para la realización de aguafuertes, y probablemente podríamos haber hecho algunos. Sabemos qué fórmulas empleaba para los colores, y las pinturas que más le gustaban. Incluso pudimos recrear las libretas de dibujo que empleaba. Las llevaba a todas partes con él, algo que aprendió en Italia y que adoptó desde entonces". La verosimilitud de la puesta en escena y la atmósfera imperante en el set ayudaron a Skarsgard a interpretar a Goya como un ser humano de carne y hueso. "Pero el objetivo era entender su alma desde adentro, el alma del personaje que Milos Forman y Jean Claude Carriere habían creado.Trabajé intentando verlo tal y como ellos lo habían creado. El personaje, tal cual fue escrito, era muy interesante porque, por un lado, siente compasión por todo lo que pinta. Pero se queda al margen, lo cual parece bastante habitual en algunos artistas. Realmente no quiere entrar en relación con los poderes de la Inquisición, y realmente respeta a su joven musa Inés aunque, de alguna forma, está obviamente enamorado de ella. Siempre que pinta ángeles para una iglesia, o cuando necesita el rostro de una hermosa joven, acude al rostro de Inés. Ella está presente constantemente en su conciencia".
Bardem expresa su admiración por su co-protagonista sueco. "La relación entre Goya y Lorenzo, mi personaje, es una relación de personas que se respetan y se temen al mismo tiempo. Goya es un hombre libre que sólo depende de sí mismo. Lorenzo es un hombre que confía en el dogma, las ideas, la estructura del poder temporal. Tiene poder en la sociedad, mientras que Goya no lo tiene. Es un milagro ver cómo ha recreado Stellan, un hombre del norte, a un personaje que representa el alma de España. Trabajar con Stellan ha ido una seda. Es un actor maravilloso". Forman se une a los halagos. "La clave está en la delicadeza. Es un peligro convertir a los genios del arte, como Goya, en personajes sobrehumanos, diferentes de la gente normal en su forma de vivir. Stellan es delicado. Creo en cada una de sus palabras, en cada uno de sus gestos".
En última instancia, cada uno de los actores principales, ya sea que retrate a un personaje histórico o una creación de ficción, comparte con los demás la misma tarea: cada uno es un personaje de guión que debe convertirse en una persona de carne y hueso en la pantalla. A diferencia de Stellan Skarsgard, Javier Bardem y Natalie Portman no tenían un estándar objetivo en el que basar sus personajes. Tuvieron que trabajar enteramente desde la imaginación. Portman pudo, de una manera instintiva, reflejarse en una joven como Inés y en la tragedia que afecta su vida en el contexto de la época en la que vivió.
"Leí varios libros sobre mujeres que se enfrentaron a la Inquisición, y su testimonio, las extraordinarias transcripciones de las mujeres torturadas y sus palabras, casi idénticas a los diálogos de Inés en la película. "¡Decidme qué queréis que diga, cuál es la verdad!", implora. Entiendo que la película se toma una pequeña licencia histórica en lo que a la franja temporal se refiere. En el momento en que transcurre nuestra historia, el poder de la Inquisición había disminuido. Sin embargo, este tipo de cosas seguían ocurriendo". Portman también se maravilló al descubrir el lugar que ostenta Goya en el corazón de los españoles. "Creo que la obra de Goya, especialmente la de la última época, como las Pinturas Negras, refleja de alguna forma el carácter español. Uno de los libros que leí para prepararme para la película mencionaba algo que no olvidaré: "La muerte es el santo patrón de España". Y creo que es cierto. Las corridas de toro, por ejemplo.Es una cultura muy cercana a la muerte. Y creo que, si se siente la muerte tan presente, eso hace la vida más vibrante, de alguna manera".
Tras el trabajo realizado en los palacios reales y en Ocaña, el equipo se desplazó al norte, a Aragón, y al monasterio medieval de Veruela para rodar las escenas de la Inquisición. El exterior del cuartel general de la Inquisición se rodó en la ciudad medieval de Salamanca, sede de la universidad más antigua de España y de Europa. Estos lugares marcan el punto de partida del derrotero del Hermano Lorenzo en la película. Como hombre de Iglesia, pertenece a la institución a la que sirve, y Bardem intentó comprender exactamente lo que motivaba esa creencia. "Lo primero que hice en cuanto me eligieron fue leer tantos libros como pude y hablar con expertos en ese periodo", cuenta. "También hablé con algunos curas, que por supuesto no habían vivido la época, pero la entendían. Pensé que me ayudarían a imaginar el tipo de personaje que sería el Hermano Lorenzo. Pero, por supuesto, y dado que se trata de una película de ficción, llega un momento en que tienes que olvidarte de todo lo que has estudiado y simplemente crear un personaje. De lo contrario, te quedas pegado a lo que piensas que debería ser el personaje, y no tienes libertad suficiente para construir o crear uno propio".
Un gran desafío para Bardem fue amalgamar la contradicción íntima de Lorenzo: un hom,bre que es fanático de la Inquisición en la primera mitad de la historia , y un apasionado revolucionario en la segunda. "Me preocupaba cómo conectar ambos espíritus, aunque hay rasgos psicológicos que los enlazan. Básicamente, era muy importante que Lorenzo fuera un ser humano normal, con sus propios deseos y objetivos, algo que el público pudiera entender. No queríamos que fuera un villano. Es un hombre que intenta hacer lo mejor que sabe en circunstancias difíciles. Aunque lo más duro fue el rodaje. Un día era el cura, otro el revolucionario, luego, tres horas después, el cura otra vez. Pero eso es lo grande de ser actor, ¿no? Jugar a creer que eres otra persona".
Carmen Ruiloba reconoce la validez de la interpretación de la historia por parte de Forman y cómo el realizador se ha aproximado a los acontecimientos del pasado. "Milos se ha compenetrado del trabajo de Goya. Las pinturas le han servido de grandiosa inspiración. Incluso se han recreado algunas de ellas para la cámara, como La Abolición de la Inquisición, La Reina Maria Luisa, y la llamada Escena de la Inquisición que se encuentra en la Royal Academy, entre otras. Pero, más allá de las pinturas, Milos tiene su propio concepto, su forma peculiar de ver la historia, y transforma los temas históricos en su propia historia, de la forma más artística posible. Trabaja, si se me permite decirlo, como el genial Velázquez. Por ejemplo, en su maravillosa pintura del siglo XVII, Las Lanzas, Velázquez pinta algo imaginado, algo que no ha sucedido. Quería reflejar en su obra la naturaleza y temperamento del general español que había conquistado la ciudad, y que había tratado a la población sometida de forma humanitaria. Así que pintó al general victorioso de pie junto a su caballo, frente al hombre al que había vencido, pasándole el brazo alrededor de los hombros. ¡Eso no había sido así en absoluto! El general español nunca, nunca, habría desmontado en una situación así Pero Velázquez deseaba mostrar el buen carácter del general y el concepto de piedad, y eso es lo que pintó. El hecho es inventado pero el concepto es cierto. Milos trabaja aquí de forma similar. Se han cambiado algunos detalles pero no se ha distorsionado la verdad. En relación a una de las escenas, nos preguntó si, cuando el ejército francés invade una iglesia para decretar el fin de la Inquisición y la gente huye en masa, podría incluirse al clérigo cantando cuando están a punto de matarlo. Le dije que creía improbable que hubiera ocurrido algo así, pero que se podría incluir para reflejar su punto de vista. MILOS quería mostrar a los franceses comportándose como auténticos invasores, interrumpiendo el orden natural de las cosas, matando a la gente. Un clérigo que canta y es asesinado es una imagen tan vívida que nos hace entender la verdad, la realidad de la situación".
La dinámica dirección de Forman, su capacidad para llevar a la vida en toda su complejidad un drama acontecido hace 200 años se convirtió en algo inspirador para todos los participantes en Los fantasmas de Goya, desde el reparto hasta el equipo artístico y técnico.
"Milos es muy diferente a cómo me lo imaginaba", dice Natalie Portman. "Viendo sus películas, pensaba que sería alguien súper intelectual; desde luego, es un hombre extremadamente inteligente y cultivado, pero es casi el prototipo del anti intelectual. No le gusta hacer las cosas demasiado complicadas, ni ceñirse demasiado al guión. Sabe lo que quiere para sacarle el jugo al máximo detalle, pero luego deja que las cosas se muevan por sí mismas para crear así una imagen fiel a lo que busca. Y esa imagen se convierte en un reflejo vívido de sus intenciones".
Javier Bardem también quedó muy impresionado ante los métodos de trabajo de Forman. "Quizás lo más sorprendente es su sentido del humor. Ha sido una constante diaria durante estos cinco meses. Nunca lo abandona, ni cuando las cosas se ponen más difíciles. Y cuando te da una indicación, es como una bendición, por todo lo que sabe sobre la actuación, Hace que trabajar sea un placer. Cada día se convierte en algo especial. Hubo días en que me despertaba en estado de shock. Ahí estaba yo, un actor español, trabajando con esos actores tan increíbles en una película dirigida por Milos Forman y producida por Saul Zaentz a partir de un guión increíble del propio Forman y de Jean-Claude Carriere. Siento como si toda esta experiencia que he vivido con todos estos hombres no sólo me ha ayudado profesionalmente, sino también a nivel personal, porque son personas que trabajan con el corazón abierto y un gran sentido de las metas últimas a donde se dirigen".
El humor de Forman también dejó muy impresionado a Stellan Skarsgard. "Es, por supuesto, un director fantástico, pero también es un tipo divertidísimo. Entre toma y toma no nos desperdigábamos por ahí, sino que charlábamos y nos reíamos, porque Milos sabe reírse de sí mismo. Sabe crear un ambiente increíble, una atmósfera de trabajo intensamente creativa".
Una vez terminadas las secuencias de Salamanca, el equipo regresó a Madrid, rodando primero en El Prado, y luego desplazándose al pueblo de Talamanca para registrar allí unas importantes secuencias de taberna, que ocurren en diferentes periodos de la película.
"He tenido mucha suerte de que Milos quisiera un director de fotografía español para esta película," cuenta Javier Aguirresarobe. " Milos pensaba que el universo visual de Goya podría ser entendido mejor por un cineasta del país de origen del propio pintor. Para mí ha sido increíble, un auténtico sueño, poder trabajar en una película con un director al que admiro desde sus primeros trabajos en Checoslovaquia. Milos ha sido un gran amigo durante el rodaje, ha confiado en mí. Durante los preparativos previos, le pregunté cómo visualizaba la fotografía de la película, y cuáles eran las referencias visuales más importantes que nos pudieran ayudar a lograr una aproximación estética. Me contestó que lo que más le interesaba era el color de los rostros de los actores y una buena exposición de los negativos. "Quiero que el negro sea negro", me dijo".
Aguirresarobe cuenta que para lograr esa aproximación, "me di cuenta de que el tratamiento fotográfico de la película tendría que tener en cuenta las tonalidades conseguidas por los pintores clásicos. Los fantasmas de Goya no es una película de colores chillones, sino una con una luz y una expresión auténticas. Empecé a estudiar a los maestros clásicos, el mejor periodo de los pintores españoles, Ribera, por ejemplo, que es uno de mis favoritos, y empecé a llenarme la mente del espíritu visual de la luz suave, de esos tonos ligeramente cálidos y las densidades oscuras". El rodaje de la totalidad de la película en escenarios naturales implicó nuevos desafíos para Aguirresarobe, no en cuanto a iluminación, sino a la logística. "Toda la película se ha filmado en locaciones reales y exteriores, muchos de ellos lugares extraordinarios y auténticos. No hay ni una sola toma de estudio. Tuvimos serios problemas con las locaciones de los grandes palacios, que pertenecían al Patrimonio Nacional. En esos edificios fuimos vigilados muy de cerca por las autoridades del Patrimonio para que nada del equipo quedara cerca de las paredes y pudiera eventualmente dañar esas habitaciones decoradas y conservadas durante más de 250 años.
Según Forman, "Javier Aguirresarobe ha hecho un trabajo increíble. Lo más divertido es que no hablamos el mismo idioma. Él habla español y francés, pero no inglés, así que nos comunicábamos en francés. Creí que funcionaría porque fingiría que me entendía y luego haría lo que le diera la gana".
Tras rodar en Salamanca, el equipo se instaló durante dos semanas en Boadilla, rodando en el Palacio Real dos secuencias esenciales de la película: dentro, los interiores elegantes y sobrios del hogar del próspero comerciante Bilbatúa y su familia; fuera, el patio del palacio se convirtió en una sección de la famosa Plaza Mayor de Madrid donde tiene lugar la ejecución pública que es el clímax de la película.
El Palacio Real de Boadilla llevaba años en ruinas, hasta que los cineastas lo descubrieron y decidieron rehabilitarlo para rodar en él. "La Plaza Mayor de Madrid es un espacio magnífico y necesitábamos unas 15.000 personas para llenarlo", cuenta Von Brandenstein. "Por eso, tuvimos que buscar otra plaza para la escena, e incluso pensamos en utilizar la Plaza Mayor de Salamanca. Pero cerrar la plaza y compensar a los numerosos comerciantes nos habría costado tanto como construir nuestra propia réplica de la de Madrid. Sin embargo, Milos es un director experimentado, y cuando vio aquel terreno frente al Palacio de Boadilla, supo instantáneamente que se podría transformar en la Plaza Mayor de 1809. La arquitectura básica del Palacio de Boadilla concordaba con el estilo y el formato de la Plaza Mayor de Madrid en el momento de nuestra historia. Milos dijo que sería posible añadirla a la estructura existente, construir ampliaciones en los ángulos adecuados de la parte delantera del palacio, para cerrar el área delantera y así lograr la impresión de hallarnos en una plaza pública. Contactamos con la Asociación Histórica y les comentamos que queríamos remodelar la fachada del palacio, a lo que se mostraron de acuerdo. Trabajamos con una empresa de la localidad, y los resultados fueron maravillosos. Entonces, por supuesto, nos ocupamos del interior, remodelándolo para transformarlo en la casa de los Bilbatúa, recreando el mundo de finales del XVIII con telas, reproducciones de las pinturas de Goya, mármoles, maderas y papel pintado de complicados dibujos.
Incluso teníamos dos jóvenes pintores, Colt Hausman y TK, que trabajaban en el departamento de arte, pintando frescos para el cielorraso de la escalera de entrada, copias de los frescos de varias capillas españolas. Fue un proyecto maravilloso y todos nos quedamos impresionados por la calidad de los artesanos españoles".
Dentro del palacio de Boadilla se rodaron escenas con Inés y su familia, correspondientes al momento en que la joven es convocada ante la Inquisición, así como la tensa cena formal a la que asisten Lorenzo y Goya, durante la que la familia intenta descubrir el paradero y estado de su hija ausente.En estas escenas, tanto los trajes como la decoración reflejan el elegante mundo de la familia Bilbatúa. Yvonne Blake, oscarizada diseñadora de vestuario, artista creativa y comprometida, se inspiró en las ideas de Forman para crear los trajes. "Básicamente, quería hacerlo todo bien. Sabía que para plasmar la idea de Milos, tenía que estudiar la obra de Goya. La verdad es que está todo ahí. Todo está en los cuadros de Goya, no hace falta mirar más allá. Hace algunos años diseñé el vestuario de la ópera El barbero de Sevilla de Rossini, que decidí recrear en trajes goyescos, porque creo que Goya adoraba esos trajes. Vestía bien, le gustaba la ropa. Me encanta la forma en la que trata colores y texturas en sus pinturas, e intenté recrearlo todo para la película. Bueno, algo más que recrear. En algunos aspectos es simple y llanamente copiar. Yo diría que la mitad de los trajes proceden de las pinturas, y la otra mitad son creaciones propias nuestras. El traje de la Reina es una copia absoluta. Algunos de los trajes son una combinación de muchas cosas. Goya tiene un cuadro de 1810 de un ministro, Juan Antonio Llorente, que impresionó sobremanera a Milos. Le gustó esa imagen para Lorenzo. Cuando vi la pintura, hice una mezcla. Creé un traje de clérigo similar con una faja ancha que lleva una medalla colgada, igual que en la pintura. Esta medalla en particular no correspondía a nuestro periodo, sino que era posterior. Diseñé una cruz de la Inquisición para que la llevara Lorenzo, una insignia, no una medalla, y funcionó. Para los personajes de ficción que interpreta Natalie, Inés y Alicia, creé todos los trajes desde cero. Intenté inventarlos según lo que pensaba que Goya habría hecho. Todos los personajes atraviesan grandes cambios en sus vidas, y por supuesto, los trajes los reflejan. Los cambios de Inés son radicales. Al principio, es una joven rica, elegante, con preciosos vestidos. Al final, va poco menos que en harapos. Como Alicia, Natalie lleva solamente un único traje distintivo, muy español, que la identifica como una joven española que vende sus encantos. Goya también lleva ropa elegante al principio de la película. Es un poco petimetre. Después, tras su enfermedad, cuando ya se ha quedado sordo, deja de prestar atención a su aspecto, y eso es algo que quería reflejar en el vestuario. Milos y yo convinimos en que el film, por así decirlo, tiene dos partes, ya que hay un paréntesis de 16 años en la acción. Le sugerí que utilizáramos colores ricos en la primera mitad de la película y que, para la segunda mitad, en la que las cosas son, si no más sombrías, sí al menos más difíciles para algunos de los personales, le quitáramos algo de color a todo".
Forman se siente en deuda con sus colaboradores. "El vestuario es increíble. Viene directamente de Goya. Es la ropa que llevaba la gente. Es de verdad, no una mera confección de diseño de vestuario. Lo mismo sucede con los escenarios. Construimos algunos y rodamos en lugares de verdad, castillos de verdad, incluso en una habitación que fue despacho de Franco. Y en el fondo no vale la pena determinar qué es real y qué se ha hecho para la película. Todo parece tal y como debería ser. Creo que Goya se habría sentido cómodo". Tras rodar las escenas en el hogar de los Bilbatúa y la ejecución pública de un auto de fe herético y agonizante en la recreada Plaza Mayor, el trabajoso rodaje de LOS FANTASMAS DE GOYA concluyó el 9 de diciembre de 2005, tras 14 semanas de trabajo.
LOS FANTASMAS DE GOYA - Título original: GOYA´S GHOST´S - Año:2006 - Origen:España/ Estados Unidos - Duración: 114 minutos - Compañías Productoras: Antena 3 Televisión, Kanzaman S.A.,The Saul Zaentz Company, Xuxa Producciones S.L.
Dirección: Milos Forman.
Guión: Milos Forman y Jean-Claude Carriere.
Producción: Saul Zaentz.
Música: Varhan Bauer.
Fotografía: Javier Aguirresarobe.
Montaje: Adam Boome.
Diseño de producción: Patrizia von Brandenstein.
Vestuario: Yvonne Blake.
Productor Ejecutivo:
Paul Zaentz
Coproductores : Denise O'dell , Mark Albela
Montaje : Adam Boome
Asesoría Histórica : Carmen Ruiloba
Casting MICHELLE GUISH & CAMILLA-VALENTINE ISOLA
ELENCO
Javier Bardem (hermano Lorenzo)
Natalie Portman (Inés/Alicia)
Stellan Skarsgård (Goya)
Randy Quaid (rey Carlos)
Michael Lonsdale (Gran Inquisidor)
José Luis Gómez (Bilbatúa)
Mabel Rivera (María Isabel Bilbatúa)
Blanca Portillo (reina María Luisa)
Unax Ugalde (Ángel Bilbatúa)
Fernando Tielve (Álvaro Bilbatúa).
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