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Oldboy, dias de venganza: Sinopsis, elenco, ficha, critica: Oldboy

Oldboy, dias de venganza: Sinopsis, elenco, ficha, critica: Oldboy

SINOPSIS

Los relatos de venganza abundan en el universo del cine contemporáneo, pero ninguno ha llegado a alcanzar a OLDBOY, una historia provocativa, emocional y brutal que reúne temas como el aislamiento, la represión, la venganza, la conciencia, la culpabilidad y la redención en el corazón de la cultura pop actual.

Esta nueva versión de OLDBOY no solo es un homenaje a la primera película coreana, sino que también se adentra en un terreno oscuro y sorprendente.

Basada en la novela gráfica de Garon Tsuchiya y Nobuaki Minegishi, así como en la aclamada cinta coreana dirigida por Park Chan Wook (ganadora del Grand Prix en el Festival de Cannes), está dirigida por Spike Lee, nominado en dos ocasiones por la Academia de Hollywood.

La historia empieza con la incomprensible experiencia que vive Joe Doucett (JOSH BROLIN), un ejecutivo publicitario en baja, más entregado al alcohol que a su familia, cuando es secuestrado y retenido durante veinte años en una especie de hotel-cárcel sin que llegue a conocer la identidad o los motivos del secuestrador.

Cuando es liberado, Joe solo tiene una obsesión, descubrir quién es el responsable del castigo al que ha sido sometido y entender por qué. Pero a pesar de estar libre, sigue siendo un muñeco en una conspiración de revancha que amenaza con sepultarlo.

Su búsqueda lo lleva hasta una joven trabajadora social (ELIZABETH OLSEN) y a un escurridizo personaje (SHARLTO COPLEY) que supuestamente tiene la llave de su liberación total.

Con un guión de Mark Protosevich (I Am Legend, Thor, The Cell), la película está producida por Roy Lee, Doug Davison y Nathan Kahane, y los productores ejecutivos son Joe Drake, John Powers Middleton y Peter Schlessel.

CRÍTICA

Oldboy, dias de venganza, es un muy buen thriller que te mantiene intrigado de principio a fin, pero que lamentablemente peca de escenas gore innecesarias.

Ante todo aclaro que no he visto la versión original, por lo tanto supongo que me ha gustado mucho más "que lo que debería", ya que he notado que la mayoría que sí lo hizo no ha quedado para nada satisfecha con esta remake. Pero como obviamente, al igual que yo, son muchos los que no han visto la película de Park Chan-Wook y no tienen ganas de leer comparaciones, mi comentario será en forma exclusiva sobre la versión de Spike Lee.

La historia te engancha desde el primer cuadro ya que no hay forma de poder adivinar por donde pasa "el asunto" y el suspenso va en aumento. Y cuando todo aparentemente empieza a aclararse y crees que ya tenés resuelto el final, más que seguro vas a estar errado.

Las actuaciones son muy buenas y el guión está bien armado como para ir desenmarañando la trama de a poco y claramente, pero la cantidad de escenas gore le restan una gran cantidad de público que hubiera salido del cine muy enganchada con este argumento tan especial como retorcido.

Apasionante historia para no distraerse ni un minuto.

Cintia Alviti


En este artículo podés leer porque mis críticas no contienen calificación, sinopsis o detalles técnicos

Una nueva visión de OLDBOY

La historia de Oldboy, que gira en torno a una misteriosa y épica venganza, ha alcanzado el nivel de leyenda entre los seguidores de novelas gráficas y de películas de culto. La fascinación nació a finales de los años noventa, cuando Garon Tsuchiya y Nobuaki Minegishi crearon un manga de ocho entregas acerca de un hombre al que encierran sin explicaciones en una cárcel privada con la única compañía de un televisor y que cuando es liberado al cabo de muchos años se dedica a intentar descubrir quién le robó la vida para saber por qué fue castigado de semejante forma.

El inquietante argumento inspiró una película al gran director coreano Park Chan Wook. Estrenada en 2003 y protagonizada por Choi Min-Sok, shoqueó, desconcertó y conmocionó al público en el mundo entero. La película era elegante y explosiva a la vez, plagada de peleas de artes marciales perfectamente coreografiadas, suspense en la mejor tradición de Hitchcock y una especie de poesía primitiva, hasta el punto de que la crítica no tardó en llamar a Park Chan Wook "el Quentin Tarantino del Lejano Oriente". También añadió una asombrosa dosis de humanismo al remolino ético que vive el protagonista. Explorando las numerosas formas de encarcelar a alguien físicamente, y lo que es aún más aterrador, mentalmente, la película permitió mostrar el paralelismo entre el prisionero cuya única compañía es un televisor y que no entiende su destino, y la vida en el mundo moderno.

Entre los muchos seguidores de la película estaba el director Spike Lee, conocido por películas de temas sociales contundentes como Malcolm X, o el doble documental acerca del huracán Katrina When the Levee Broke, pero al que siempre le han fascinado los thrillers sobre el comportamiento humano. No hace mucho ha dirigido la inteligente y elegante Inside Man, la historia de un ingenioso atraco a un banco, protagonizada por Denzel Washington.

Como les pasó a muchas otras personas, Spike Lee se sintió tremendamente atraído por Oldboy la primera vez que vio la película coreana. "Me quedé asombrado", recuerda. "Era una historia sin precedentes con los mejores ingredientes de misterio y de venganza retratados de la forma más dura posible. Nadie había visto nada igual, yo tampoco".

Pero Spike Lee no leyó el guión de Mark Protosevich para una versión estadounidense de OLDBOY y empezó a imaginar la historia a su manera hasta bastante tiempo después. En ningún momento pensó en mejorar la película de Park Chan Wook, sino en volver al cómic original y seguir su instinto.

"Nunca pensé en OLDBOY como en una remake", explica el director. "Más bien me parecía la reinterpretación de una historia genial que podía presentarse de diferente manera. Park Chan Wook hizo una película genial, pero antes de eso estaba el manga japonés, y me pareció una oportunidad para ofrecer una nueva visión del material original".

Para conseguirlo, Spike Lee deseaba respetar la película coreana, pero sin copiarla. "Cuando empezamos a pensar en hacer OLDBOY, Josh Brolin se puso en contacto con Park Chan Wook, y sus palabras fueron: 'Hagan lo que hagan, que sea vuestra película'", recuerda.

Y es precisamente lo que hizo. No le preocupó que la historia se trasladara de sus orígenes japoneses y de los paisajes coreanos que la hicieron famosa a un escenario estadounidense. "Es una gran historia y funciona en cualquier lugar, pero tenía claro que no debíamos obviar ninguno de los temas que toca", dice.

Al contrario, Spike Lee se decidió por una versión más primaria. En el centro de su interpretación del material está la idea de un hombre reducido a sus instintos más básicos, que se convirtieron en una parte importante de la intensa interpretación de Josh Brolin en el papel de Joe Doucett.

"Cuando encierran a Joe, recupera los instintos animales que todos llevamos dentro, pero que intentamos dominar", dice Spike Lee. "La mayoría de civilizaciones enseñan a controlarlos o, al menos, a no exhibirlos en público. Pero por dentro seguimos siendo animales instintivos".

Incluso cuando se apoderan de él las ganas de castigar al culpable, Spike Lee cree que Joe busca la salvación y la redención de un terrible destino que empieza a creer que se ha buscado él solo. "Es una película de venganza", añade el director, "pero también es la historia de alguien que busca la redención. Joe es un alcohólico, un adicto, no es una persona maravillosa, y le hacen falta veinte años de encarcelamiento para empezar a ver la luz".

Pero sobre todo, según el director, los seguidores de la primera película deberían prepararse para ver "algo diferente, aun siendo un homenaje a lo que se hizo antes".

"OLDBOY gira en torno a muchas cosas", dice Mark Protosevich. "Creo que trata sobre la lucha por encontrar la paz interior, por enmendar faltas cometidas en el pasado, con la familia, la crueldad y, claro está, el impulso de venganza, querer que alguien pague por lo que nos ha hecho, y el precio de dicha venganza".

"Nos hace pensar en cosas que hicimos en el pasado que pudieron ser muy dolorosas para otro, pero de las que no nos dimos cuenta a pesar de que la otra persona vivirá con ese dolor toda su vida".

Mark Protosevich quería zambullirse en la experiencia totalmente surrealista de Joe Doucett, un hombre al que apresan sin acusarle nunca, sin juicio, que permanece encerrado, obligado a enfrentarse a sí mismo, a su mente cada vez más devastada, viendo cómo pasa el mundo a través de un televisor.

"Me documenté mucho acerca de personas que habían estado encerradas en zulos (lugar oculto y cerrado dispuesto para esconder ilegalmente cosas o personas secuestradas), por ejemplo, rehenes de terroristas, y leí los resultados de los experimentos que se hicieron en los cincuenta separando a crías de monos de sus madres", explica el guionista. "Imaginé el sinfín de emociones que debe sentir un preso en un lugar así, lo que un encierro semejante puede hacer a nuestra psique, a nuestra alma, y si realmente puede convertirnos en alguien diferente".

El guionista se dejó influenciar por la descripción que el manga hacía del protagonista, a quien el encarcelamiento convierte en una persona letal, salvaje y con una voluntad de hierro. También incorporó a un personaje que solo aparece en la novela gráfica, la directora de la escuela de Joe Doucett cuando era pequeño, que tiene mucho que contar. "Edwina Burke ofrece una interesante visión del pasado", dice Mark Protosevich, "la de una persona que se acuerda de cosas de las que el héroe ni se dio cuenta".

Aunque se ciñó a los temas básicos del manga y de la película original, el guionista añadió nuevos personajes y cambió otros para que se ajustaran a la cultura estadounidense del siglo XXI. Cuando Spike Lee decidió participar en el proyecto, los dos trabajaron juntos para pulir el guión y acercarlo a la idea del director. "La estructura en sí era un reto", comenta Mark Protosevich. "Es un auténtico rompecabezas y cada pieza debe encajar a la perfección. La estructura apenas cambió a partir del momento en que Spike se unió al proyecto, pero añadió un toque personal a cada pieza del puzzle".

Una cosa estaba muy clara desde que comenzó la preproducción de OLDBOY: el actor protagonista debía moverse en los abismos de la psique humana. Todos estaban de acuerdo en que un intérprete capaz de hacerlo era Josh Brolin, que se ha dado a conocer con soberbias interpretaciones en No Country for Old Men, W (en el papel del presidente George W. Bush), Milk, American Gangster, entre sus últimas películas. Pronto lo veremos en Labor Day, dirigido por Jason Reitman, Crazy for the Storm, dirigido por Sean Penn, Everest, de Baltasar Kormákur, Inherent Vice, de Paul Thomas Anderson, entre otros proyectos.

"Josh Brolin no es un actor de un solo papel, es muy flexible", dice Spike Lee. "Siempre me han gustado los actores que no tocan las mismas notas. En esta película, realiza una auténtica hazaña porque encuentra la forma de interpretar a alguien al que encierran durante muchísimo tiempo y que, de golpe, se encuentra de nuevo en un mundo completamente diferente al que dejó. Ha asimilado totalmente al personaje y lo ha llevado hasta el fondo".

Como gran admirador de la primera película, el guión de Mark Protosevich le sorprendió.

"Al leer el guión de Mark, tuve la misma reacción que cuando vi la película de Park Chan Wook. Fue una reacción orgánica, visceral, ante una culminación horrenda. Tiré el guión al suelo, pensando: 'Dios mío, es horrible, horrible, pero brillante'. No me interesa estar dos horas delante de una pantalla si la historia no me conmueve de algún modo. Por eso acepté este papel, pega fuerte".

El actor reconoce que tenía muchas preguntas, muchos miedos cuando empezó a pensar que estaría solo en la pantalla durante toda la primera parte de la película, teniendo que comunicar angustia, desaliento y desesperación. "Spike es muy práctico, pero también muy generoso. Para las escenas en la habitación del hotel, rodábamos tomas de siete a ocho minutos. Como actor, inventaba cosas, intentaba vivir el momento, pero Spike conseguía crear una atmósfera donde cabía todo", explica Josh Brolin. "Podía ser algo peligroso, tonto, incómodo, ridículo, frustrante, triste, rabioso, todo era posible. Spike siente un profundo interés por el comportamiento humano y se empeña en que siempre seamos mejores, y eso ayuda mucho".

"Posiblemente vayamos a ver películas de venganza para poder vivirla a través de otros", añade. "Pero esta historia es especialmente interesante por lo que le ocurre a Joe. Lo sacan de la sociedad durante veinte años, y puede que sea lo mejor que le haya pasado en toda su vida. Quiere vengarse, pero aunque no se dé cuenta, su historia también gira en torno a la expiación, a saber la verdad de uno mismo".

La chica, el extraño y la guardiana en una ciudad sin nombre

Después de la liberación de Joe Doucett, dos personas cobran importancia en su búsqueda de la verdad: una joven que se convierte en su única confidente en el extraño mundo al que ha vuelto, y un enigmático desconocido que quizá tenga pistas que le lleven a conocer quién estuvo detrás de su cruel encierro.

El papel de Marie Sebastian, que no sigue la misma dirección que el personaje de la película de Park Chan Wook, sino que toma un giro desgarrador, recae en Elizabeth Olsen, conocida por varios papeles dramáticos en los tres últimos años, entre los que destacaremos su premiada interpretación en Martha Marcy May Marlene.

Marie trabaja como voluntaria en una unidad médica móvil y conoce a Joe Doucett poco tiempo después de su liberación. "Marie reconecta a Joe con el mundo, con su propia humanidad", explica el guionista Mark Protosevich. "Liz aporta mucho a Marie, la convierte en un mujer joven y fuerte, que forma parte íntegra de la sociedad moderna actual".

Josh Brolin reconoce que el trabajo de la actriz le impresionó. "Lizzie es asombrosa", dice. "Consigue que cada palabra sea creíble. Tiene un talento innato y es un placer verla interpretar".

A medida que Marie y Joe se conocen mejor, los dos se preocupan cada vez más por el desconocido que llama a Joe por teléfono. El papel clave de Adrian está interpretado por Sharlto Copley, un actor sudafricano que debutó y se dio a conocer en District 9, y al que hemos visto recientemente en Elysium, con Matt Damon y Jodie Foster. "Como mucha gente, descubrí a Sharlto por su impresionante trabajo en District 9", dice Spike Lee. "Es un actor maravilloso".

Michael Imperioli (Los Soprano) es Chucky, dueño del bar del barrio y fiel amigo de Joe, y la actriz francesa Pom Klementieff es Haeng-Bok, la mujer cuyo extraño paraguas hace comprender a Joe que ha vuelto al mundo real.

La nueva visión de la historia intrigó a Michael Imperioli, que ha trabajado en numerosas ocasiones con Spike Lee. "Es un relato muy estilizado con cierto artificio, pero Spike sabe crear historias muy realistas basadas en personajes, apoyándose en detalles sutiles, humor y autenticidad", comenta el actor.

Todos los elementos de OLDBOY se unen para elevar la historia, pero Spike Lee siempre estuvo dispuesto a bajar con el personaje hacia un oscuro dilema del que, por mucho que lo intente, no encuentra escapatoria. Al preguntarle si podía imaginarse saliendo de un encierro de más de veinte años en una pequeña habitación, Spike Lee dice: "No lo soportaría. No me gustan las cuestiones hipotéticas, pero estoy seguro de que perdería el juicio si me encerraran en una habitación sin posibilidad de salir. Incluso con un televisor".

Reparto:

Josh Brolin - Joe Doucett

Elizabeth Olsen - Marie Sebastian

Sharlto Copley - Adrian/El desconocido

Samuel L. Jackson - Chaney

Michael Imperioli - Chucky

Linda Emond - Edwina Burke

James Ransone - Dr. Tom Melby

Pom Klementieff - Haeng-Bok

Ficha técnica:

Director Spike Lee

Guionista Garon Tsuchiya, Nobuaki Minegishi, Mark Protosevich

Productor Doug Davison, Roy Lee, Nathan Kahane

Música Bruce Hornsby

Fotografía Sean Bobbitt

Montaje Barry Alexander Brown